Salud y agua, una relación de interdependencia

Actualizado
  • 23/07/2021 00:00
Creado
  • 23/07/2021 00:00
Panamá requiere que las inversiones en materia de acueductos y alcantarillados sean planificadas a través del diseño de políticas públicas que establezcan los planes de desarrollo en infraestructura pública de agua y saneamiento para los próximos 10, 30 y 50 años, no solo en la capital del país, sino en todo el territorio nacional
El crecimiento demográfico implica que, a mayor población, se requerirá mayor cantidad de agua para actividades como la prevención y control de enfermedades en las poblaciones.

En la publicación 'Indicadores básicos 2019: tendencias de la salud en las Américas', Washington, D.C., 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) presenta el panorama demográfico de la región de las Américas que muestra los cambios que han ocurrido a lo largo de los últimos 25 años, presentando así el escenario para comprender mejor las características de la población y el efecto que tienen en la salud.

Esta publicación combina el panorama demográfico con algunos indicadores, como la esperanza de vida, la mortalidad, las enfermedades transmisibles y las no transmisibles, y los factores de riesgo.

Explica que, en el año 2019, la población total de la región de las Américas era de 1,010 millones de habitantes, cifra que refleja un crecimiento del 31%. Los 10 países con la población más grande constituían el 89% del total de la región, mostrando un crecimiento del 30% desde el año 1995.

Los países más poblados, según este documento, son Estados Unidos de América, Brasil, México, Colombia, Argentina, Canadá, Perú, Venezuela, Chile y Guatemala, y los menos poblados, Antigua y Barbuda, Dominicana, Bermuda, islas Caimán, islas Turcas y Caicos, Saint Kitts y Nevis, San Martín (Países Bajos), islas Vírgenes Británicas, Anguila y Montserrat.

La H. pylori se asocia a factores ambientales y/o a la carencia o deterioro de la infraestructura de agua y saneamiento. El hallazgo en torno a esta bacteria y la salud humana es que ha sido descrita como factor crítico para la ocurrencia del cáncer gástrico.

El crecimiento demográfico está asociado a varios indicadores poblacionales, como la tasa de nacimiento, las defunciones, la población en edad escolar, el número de defunciones y el número de hombres, el número de hogares en el país, los servicios de agua potable y el saneamiento, entre otros.

Además, el crecimiento demográfico implica que, a mayor población, se requerirá mayor cantidad de agua para actividades como la prevención y control de enfermedades en las poblaciones.

Lo anterior es relevante para la OPS puesto que la misma tiene como propósitos fundamentales, la promoción y coordinación de los esfuerzos de los países del hemisferio occidental para combatir las enfermedades, prolongar la vida y estimular el mejoramiento físico y mental de sus habitantes y, además, considera como sus miembros a todos los Estados americanos

Agua y salud

La relación de agua y salud es considerada por el Comité del Agua de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (Ianas) y el Programa Internacional de Hidrología de la Unesco como inmutable y, en su publicación sobre la calidad del agua en las Américas indican que el agua es imprescindible no solo para la vida, sino para las buenas condiciones de salud y bienestar humanos, puesto que más del 60% del cuerpo humano es agua; lo que convierte el acceso a la calidad y la cantidad del líquido en un aspecto fundamental, tanto para nuestra salud como para nuestro bienestar.

En esta publicación se explica que los problemas de la mala calidad del agua potable no son exclusivos de los países en las Américas que están en vías de desarrollo, ya que también se experimentan en algunos desarrollados.

Por ejemplo, los patógenos emergentes han provocado serios brotes de enfermedades transmitidas por el agua entre las poblaciones a las que sirven, un caso a citar es lo ocurrido en abril de 1993 en EE.UU., país que tuvo entonces el mayor brote de enfermedades transmitidas por el agua, en la ciudad de Milwaukee, Wisconsin, donde la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) diagnosticó que, el sistema de suministro de agua tenía más de 680,000 violaciones a los estándares de calidad, incumplimientos que expusieron hasta a 63 millones de personas en el gigante estadounidense a agua potencialmente contaminada.

Además, en esta publicación se menciona que cuando la contaminación del agua ocurre por aguas residuales (aguas negras) suelen encontrarse bacterias como la Eschericha coli (E. coli) y la Helicobacter pylori (H. pylori).

La primera, la E. coli, suele estar asociada en un alto porcentaje a las áreas rurales donde se carece de sistemas de alcantarillado, y debido a ello, el agua potable que es almacenada en tanques puede verse contaminada por malas prácticas de almacenamiento en las viviendas.

La segunda, la H. pylori, se asocia a factores ambientales y/o a la carencia o deterioro de la infraestructura de agua y saneamiento. El hallazgo fundamental en torno a esta bacteria y la salud humana es que ha sido descrita como el factor crítico para la ocurrencia del cáncer gástrico; es por esto que ha sido categorizada como carcinógeno del grupo 1, por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.

En un estudio citado en esta publicación se observaron prevalencias de H. pylori de un 72,2% en la población de Ecuador y 54,1% en la de Panamá, encontrando el gen CagA en el 45,9% de muestras de pacientes ecuatorianos y 20% de muestras panameñas.

Estos datos son importantes ya que los pacientes pueden permanecer asintomáticos y presentar la infección con el gen CagA que representa un alto riesgo de cáncer gástrico.

Otras de las enfermedades relacionadas al agua es el cólera, cuya asociación al agua puede ocurrir por la ausencia de niveles de cloro adecuados y a la existencia de conexiones de agua clandestinas.

Otra publicación científica que asocia el agua y la salud es la titulada 'Importancia del consumo de agua en la salud y la prevención de la enfermedad: situación actual' de Salas-Salvadó y otros autores, quienes enfatizan la importancia del consumo de agua en la salud y la prevención de la enfermedades al indicar que, los estudios clínicos han mostrado los beneficios de una hidratación adecuada y las consecuencias de su desequilibrio, tanto en la cantidad de agua en el cuerpo, deshidratación y sobrehidratación, como en la calidad de la misma dentro del cuerpo, es decir, el agua extracelular e intracelular.

Esta publicación concluye que la deshidratación puede causar trastornos en las actividades físicas o cognitivas de las personas, en las funciones de los sistemas del organismo, como el sistema renal o el cardiovascular, al igual que alterar el metabolismo en enfermedades crónicas como la obesidad y diabetes.

Ambas publicaciones muestran cuán dependiente es la salud humana al agua, puesto que el consumo de este líquido contaminado aumenta el riesgo de enfermedades hídricas como diarreas por infecciones gastrointestinales asociadas al consumo de agua no potable.

El crecimiento demográfico en Panamá impulsa la demanda de infraestructura de agua y saneamiento y su dependencia con la salud.

Desafíos

Panamá requiere que las inversiones en el tema de acueductos y alcantarillados sean planificadas, a través del diseño de políticas públicas que establezcan los planes de desarrollo en infraestructura pública de agua y saneamiento para los próximos 10, 30 y 50 años, no solo en la capital del país, sino en todo el territorio nacional.

Al crear los planes con sus respectivos programas de inversión en agua potable y alcantarillado, el país tendrá los proyectos que requiera para, de manera ordenada, dotar de la infraestructura requerida en agua, tanto a los hospitales, centros de salud, escuelas, áreas rurales y/o urbanas a lo largo del país, contribuyendo con esto a que la relación de dependencia entre el agua y la salud de la población del futuro próximo contemple en su desarrollo las proyecciones demográficas.

Con esto se contribuye con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque se realiza una gestión integrada del recurso hídrico.

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).

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