Panamá, el noveno país que más bosques tala

Actualizado
  • 25/04/2018 02:00
Creado
  • 25/04/2018 02:00
Hace cuatro años, el Istmo había perdido unas 540 mil hectáreas de bosques. Varios organismos unen esfuerzos para protegerlos. Mañana continúa el último especial que abarcará los océanos

A pesar de que Panamá ha perdido —desde la década de 1940 hasta hoy— más del 60% de cobertura boscosa por actividades humanas, según el Ministerio de Ambiente (Miambiente), el país cuenta actualmente con más del 35% de los bosques del territorio nacional protegido, compuestos en su mayoría por parques nacionales y otras áreas protegidas que se conectan y forman el Corredor Biológico Mesoamericano del atlántico panameño.

Este corredor, protegido contra amenazas como la tala indiscriminada (deforestación), minería, agricultura, ganadería, construcciones urbanísticas e infraestructura, permite el libre tránsito de muchas especies de animales y aves, según Adrián Jiménez, botánico del área de biodiversidad de MiAmbiente.

‘Estas áreas de bosques aseguran las reservas de agua, la disponibilidad de alimento, la energía y recursos principales para la subsistencia en la tierra', dice Jiménez. Y agrega: ‘Los bosques panameños garantizan el aire limpio, combaten el calentamiento global y controlan el clima'.

De allí que el Guía en el Laboratorio Marino de Punta Galeta, Omar Gómez, recomiende educar a las poblaciones y comunidades sobre la importancia y conservación de los bosques. ‘Los programas de educación ambiental que contempla la Ley General del Ambiente (Ley 41 del 1 de julio de 1998, modificada por la Ley 8 de marzo de 2015), deben trabajarse de forma más agresiva para que las personas cambien su manera de pensar, se organicen y comiencen a cuidar su patrimonio natural', acota Gómez.

SITIOS RAMSAR EN PANAMÁ

En Panamá fueron declarados como sitios Ramsar: la parte este de la bahía de Panamá, el golfo de Montijo (Veraguas), San San Pond Sak (Bocas del Toro), Punta Patiño (Darién) y Damani Guariviara, en la comarca Ngäbe Buglé, los que conforman una superficie de 183,992 hectáreas. En este sentido, el especialista del Ministerio de Ambiente, Jorge Jaén, señaló que el nivel de degradación que presentan los humedales marino-costeros panameños, en particular los manglares, obliga a tomar medidas que vayan más allá de las acciones de siembra. ‘Es necesario implementar otras técnicas para lograr una mayor efectividad de los recursos y lograr un mejor impacto en la condición de estos ecosistemas para aumentar su resiliencia y biodiversidad', dijo.

Jiménez coincide en que los bosques son los principales aliados para frenar los efectos del cambio climático. Por eso, mediante la Estrategia Nacional de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación del Bosque (REDD) se propone una serie de acciones para reducir la degradación y deforestación de bosques. ‘Además, el proyecto Alianza por el Millón de Hectáreas es una iniciativa público-privada que busca incrementar más nuestra captura de carbono y son uno de los tantos esfuerzos que el país está desarrollando en materia de cambio climático', explica el botánico.

Por su parte, Gómez resalta que la destrucción de los bosques traerá consecuencias graves como cambios en los patrones del clima, pérdida de la diversidad biológica, sedimentación de los ríos, aumento de las sequías y erosión de los suelos. Además, afectaría los recursos hídricos, así como también la economía del país causando migraciones, pobreza y baja calidad de vida.

Según el informe ‘Planeta Vivo', del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Panamá es el noveno país de Centroamérica que más árboles tala en la región. Por su parte, la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) señaló en 2014 que Panamá había perdido unas 540 mil hectáreas de bosques y dos millones de hectáreas de tierra degradadas.

ÁREAS PROTEGIDAS Y PROYECTOS

Según el cuarto informe nacional de Panamá ante el Convenio sobre la Diversidad Biológica del año 2010, el Istmo cuenta con 10,444 especies de plantas y está caracterizado por el intercambio biótico entre Norte y Suramérica. De estas, 9,520 son vasculares, 17 especies de gimnospermas (plantas con semillas desnudas), unas 938 especies de helechos y aliados, y 796 especies de musgos y aliados, de cuyo total, unas 1,176 son especies endémicas (solo se encuentran en Panamá).

El botánico Agustín Somosa señala que el Parque Nacional Darién cuenta con una extensión de 579 mil hectáreas de bosque protegidas. Fue creado en el año 1980 y es el mayor parque nacional no sólo de Panamá ,sino también de Centroamérica. Por su importancia fue declarado por la Unesco como Sitio del Patrimonio Mundial en 1981 y Reserva de la Biosfera en 1982.

Actualmente, MiAmbiente cuenta con proyectos como ‘gobernanza forestal y trazabilidad de madera', con el cual se busca fortalecer los mecanismos como marcos políticos que valoren todos los bienes y servicios provenientes de bosques naturales y que benefician las comunidades locales, reduciendo las tendencias de ilegalidad y degradación forestal en el país. ‘Mediante estos proyectos, también se pretende diseñar e implementar un sistema de seguimiento y control forestal ajustado a los requisitos de la ley forestal de Panamá y a las condiciones de las regiones de Darién y Panamá Este. Este proceso será útil al Ministerio de Ambiente para dar seguimiento y hacer verificación de la legalidad de los productos forestales por medio de toda la cadena de producción hasta los patios de acopio de la industria y/o de las empresas comercializadoras', detalla Somosa.

‘Por otro lado, también se aplican las normativas legales sobre delitos ambientales sobre casos de tala y tráfico de especies maderables. Igualmente, se establecieron multas para aquellas personas que inicien incendios de masa vegetal intencionalmente', confirma el botánico.

FUENTE DE OXÍGENO

Para el científico del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), Matthew Larsen, los bosques son fuente de oxígeno para la salud y si no se cuidan o protegen, las consecuencias son mayores. ‘Los bosques absorben casi dos mil millones de toneladas de carbono al año, el equivalente a una quinta parte de las emisiones de carbono del mundo, almacenándolo en su corteza, las hojas y el suelo', aclara.

Larsen añade que ‘si reducimos la deforestación en las zonas boscosas de Panamá recortamos la cantidad de dióxido de carbono que se emite a la atmósfera cada día'.

En 2016, MiAmbiente y la Fundación Albatros Media lanzaron la campaña nacional ‘Bosques vivos: conociendo los servicios del bosque para combatir al cambio climático', con el objetivo de resaltar el rol de los bosques ante esta problemática, destacando servicios ecosistémicos como la protección del recurso suelo, agua y el vínculo con la flora y fauna que en él residen.

‘Actualmente MiAmbiente está sensibilizando a la población en diferentes sedes regionales sobre la importancia que tiene conservar nuestros bosques de tierra firme y bosques de manglares como principales reductores de las emisiones de gases de efecto invernadero', acotó Adrián Jiménez.

MANGLARES, REFUGIO DE VIDA

Sin embargo, los bosques no son los únicos que sufren de las malas prácticas del hombre. Los manglares y los humedales también se ven afectados.

Actualmente la costa del Pacífico de Panamá es una de las más diversas de Centroamérica, porque predominan los manglares, que son fundamentales por su alta productividad e importancia en el equilibrio y calidad de la vida y contribuyen de manera indirecta y muy significativa en el crecimiento económico del país.

‘Los manglares, mediante un uso sostenible y adecuado, pueden usarse para turismo y deportes acuáticos', expresa Somosa y añade que en la actualidad, los bosques de manglares constituyen aproximadamente el 5.6% de la cobertura boscosa del país. Es decir unas 170 mil hectáreas, que se localizan en su mayor parte en la costa del Pacífico.

‘Los manglares son refugios de vida silvestre, por lo que es común ver insectos, aves y animales como el gato manglatero, gato solo, conejo poncho, conejo pintado, además de moluscos bivalvos, crustáceos y peces. La gente desconoce que el 87% de los recursos marinos costeros que consumimos viven sus primeros años de vida dentro del bosque del manglar', resaltó el guía de Galeta.

"Los manglares de Panamá almacenan y absorben anualmente una cantidad enorme de carbono y lo depositan no solo en sus hojas y ramas, sino también en sus raíces y el suelo", comentó Matthew Larsen.

Protegen las comunidades costeras de los fuertes vientos y de los fuertes oleajes. Por eso los manglares son una barrera natural, indicó Gómez, y agregó que Panamá cuenta con 39 humedales de los cuales cinco son de importancia internacional (Sitios Ramsar).

Ante la importancia que representan los humedales para los ecosistemas, la biodiversidad, el futuro de la humanidad y para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Panamá y otras naciones del mundo, MiAmbiente reveló algunos avances de los proyectos para la conservación de estos sitios naturales durante el foro internacional ‘Humedales para nuestro futuro, medios de vida sostenibles' realizado en febrero de 2016 en el marco de la celebración del Día Internacional de los Humedales.

‘Con estos proyectos, Panamá estaría cumpliendo con el Convenio de las Naciones Unidas contra la desertificación y sequía, que busca resaltar la importancia de la cooperación inclusiva para recuperar y rehabilitar suelo degradado y alentar a los Estados miembros aumentar zonas boscosas.

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