El largo camino hacia una vida activa y saludable

  • 20/10/2014 02:00
Una experta en nutrición propaga el mensaje que la salud de mañana, vendrá de lo que comamos y bebamos desde la niñez

Desde hace muchos años, investigaciones en el campo de la nutrición han demostrado que la salud, el desarrollo y la vida futura del organismo, depende de lo que los seres humanos ingerimos y bebemos hoy. Raquel Tejada, médico nutrióloga de la República Dominicana, director médico del Centro de Nutrición Clínica (CNC) en el Instituto Oncológico de Santiago de los Caballeros y miembro del staff médico de la Clínica Corominas en la misma ciudad, realizó una gira por Centroamérica, donde el mensaje que compartió fue claro: trabajar con la base de la salud, la alimentación y la actividad física. ‘Para prevenir enfermedades en los adultos, tenemos que empezar con los niños. La frase ‘dime lo que comes y te diré de qué enfermedades padeces’, es real. Empezamos con los niños, la población más vulnerable, y que depende de nosotros, exclusivamente, para poder alimentarse’, explicó la especialista.

POR UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA

En su país de origen, ella y otros colegas, han sido testigos de la inquietud de la población sobre cómo deben alimentarse correctamente los bebés. Por eso emprendieron la tarea de desarrollar la eduación continua, a nivel público, sobre el tema. Como resultado, varias organizaciones y docentes se unieron a su causa, y el objetivo es hacerla una prioridad en la región. ‘Esta iniciativa es para enseñarles a los padres cómo fomentar buenos hábitos de alimentación, para evitar las enfermedades en su etapa como adultos. Si los niños se alimentan bien y se acostumbran a llevar un estilo de vida activo y saludable, si están predispuestos a desarrollar ciertas enfermedades, posiblemente nunca las van tener. Ésta es una medida preventiva’, añadió la Dra. Tejada.

Entre los 0 meses y los 6 años, la conducta alimentaria se forma. ‘Tenemos que identificar las diferentes etapas que el niño está viviendo, además del desarrollo de su aparato digestivo. También los instintos y los reflejos, si está en capacidad de succionar o aceptar ciertos tipos de alimentos, las formas como vamos a introducirlos en las diferentes etapas de su vida, Todo eso va a reforzar la conducta que los niños tengan frente a su alimento’. La Dra. Tejada dijo que los seis primeros meses de la vida del infante, deben ser de lactancia materna. Si la madre no puede realizarla, hay que usar fórmulas especiales. ‘A partir de ahí se utiliza la alimentación complementaria’.

Lo Nuevo