'Podríamos tener una vacuna menos efectiva', pero que permitiría salvar vidas

Actualizado
  • 16/05/2020 15:30
Creado
  • 16/05/2020 15:30
Expertos consideran que será improbable lograr obtener una vacuna efectiva en 18 meses

Desde el principio de los indicios de la epidemia del nuevo coronavirus se han vislumbrado dos posibles caminos: el de conseguir una vacuna y el escenario de tener que vivir con el virus por tiempo indefinido. Pese a que muchos científicos internacionales se han dedicado a buscar el camino hacia una vacuna efectiva —la OMS indicó que están trabajando en más de 20 vacunas—, que pueda inmunizar a la población que no ha sido contagiada, muchos han aceptado la idea de que hará falta más tiempo para desarrollarla y distribuirla.

En vista de que el número de contagiados y fallecidos por el Covid-19 aumenta cada día, la carrera contrarreloj se agudiza más para los médicos y cuerpos de asistencia sanitaria en países con alto índice de positivos. ¿Qué podría suceder si no se desarrolla una vacuna que neutralice la enfermedad infecciosa? El profesor de salud global en el Imperial College de Londres, David Nabarro, dijo a The Observer que el mundo tenía que "darse cuenta de que una vacuna podría no ser posible". "No necesariamente se desarrolla una vacuna que sea segura y efectiva contra todos los virus", dijo al periódico.

En el caso de que una vacuna sea imposible de desarrollar o de producir en diversos países, Nabarro enfatizó: “Vamos a tener que encontrar maneras de seguir nuestras vidas con este virus como una amenaza constante". Aún así, el experto considera que valdría la pena desarrollar una vacuna parcialmente efectiva, que si bien “no no son capaces de proporcionar [altos niveles de] inmunidad”, pueden proporcionar “suficiente protección para que la gente no contraiga una enfermedad grave”.

"Así que podríamos obtener una vacuna que es bastante menos efectiva pero lo suficientemente efectiva, que si vacunáramos a todos los que tienen un alto nivel de muerte por esto... podríamos ser capaces de reducir masivamente las muertes incluso si todavía hubiera infecciones naturales", indicó a Business Insider.

Según el sitio web de la OMS se encuentran ocho vacunas experimentales para pruebas en humanos infectados.

Conseguir una vacuna que sea capaz de inmunizar a toda la población en riesgo podría ser un caso imposible, sin embargo, no sería la primera vez que sucede en la historia de enfermedades infecciosas existentes en el mundo. De esta manera, Nabarro enfatizó: "Hay algunos virus contra los que todavía no tenemos vacunas; y no podemos suponer de forma absoluta que se encontrará una vacuna, o que si se encontrase, que pasará todas las pruebas de eficacia y seguridad".

La llegada de una “nueva normalidad” podría verse opacada por el tener que aprender a vivir con la “constante amenaza” del coronavirus como de cualquier otra enfermedad viral. La reapertura de los países de manera paulatina podría ayudar a los ciudadanos a aprender la precaución que se necesitará para mantenerse libres del virus — ya que la llamada “inmunidad comunitaria” (que se logra cuando el 70% de la población contrae la enfermedad y se inmuniza naturalmente) podría ser contraproducente sin un tratamiento efectivo para eliminar el virus del organismo—.

La probabilidad de que las pruebas y el rastro físico se vuelvan parte de nuestras vidas a corto plazo es alta, así como escenario de instrucciones abruptas de aislamiento en muchos países. Y sin una vacuna, rebrotes del virus podría ocurrir anualmente causando un incremento en las cifras de muertes alrededor del mundo indefinidamente. Algunos médicos expertos consideran optimista pensar en una vacuna efectiva desarrollada en 18 meses o menos, algo que nunca se ha logrado para ningún tratamiento de esta clase.

“Nunca hemos acelerado una vacuna a un año o 18 meses”, dijo el Dr. Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine en Houston a CNN. “No significa que sea imposible, pero será un logro heroico y me sorprendería mucho si tuviéramos algo en 18 meses”, aseguró.

Es posible que el coronavirus se una a la larga lista de enfermedades mortales e infecciosas que no cuentan con una cura o vacuna: el caso más destacable siendo el VIH (Sida), que desde 1984 se encuentra sin vacuna. Hasta ahora pasaron 36 años y hubo 32 millones de muertes. Otro caso que no ha hallado una vacuna es el dengue, enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti y que se contagia de humano a humano a través del contacto; actualmente unas 400 mil personas por año son contagiadas, especialmente en Latinoamérica, según la Organización Mundial de la Salud.

Y no es que no se haya invertido horas y trabajo en lograr vencer a estas enfermedades, sino el proceso detallado y cuidadoso que se debe llevar a cabo al desarrollar una vacuna. Primero se requiere obtener un conocimiento previo sobre las características biológicas e inmunológicas del patógeno (que puede ser virus, bacteria, o parásito). Luego, se necesita sintetizar el candidato vacunal y desarrollar ensayos que permitan evaluar su eficacia, para así —si los pasos anteriores han sido exitosos—, cumplir todos los requisitos legales que demandan su distribución a hospitales.

El dengue es una de las enfermedades infecciosas que no tiene vacuna e infecta a más de 400 mil personas al año a través del mosquito Aedes Aegypti.

"Estamos tratando con sistemas biológicos, no estamos tratando con sistemas mecánicos. Realmente depende mucho de cómo reacciona el cuerpo", contó Nabarro a CNN. Hizo hincapié en la necesidad de “trabajar para estar preparados” contra la Covid-19 en caso de que las sociedades deban reabrir sin el acceso a una vacuna ya que, en el peor de los casos, “el coronavirus podría estar presente en el mundo por muchos años”.

“El confinamiento no es sostenible económicamente, y posiblemente tampoco políticamente”, dijo el médico Keith Neal al diario Clarín. “Así que necesitamos otras cosas para controlarlo”. Eso significa que a medida que los países permitan la circulación de la población el sistema público de salud debe fortalecerse, así como la existencia de un nuevo “contrato social” que permita a las personas que presenten síntomas de resfriado o identificables como coronavirus aislarse de manera voluntaria.

Incluso, la manera  de ver el trabajo será revolucionada y las empresas deberán depender aún más del teletrabajo como una fuente de productividad indispensable dentro de las estructuras laborales en los países. “Será difícil hacerlo en las naciones más pobres”, agregó Nabarro, por lo que enfatizó el encontrar formas de apoyar a los países en desarrollo, lo que podrá ser “particularmente difícil políticamente, pero también muy importante”. Entre los sectores de mayor vulnerabilidad y preocupación, destacó los asentamientos de refugiados y migrantes.

"Creo que habrá una vacuna: hay mucho dinero, hay mucho interés y el objetivo es claro", dijo a la cadena norteamericana, Paul Offit, un pediatra y especialista en enfermedades infecciosas que coinventó la vacuna contra el rotavirus (SARS).

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