¡Estamos comiendo plástico !

Actualizado
  • 23/04/2018 02:01
Creado
  • 23/04/2018 02:01
El Día Internacional de la Madre Tierra enfocó su lema en acabar con la contaminación producida por el plástico, un material que utilizamos a diario pero que está inundando nuestros mares y océanos, e incluso nuestro propio organismo

Todos comemos plástico. Usted, yo, su madre, mis hijos, un anciano, un feto, el ministro de Ambiente... incluso el presidente. Nadie se salva.

Pero si somos el ser humano, el ‘‘animal racional” sobre la faz de la Tierra, ¿cómo es posible que esto ocurra? La génesis es la contaminación.

Héctor Guzmán, biólogo marino y científico del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, dice que el nocivo material, derivado del petróleo, llegó para quedarse y lo tenemos adentro, sin darnos cuenta.

‘¡Panamá despierta! Es necesario que los panameños conozcan su propio país y sepan lo que tienen para que así cuiden la gran biodiversidad que tienen',

HÉCTOR GUZMÁN

BIÓLOGO MARINO DEL STRI

Esto ocurre, en parte, a través de un ciclo que comienza con los plásticos utilizados por el hombre y que van a parar al mar. ‘Ese plástico que está chocando contra las piedras todos los días, y que era una botella, se transformó ahora en cinco trillones de bolitas de un milímetro que el pececito se ha ido tragando y que pasó a ser parte de su sistema sanguíneo; entonces eso está entrando a su cuerpo en algunas especies que consume', advierte.

Las partículas de microplástico, además de estar en los alimentos, se encuentran presentes en el agua, el suelo y el aire. Esto es un riesgo para la salud de las personas.

‘Hay un incremento de enfermedades mentales, y decimos que es el estrés; pero no nos estamos dando cuenta de que los tóxicos nos afectan neurológicamente', manifiesta Guzmán, aclarando que para la elaboración del compuesto se utiliza plomo, mercurio y otros metales trazas, que son altamente contaminantes.

Investigaciones indican otros efectos sobre la salud, como afecciones al aparato endocrino, sobre el feto y el crecimiento.

EL PLÁSTICO Y EL MAR

Hasta 90% de toda la basura que flota en nuestros océanos es plástico, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En Panamá, durante 2016 se recogieron 63 toneladas de desechos, la mayor parte plásticos.

TIPOS DE PLÁSTICO

La clasificación indica el tipo de resina de plástico utilizada

PLÁSTICO #1:

Tereftalato de Polietileno (PET). Botellas para agua, refrescos, detergentes. Es considerado, seguro y debe utilizarse solo una vez.

PLÁSTICO #2

Polietileno de Alta Densidad (HDPE). Ligeramente peligroso, usado para botellas de alimentos, implementos de aseo y bolsas plásticas.

PLÁSTICO #3

Cloruro de Polivinilo (PVC). Marcos de ventana, revestimientos y tuberías. Es altamente tóxico.

PLÁSTICO #4

Polietileno de Baja Densidad (LDPE). Presente en film adhesivo, tuberías de riego y bolsas para basura. Es de los más seguros.

PLÁSTICO #5

Polipropileno (PP). Envases para medicamentos, mamaderas y tuppers . Es uno de los más seguros y tolera altas temperatura

PLÁSTICO #6

Poliestireno (PS). El más peligroso, utilizado para hacer recipientes desechables, envases de helado y margarina.

PLÁSTICO #7

Otros. Es la mezcla de varios plásticos. Se usa en juguetes, teléfonos. Pueden ser tóxicos.

Los residuos plásticos no solo exponen a los peces que forman parte de la cadena alimenticia de los humanos. ‘En los ecosistemas marinos impactan directamente las especies marinas y costeras (acuáticas, terrestres, aéreas) que los confunden con sus alimentos', dice Tania Arosemena Bodero, gerente de Incidencia Política de la Fundación MarViva Panamá.

La fauna marina también puede verse atrapada por residuos plásticos como anillos de six packs , redes y cuerdas abandonadas. ‘Asimismo, los desechos plásticos afectan los manglares, las praderas de yerbas marinas, los corales y alcanzan los fondos marinos; además que alteran la vida y productividad de todas las especies que albergan', agrega Arosemena.

Guzmán reflexiona que no solo se debe considerar el daño de los plásticos. ‘El subproducto que las fábricas desechan durante el proceso de manufactura del producto final va al río y termina igual en los mares', apunta.

Según la ONU, los daños que produce el plástico en los ecosistemas marinos ascienden a al menos $8 mil millones. Ante este panorama, el organismo declaró, en 2017, una lucha global contra el plástico en los océanos mediante la campaña ‘#MaresLimpios, ¡cambia la marea del plástico!', que busca eliminar para 2022 las principales fuentes de basura marina.

No es de extrañar, entonces, que ‘Terminar con la contaminación por plásticos' fuera el lema del Día Internacional de la Madre Tierra 2018, que se celebró ayer, 22 de abril.

MANEJAR LA BASURA

Se estima que alrededor del 80% de la basura marina es proveniente de tierra firme, pero el otro 20% es generada en el mismo mar (en plataformas y embarcaciones de todo tipo).

Entonces, un gran reto para liberar los ecosistemas del plástico es mejorar los hábitos de consumo.

‘Un paso fundamental que todos podemos hacer es pasar de la cultura de lo desechable a consumir responsablemente, reduciendo el uso del plástico desechable y dando preferencia a materiales que pueden ser reutilizados', exhorta Arosemena.

De allí, menciona, preocuparse en que al disponer los desechos plásticos, se recicle lo que sea posible. ‘Esto se puede adoptar tanto como política en el hogar, como política en las empresas y en el sector público', afirma.

En Panamá se realizan esfuerzos en esta materia. Por ejemplo, el país es el primero en Centroamérica en aprobar una ley (Ley 1 de 19 de enero de 2018), que prohíbe el uso de bolsas plásticas en los establecimientos comerciales. A partir de agosto de 2019, las personas deberán llevar sus propias bolsas reutilizables para hacer sus compras o adquirirlas, a precio de costo, en los negocios.

‘La ley va a prohibir el uso de las bolsas plásticas de polietileno para llevar lo que uno compra', sostiene la diputada suplente independiente y bióloga Alida Spadafora, una de las proponentes de la iniciativa. La idea, resalta Spadafora, es asegurarse de que la bolsa que se compra es para la basura y no quede por ahí.

‘Es un comienzo que el país haya avanzado en la provisión de bolsas plásticas porque estas hacen daño al ambiente. Están en ríos, quebradas, barrancos, playas, en el mar... Son polímeros que se degradan y pueden permanecer allí 500 años', dice.

El científico Guzmán aplaude la iniciativa, pero cree necesaria una campaña de concienciación. ‘Se hizo el primer paso, pero ya la persona debería saber que cuando vaya a un chinito o a un súper no le van a dar bolsas plásticas'. Opina que la empresa privada debe apropiarse de la divulgación, como un programa de responsabilidad social empresarial, pues es el principal contaminador.

Spadafora también es la encargada de planificar e impulsar el Programa Basura Cero del Municipio de Panamá, aprobado en 2015.

Se trata de un programa con un plan piloto que se debe ejecutar en veinte años. ‘Representa los primeros pasos hacia un país que aprovecha mejor estos materiales y no los convierte en basura, sino que crea toda una industria'.

Aunque se han creado estaciones de reciclaje en algunas comunidades de la capital y se han hecho esfuerzos para sensibilizar a la población, Spadafora reconoce que aún falta mucho por hacer; por ejemplo, que en las escuelas haya una materia sobre el medio ambiente.

La bióloga reconoce que el manejo del plástico ha sido un gran desafío, porque la gran cantidad que se recolecta ocupa mucho espacio y hay ciertos tipos que los centros de acopio (a los cuales donan los materiales) no reciben al no tener la capacidad de reciclarlos. Frente a esto, la opción es que las personas reduzcan, reutilicen y reciclen en casa.

Guzmán opina que este sistema solo funcionará cuando se haga una recolección adecuada de los residuos, donde el material reciclable ‘que es materia prima', no sea mezclado con la basura como tal.

También está el proyecto de ley 173, sobre una política de basura cero para el manejo integral de los residuos en el país. ‘Trata de establecer una política de reducción desde la fuente y establece ciertas medidas que deben ser desarrolladas después con otras leyes o decretos para que los individuos desde sus casas, los comercios, las industrias, reduzcan la cantidad de residuos', dice Spadafora.

El proyecto, liderado también por la bióloga, pasó por tercer debate hace dos meses, pero aún no ha sido sancionado por el Ejecutivo.

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