La cuarentena no detuvo a un voluntario que entrega medicamentos a pacientes con VIH

Actualizado
  • 22/04/2020 10:17
Creado
  • 22/04/2020 10:17
Tras la implementación del cerco sanitario por la emergencia nacional, José Rodríguez continúa llevando antirretrovirales a casa de los pacientes

Además de los hombres y mujeres valientes de blanco, existen héroes anónimos que, sin ser trabajadores de la salud, arriesgan sus vidas a diario para ayudar a los demás durante la crisis sanitaria por la diseminación del Covid-19.

La organización Viviendo Positivamente y el Observatorio Ciudadano, con el apoyo de Onusida revelan la historia de Juan Rodríguez (nombre ficticio), un joven de 35 años de edad de La Arena de Chitré, Panamá.

De manera voluntaria, José decidió apoyar al equipo de la Clínica de Terapia Antirretroviral del Hospital Cecilio Castillero en la provincia de Herrera, coordinado por Margginna Aranda, médico coordinador de las Clínicas Amigables/Vicits.

José realiza entregas de medicamentos antirretrovirales (ARV) desde hace un año a las personas que viven con VIH en las provincias de Herrera y Los Santos que, por diferentes razones, no pueden llegar hasta las instalaciones de salud a retirarlas.

Tras la implementación del cerco sanitario por la emergencia nacional de salud debido a la pandemia del Covid-19, José se reunió con Aranda para solicitarle un salvo conducto que le permitiese seguir entregando los medicamentos ARV, previendo las medidas de mayores restricciones de movilidad propuestas por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Seguridad del país.

Equipado con las medidas de seguridad establecidas por el Ministerio de Salud para evitar el contagio del Covid-19, el joven activista sigue llevando los ARV a todas las personas en su región que, ya sea que por razones económicas, restricciones de movilidad sanitarias o estigma y discriminación no las pueden buscar.

"La decisión d de continuar realizando esta labor pese a los riesgos la tomé convencido de las dificultades que tienen algunos que por una serie de situaciones no pueden o quieren buscar sus medicamentos", dice José. "De igual forma al hacer esto he conocido muchas de las realidades que viven mis pares y he logrado una buena relación, empatizando con cada uno de ellos. Al igual crezco como ser humano y activista", añadió.

Su labor no sólo se limita a la entrega de los medicamentos ARV, sino que a través de su gestión se ha logrado hacer más efectiva la comunicación con personas que viven con VIH, algunas de ellas habían abandona sus terapias.

Con su activismo, José ha logrado que cerca de 20 personas con VIH retomaran su tratamiento ARV y regresaran la atención de salud con el equipo multidisciplinario de la Clínica de Antirretrovirales para Atención del VIH/Sida (Clínica TARV).

José es uno de esos héroes anónimos que son invisibles en esta guerra pero necesarios, sin su ayuda el tratamiento de algunos de los pacientes se interrumpiría.

Onusida continuará los esfuerzos de apoyo a sus aliados de las comunidades y la sociedad civil durante este difícil tiempo, poniendo en práctica las lecciones aprendidas de 40 años de la respuesta al VIH.

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