El vaginismo, un trastorno sexual que algunas mujeres ocultan

Actualizado
  • 13/06/2019 02:00
Creado
  • 13/06/2019 02:00
Este padecimiento que afecta la relación de pareja suele permanecer en la intimidad. El tratamiento dependerá de la comprensión, la comunicación y la ayuda de especialistas

Muchas mujeres en el mundo podrían estar sufriendo un trastorno que, debido a su alto impacto emocional, deciden callar desde la intimidad. Hablamos del vaginismo, un padecimiento sexual que imposibilita la penetración vaginal. Pero ¿cómo surge?, ¿por qué lo callan? ¿es posible prevenirlo?

Eliécer Pérez Rivera, psicólogo y terapeuta de parejas, explica que este trastorno se manifiesta cuando durante el coito el grupo muscular del suelo pélvico entra en espasmo y al apretar, conduce al cierre de la entrada de la vagina, haciendo que la penetración sea imposible y dolorosa.

‘Definitivamente el vaginismo es un problema que afecta a un determinado grupo de mujeres, y no respeta edad ni estatus social. Ya sea por pena o por el qué dirán, pocas se atreven a hablar del tema en público; lo peor es que lo sufren en la intimidad, junto a su pareja', asevera Rivera.

El especialista explica que se trata de una condición difícil de diagnosticar porque depende de la información que suministre la paciente y no de una valoración sanitaria.

¿Qué lo causa?

Existen cuatro tipos de

Vaginismo y cada uno tiene un origen diferente. ‘El vaginismo total es aquel donde se produce un miedo intenso a la penetración coital y la mujer lo evita de cualquier forma. No es posible controlarlo', acota el psicólogo.

Mientras que el vaginismo parcial, ‘sucede cuando se cierra la vagina durante la penetración generando grandes molestias. Por otra parte, el vaginismo primario es el que se relaciona con factores psicológicos o combinados y el vaginismo secundario, se manifiesta después de una lesión tras una cirugía, una caída, por candidiasis o cistitis de repetición', comparte .

Estudios en la materia sustentan que la mayoría de las causas del vaginismo son psíquicas. ‘El 90% de los problemas de disfunción sexual tienen origen psicológico. La falta de información y de comunicación, que conducen al miedo o temor; experiencias traumáticas o abuso sexual del pasado, factores de salud mental o una respuesta al dolor físico continuado, miedo al embarazo, temor a contraer enfermedades de transmisión sexual, experiencias dolorosas en la visita al ginecólogo, abusos sexuales, entre otras', explica un estudio del Instituto de Sexología de Barcelona.

Entre otros factores destacan los mitos culturales, así como el miedo al rechazo o al dolor. ‘Y aunque se da una evasión a la penetración, no tiene que ver con la pérdida de deseo. La mujer puede sentir deseo y excitación, incluso llegar al orgasmo por estimulación del clítoris', enfatiza Rivera.

¿Cómo afrontarlo?

El Instituto de Sexología de Barcelona asegura que en terapia sexual, especialmente en los casos de vaginismo, es muy importante la labor educativa. ‘Estas mujeres suelen tener un gran desconocimiento del cuerpo humano, especialmente de los genitales. La integración de los genitales femeninos en el esquema corporal de la mujer con este problema es uno de los objetivos de la terapia', recomienda el Instituto.

‘Definitivamente el vaginismo es un problema que afecta a un determinado grupo de mujeres y no respeta edad ni estatus social',

ELIÉCER PÉREZ RIVERA

PSICOTERAPEUTA DE PAREJAS

Aclara que la percepción de los propios genitales puede estar distorsionada y la mayoría tiene la impresión de que su vagina es muy pequeña, de que la entrada es estrecha y que es muy difícil llegar a la penetración durante el encuentro íntimo.

‘Algunos casos que se han tratado como vaginismo simple están asociados a otros problemas psicológicos, como conflictos con el rol sexual, baja autoestima, falta de habilidades en las relaciones personales y sociales, miedo a la intimidad y al éxito romántico. De las mujeres tratadas, unas reciben este apoyo y otras prefieren limitarse a tratar el problema que les había llevado a la consulta', reseña.

El Instituto también revela que el grueso de los casos de vaginismo se ha podido resolver sin que la paciente se someta a largas y costosas sesiones clínicas.

‘Este es uno de los problemas sexuales con mejor pronóstico. El 90% de los casos se resuelve favorablemente con terapia breve', advierte el Instituto.

Rivera coincide en que esta afección se puede tratar sin medicamentos ni cirugías. ‘El problema puede ser abordado por un ginecólogo, un terapeuta de parejas y un sexólogo; es decir, personal calificado que pueda asesorar o educar de manera adecuada', aclara.

Añade que otro tratamiento efectivo es la combinación de ejercicios del piso pélvico o entrenamiento de dilatación, ‘técnicas que ayudan a las mujeres a identificar, expresar y resolver cualquier componente emocional que esté contribuyendo al padecimiento'.

Para el estudioso de la conducta humana, ‘son ejercicios que la mujer puede realizar en la privacidad de su hogar, pero siempre con la ayuda de un profesional de la salud y de su pareja, porque es muy importante que el hombre esté consciente de que es un trastorno que se puede solucionar'.

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