La terapia sexual como clave para superar las crisis en una relación

Actualizado
  • 21/10/2021 00:00
Creado
  • 21/10/2021 00:00
Se trata de un aliado para resolver las dificultades sexuales de hombres y mujeres que puede considerar para enfrentar los momentos de crisis, de la mano de profesionales
Hablar de sexo e intimidad inicialmente puede parecer incómodo, pero los terapeutas sexuales están capacitados para identificar y explorar inquietudes sexuales.

Hablar de los problemas sexuales en pareja (inhibición, inapetencia del deseo sexual, vaginismo, dificultades en la excitación, disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia, entre otros) no es tan fácil, especialmente porque la mayoría de las personas que pasan por esta situación pueden sentirse avergonzadas, culpables, fracasadas y derrotadas tanto en la vida como frente a su pareja. Sin embargo, no todo está perdido, según expertos, la terapia sexual es la solución para superar esas dificultades que enfrentan tanto los hombres como las mujeres y que les impide disfrutar de una sexualidad plena.

Alba Ortiz, psicóloga y colaboradora en el Centro de psicología clínica y de la salud (ACM), en Madrid, España, reconoce que la terapia sexual es un tipo de psicoterapia que puede ayudar a las personas que experimentan dificultades en su vida sexual y amorosa porque sufren algún trastorno sexual o bien no se muestran a gusto con su intimidad física. “Las disfunciones sexuales, los problemas de identidad de género, las parafilias (exhibicionismo, voyeurismo), los conflictos respecto a la orientación sexual e incluso problemas derivados del abuso sexual, son algunos de los temas que se abordan en las sesiones psicoterapéuticas”, describe la experta en el sitio oficial de ACM.

Según Ortiz, la terapia sexual suele asociarse muchas veces con la terapia de pareja, porque este tipo de problemas puede afectar a los dos miembros de la pareja cuando ocurren en el seno de la relación. Y es que los momentos íntimos con la pareja juegan un papel muy importante en la unidad y estabilidad de esta e influyen en la salud emocional de sus integrantes.

Para Eliécer Pérez Rivera, psicólogo y psicoterapeuta de parejas, la terapia sexual también conocida como terapia sexológica está diseñada para reducir los problemas sexuales de la pareja a partir del diálogo y terapias con guías profesionales que ayuden a orientar a la persona con sus problemas o disfunciones para que descubra cómo disfrutar sexualmente. “La terapia sexual es una de las tres modalidades de la intervención sexológica como la educación, el asesoramiento, la terapia sexual en aquellos trastornos sexuales que padecen hombres y mujeres, sea cual sea su orientación e identidad sexual, su edad, la duración de la relación. Lo que se busca es la solución al problema”, expresa.

Los masajes y algunas técnicas eróticas pueden coadyuvar en la solución de problemas sexuales.

También explica que a diferencia de la terapia sexual, la terapia de pareja afronta las dificultades y las interacciones que surgen en el día a día, en todos los niveles: afectivos, convivenciales, de crianza, expectativas de futuro... “Es decir, situaciones que acaban produciendo conflictos que, de no ser resueltos, necesitan de una terapia orientada a la comunicación afectiva y efectiva entre los miembros o a la valoración de necesidades y posibilidades”.

Entre las dificultades y trastornos comunes “encontramos la eyaculación precoz, los problemas de erección, las dificultades propias de los cambios bio-psico-sociales a lo largo del ciclo vital, las dificultades en el orgasmo y el deseo, así como las desavenencias en las preferencias de cada miembro de la pareja y sus conflictos asociados”, señala Pérez, y agrega que estos trastornos sexuales pueden tener diferentes causas y, por ello, los profesionales que las tratan pueden pertenecer a campos profesionales diferentes, es decir, un proceso interdisciplinario.

“En general, la terapia sexual la analizan psicólogos, médicos con formación especializada en sexología, sexólogos clínicos, quienes trabajan de la mano para lograr resolver el problema de raíz. De esta manera, la terapia sexual va más allá de la evaluación médica y la realización de procedimientos quirúrgicos o el uso de medicamentos, los cuales en muchos casos no son necesarios. El uso de técnicas provenientes del mundo de la psicoterapia proporciona a los pacientes, en un contexto profesional, poder expresarse sin temor a ser prejuzgados”, reconoce Pérez.

¿Cuándo acudir a terapia?

De acuerdo con la psicóloga Ortiz, es necesario destacar que no es indispensable tener problemas graves para acudir a este tipo de terapia, pues la terapia sexual también puede ser útil para tratar otros asuntos. Por ejemplo, para variar y enriquecer el repertorio erótico de la pareja o para desarrollar habilidades sociales en el ámbito de la sexualidad. Al inicio de la terapia sexual, siempre se evalúa cuidadosamente cada caso particular para determinar cuál es el tratamiento más adecuado.

La terapia sexual generalmente es proporcionada por psicólogos, médicos o sexólogos clínicos.

“Cuando queremos empezar a trabajar con una pareja que tiene dificultades en su sexualidad, recomendamos siempre que se trabaje en conjunto con ambos miembros de la relación”, menciona.

A su vez, explica que muy a pesar de que el síntoma de una disfunción sexual puede mostrarse solamente en uno de los dos miembros de la pareja... “esta afecta a los dos y puede tener consecuencias negativas para su vida conyugal. De ahí la importancia de que el trabajo se haga conjuntamente con los dos miembros de la pareja. Incluso, en algunas ocasiones, el miembro de la pareja que no presenta la sintomatología puede incidir directa o indirectamente en la dificultad”, afirma la experta de ACM.

Mientras que Carmen Sánchez, sexóloga y codirectora del Instituto de Sexología de Barcelona, recomienda en una publicación de la revista digital Cuídate Plus asistir a terapia sexual cuando la persona de manera individual, uno de los miembros de la pareja o ambos detectan que sus relaciones sexuales son insatisfactorias por alguna disfunción concreta o bien porque, en general, siente o sienten disconformidad o malestar.

Sánchez opina que la falta de información y, sobre todo, de educación sexual dificulta la búsqueda de ayuda cuando surgen problemas con la sexualidad y también provocan unas actitudes negativas y una vivencia sexual más culpabilizadora que facilita la aparición de problemas sexuales.

Aunque la sexología y la terapia sexual ya forman parte de nuestra cultura, aún hay muchas personas que se resisten a buscar ayuda. Según Sánchez, las mujeres suelen pedir ayuda antes, pero muchas veces después les cuesta más implicarse en el proceso terapéutico. En cambio, cuando un hombre aparece en consulta tiene claro que quiere solucionar su problema y se compromete mucho más. “Para mí es síntoma de buen pronóstico que los dos vengan a la primera sesión”, resalta.

Por su parte, el psicólogo Pérez reconoce que muchos problemas derivados de la sexualidad tienen que ver más con la mente que con la capacidad fisiológica para realizar un acto sexual. Admite que el ser humano tiene la característica de que se siente tal como piensa, y “nuestro pensamiento influye entonces en nuestras acciones”.

“Al ser la sexualidad la mezcla de factores tanto físicos como psicológicos, la forma en que pensamos influye en nuestro desempeño sexual, por ello es importante la terapia sexual para poder canalizar esos pensamientos”, enfatiza.

Insiste en que mediante la terapia sexual, las personas pueden aprender a expresar sus inquietudes de manera clara, a comprender mejor sus propias necesidades sexuales y a entender mejor las necesidades sexuales de su pareja. “Una terapia sexual eficaz requiere confianza y buena comunicación con su terapeuta, sexólogo clínico o con un profesional en relaciones de parejas”, expresa.

Según Aarp Fundation, una organización estadounidense que trabaja para restablecer oportunidades para las personas mayores de 50 años que enfrentan desafíos significativos, la terapia sexual tuvo su origen en los años 60, cuando William Masters y Virginia Johnson, pioneros en la investigación sexual, demostraron que una combinación de educación sexual, masajes mutuos del cuerpo entero y técnicas eróticas concretas podían resolver muchos problemas sexuales. Algunos problemas sexuales fundamentales –por ejemplo, la eyaculación prematura– existen independientemente de la relación. Pero la mayoría de los enigmas sexuales tiene que ver con la relación y la actividad sexual.

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