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Cómo crear modelos de ciudades con inundaciones controladas
- 25/11/2022 00:00

El Informe del sexto ciclo de evaluación del grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC), creado en 1988 para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta, indica que, con el calentamiento global, las zonas urbanas y las ciudades se verán afectadas por la mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor, con días más calurosos y noches más cálidas, así como por la subida del nivel del mar y el aumento de las mareas de tormenta de los ciclones tropicales, y de la intensidad de las precipitaciones, lo que aumentará la probabilidad de inundación de las ciudades costeras.
Además, indica que las zonas urbanas tienen interacciones especiales con el sistema climático, por ejemplo, en lo que respecta a las olas de calor y a la alteración del ciclo del agua, por lo que se verán más afectadas por fenómenos climáticos extremos como el calor extremo.
Con el calentamiento global, el aumento del nivel relativo del mar, junto con el aumento de las mareas de tormenta de los ciclones tropicales y la intensidad de las precipitaciones, aumentará la probabilidad de inundación de las ciudades costeras.
El IPCC explica que los asentamientos costeros del Ártico están especialmente expuestos al cambio climático debido al retroceso del hielo marino, exposición que se ha logrado obtener por las mejoras en la modelización del clima urbano, y las redes de vigilancia del clima han contribuido a comprender la interacción mutua entre el clima regional y el urbano.
El texto indica que, a pesar de tener un efecto insignificante en la temperatura global de la superficie, la urbanización ha exacerbado los efectos del calentamiento global a través de su contribución a la tendencia de calentamiento observada en y cerca de las ciudades, en particular en la temperatura mínima media anual, y el aumento de las precipitaciones medias y extremas sobre y a favor del viento de la ciudad, especialmente por la tarde y las primeras horas de la noche.
Si se combinan las proyecciones de cambio climático con los escenarios de crecimiento urbano, la futura urbanización amplificará el aumento previsto de la temperatura del aire local, especialmente por su fuerte influencia en las temperaturas mínimas, que es aproximadamente comparable en magnitud al calentamiento global. En comparación con la actualidad, se esperan grandes implicaciones de la combinación del futuro desarrollo urbano y de la mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor, con más días calurosos y noches cálidas que aumentarán el estrés térmico en las ciudades.
El IPCC prevé que tanto el nivel del mar como la temperatura del aire aumenten en la mayoría de los asentamientos costeros, y aumente el potencial de inundaciones pluviales en las zonas urbanas, donde se prevé un aumento de las precipitaciones extremas, especialmente con niveles de calentamiento global elevados.
Lo indicado por el IPCC demuestra que el cambio de uso de suelo sin planes de ordenamiento territorial (POT) macros, es decir globales, es uno de los determinantes más importantes en las ciudades que generan áreas densamente pobladas con urbanizaciones carentes de áreas verdes que permitan la retención de la lluvia, escorrentías y desbordes de ríos, quebradas o riachuelos.
Es decir, el ciclo de agua está siendo modificado al construir amplias estructuras civiles basadas en diseños tradicionales o convencionales, sin áreas consideradas para la interacción río-marea en zonas costeras, como son las áreas urbanas del Pacífico de Panamá, como Ciudad Radial, urbanización Versalles, Metro Mall, por mencionar algunas.
Un plan de ordenamiento permite al Estado planificar cómo desarrollará el territorio en los próximos 30 años al establecer qué tipo de desarrollos contendrá cada área. Es así como establece, bajo un consenso ciudadano, cómo es la ciudad en que queremos vivir, y bosqueja las actividades que serán desarrolladas en cada una de las áreas de la ciudad. Ubica áreas con el concepto de ciudad compacta, un concepto que busca que las zonas estén dotadas de cada uno de los servicios que requiere el ciudadano. Escuelas, residencias, casas, hospitales, centros recreativos, iglesias, museos y servicios públicos, son ubicados en las ciudades compactas y aumentan la calidad y expectativa de vida de quienes residen en ellas. Esto ocurre porque los ciudadanos tienen acceso a los servicios básicos que requieren sin tener que trasladarse horas entre su residencia y su lugar de trabajo, estudio y/o servicios públicos o privados.
En las ciudades compactas, se integran además la infraestructura sostenible, conocida como ciudades verdes-ciudades azules, que son estructuras cuyo diseño considera áreas proporcionales de terreno para que funcionen como zonas de amortiguamiento entre los ríos y quebradas, cuando llueve; esto permite que las inundaciones sean controladas y/o mitigadas.
Cuando se carece de drenajes sostenibles, las inundaciones ocurren de forma frecuente en las zonas urbanas, y alteran la movilidad de las personas, tanto las que allí viven, como quienes utilizan estas áreas para trasladarse de un punto a otro de la ciudad. Al inundarse un área, las pérdidas materiales son altas, y todo cuanto es inundado se contamina con las aguas del río, pues las aguas del río traen consigo aguas residuales que contienen coliformes fecales, coliformes totales, nitritos, nitratos y oxígeno disuelto bajo. Cuando el oxígeno disuelto en el agua marca niveles bajos, los organismos que habitan dentro de los ríos tienden a morir y/o a disminuir su población, causando con esto la pérdida de la biodiversidad en las zonas verdes.
Las zonas verdes (biodiversidad) requieren que los ríos, quebradas o riachuelos (zonas azules) conserven sus zonas de amortiguamiento, es decir los bosques de galería y sus planicies de inundación, de forma que, cuando el río en su comportamiento anual requiera desbordarse, las áreas urbanas cuenten con suficiente espacio para hacerlo sin afectar a quienes viven en esas zonas.
Cuando el POT es inexistente en su aplicación, se construyen edificaciones dentro de zonas cuyo uso de suelo es distinto al planeado. Así aparecen en zonas residenciales torres de edificios donde había previamente solo una vivienda unifamiliar. Esto densifica las áreas, pasando de contener las necesidades de 25 personas que vivían en 5 viviendas unifamiliares a dos torres con 200 apartamentos y 600 personas, si vivieran 3 personas por apartamento.
Para el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) las inundaciones urbanas son frecuentes en la ciudad de Panamá, y debido a las últimas lluvias, las inundaciones han generado situaciones de emergencia con pérdidas materiales y pérdida de vidas.
De allí que Sinaproc considere imperante que el Estado panameño tome las conclusiones técnicas del IPCC, y previendo el aumento del nivel del mar y la temperatura del aire, actualice la normativa de diseño de edificaciones que estén ubicadas en asentamientos costeros, considerando el potencial de inundaciones pluviales en las zonas urbanas, donde se prevé un aumento de las precipitaciones extremas.
Adicionalmente, el IPCC lleva a la reflexión de controlar el desarrollo en zonas donde el riesgo se conoce por su vulnerabilidad ante los desastres naturales.