Anfibios : la lucha por su sobrevivencia en cautiverio

Actualizado
  • 18/11/2018 01:00
Creado
  • 18/11/2018 01:00
El proyecto de Rescate y conservación de Anfibios de Panamá, ubicado en Gamboa, tiene como objetivo recolectar diversas especies anfibios y criarlas en cautiverio para ofrecer una condición estable a estas especies

La crianza en cautiverio se ha convertido en la mejor estrategia para la sobrevivencia de los anfibios amenazados por la creciente disminución de su hábitat natural y su vulnerabilidad al hongo quítrido, principal responsable de la muerte masiva de ranas, sapos, salamandras y cecilias.

Frente a este panorama poco favorable para estos vertebrados, el proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá, ubicado en Gamboa, se ha dado a la tarea de recolectar anfibios para criarlos en cautiverio. Anualmente realizan expediciones en el río Mamoní, en Chepo; en el cerro Brujas y en el río Chagres, entre Panamá y Colón y en la Sierra Llorona, en Darién para colectar las especies con mayor riesgo de extinguirse.

Jorge Guerrel, biólogo y director del centro de rescate de anfibios, explicó que antes de iniciar estas expediciones, los científicos hacen estudios que les permiten conocer los sitios específicos donde estos anfibios construyen sus hogares. Esto permite que la búsqueda de las especies de anfibios sea mucho más rápida.

Los equipos de excursión que se dedican a la búsqueda de los anfibios están conformados por entre cinco a diez personas, dependiendo de la zona. La mejor época, según el Director del proyecto, es a veces la seca, en otras ocasiones la época lluviosa o en la transición de ambas. ‘La crianza en cautiverio se practica desde hace una década y solo busca brindar a estos animales una condición estable en su vida', indicó Guerrel.

PROCESO DE CAUTIVERIO

Una vez que encuentran las especies en su hábitat natural, los expertos recurren a colectarlas para posteriormente trasladarlas al centro.

Por lo primero que pasan los anfibios es por un periodo de cuarentena en donde en los primeros días se le aplican tratamientos contra el hongo, se desparasitan y al mismo tiempo se les proporciona alimentos de una manera regular para que ganen peso.

‘Sin nuestra ayuda es muy seguro que estos anfibios desaparezcan'

JORGE GUERREL,

DIRECTOR DEL CENTRO DE ANFIBIOS

Antes de que salgan de la guía de cuarentena, los expertos toman un total de tres muestras de piel por medio de un hisopo especial que le pasan por el vientre, laterales, patas y muslos de la rana.

A través de esta forma de remover la piel muerta de los anfibios se puede hacer una prueba de ADN que permite determinar si el anfibio está infectado con el hongo. Este proceso se destaca por ser sencillo y poco invasivo, agregó Guerrel.

Para que la especie pase a la crianza en cautiverio, los resultados de los exámenes no deben dar positivo para ninguna enfermedad, para garantizar que no se infecten otras ranas que se encuentran sanas.

La crianza en cautiverio está a cargo de cinco expertos que trabajan en el proyecto. ‘Como seres humanos debemos tratar de ayudar a cualquier especie de la naturaleza ya que lo más importante es dar un aporte a su conservación. Sin nuestra ayuda es muy seguro que estos anfibios desaparezcan, por eso necesitamos que las personas sean más pro-activas en materia de conservación', señaló el biólogo.

MEDIO DE CONSERVACIÓN

Este centro de conservación cuenta con siete contenedores equipados con aire acondicionado, sistema de riego, luz ultravioleta y fluorescente para intentar crear un hábitat semejante al de los anfibios que permita preservarlos.

Además, cuenta con dos zonas de trabajo. Una se basa en el área de producción de alimentos en la cual los expertos cultivan moscas, grillos y larvas para mantener en buen estado de salud a las diversas ranas.

La otra zona es la de reproducción, en la que actualmente ocho de once especies que se están criando en cautiverio han logrado exitosamente reproducirse .

‘Con todos estos elementos podemos dedicarnos a la conservación de las ranas panameñas y tratar de dejar un legado a las futuras generaciones. De esta manera estamos aportando no solo a Panamá si no al mundo un pequeño grano de arena en cuanto a la conservación de los anfibios. Somos un ejemplo a seguir de los esfuerzos que hemos realizado en beneficios de los animales', indicó el biólogo.

OTRA FACETA

El proyecto también cuenta con laboratorios desde donde se realizan investigaciones que buscan la cura para el hongo quítrido para así poder reintroducir a las ranas a su hábitat natural.

Tras un taller realizado hace una década se dio prioridad a las especies de anfibios que debían conservarse. Se trata de una lista de veinticinco a treinta anfibios que entraron a la categoría de especies prioritarias. ‘Los expertos coincidieron en que los anfibios deberían entrar a los diversos programas de conservación que existen, ya que estos solo tienen mayor importancia cuando están en cautiverio', apunto el biólogo.

Tras once años de este proyecto, actualmente el mismo protege un total de once especies que son: Atelopus Limosus, Atelopus Certus, Atelopus Glyphus, Atelopus Varius, Oophaga Vicentei, Andinobates Geminisae, Strabomantis Bufoniformis, Craugastor Evanesco, Tripion Spinosus, Gastrotheca Cornuta y Agalychnis Lemur.

‘Al pasar los años el interés de las personas ha estado aumentando con relación al tema de los anfibios ya que con el paso del tiempo, reciben más información. No obstante, lo que realmente buscamos es su conservación en aspectos generales', señaló Guerrel.

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