Así es la casa del gigante chino: innovación que no parece quebrarse

Actualizado
  • 20/11/2019 11:57
Creado
  • 20/11/2019 11:57
Un recorrido por la sede principal de Huawei, la empresa fundada por Ren Zhengfei. Fuimos hasta China para transitar en los laboratorios de prueba y conocer los centros de innovación y desarrollo. Una visita que denota, poderosamente, que Huawei ha sorteado el veto norteamericano y que está dispuesta a ofrecer la tecnología 5G sin componentes de EEUU

Desde que Donald Trump vetó a Huawei, acusada de espionaje e incluida en una lista negra de empresas sancionadas, la compañía ha intentado demostrar que se extiende por el mundo y que se ríe, a carcajadas, del veto americano. Una afirmación que pudiera ponerse en duda si no se conociera las entrañas de esta empresa china.

La ciudad que hace 39 años era un pueblo de pescadores es uno de los centros tecnológicos más importantes del mundo: allí hay leve sensación de que estás en una máquina del futuro. Es Shenzhen, en la provincia de Cantón, a dos horas de Hong Kong, el sitio que vio nacer a Huawei y que crecieron juntas en cámara rápida. 

Este lugar, como ningún otro, es impresionantemente nuevo, es como una postal azul de rascacielos del mañana inundada de flores; y cualquier ciudadano común puede presumir que ya entran en la tecnología 5G, ese niño prodigio de la compañía de Ren Zhengfei.

Hay imágenes propias del crecimiento y desarrollo chino. Una de ellas recurrente, multiplicada, son los edificios imparables de Huawei. Cada una de sus fachadas invita a cruzar la puerta y sumergirse en el presente que para los occidentales es un avance desconocido. Si se camina por sus pasillos e instalaciones, se respira progreso.

 En las paredes se muestra el afán de la empresa de mostrar que el sueño de su fundador ahora es palpable: 180,000 empleados en 170 países, un logro que se debe al impulso en la investigación, entre otros factores, la renovación de la junta directiva cada cinco años o el modelo de acciones distribuidas entre más de 90 mil empleados, “un ejemplo adoptado por el mundo occidental”, cuenta Xisheng Jiang, vicepresidente Senior , que forma parte de la compañía desde 1989.

Fábrica de teléfonos inteligentes

En Dongguan, a 45 minutos de Shenzhen, se encuentra una de las plantas de producción de stmarphones. La gente que va a ver, con explícita curiosidad, cómo en segundos se arma un celular, debe someterse a estrictos controles de acceso y vestimenta.

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Se pregunta uno si es verdad que 2,400 celulares se ensamblan en más de 10 horas de proceso. Aquí está prohibido tomar fotografías, videos… Los creadores guardan celosamente sus patentes.

Enfundados con una bata blanca, gorro y zapatillas azules, al estilo quirófano, se camina dentro del laboratorio, sobre una línea especial y a una distancia prudente de las exuberantes máquinas blancas de última generación que fabrican los celulares. “107 ensambladoras y 17 operarios humanos por línea”, explica la guía que acompaña.

“Cada nave de la planta  posee múltiples funciones de montaje, todas empiezan con la construcción de placas madre, luego ensamble de hardware. Tras ello, pasamos por las instalaciones y pruebas de software, pruebas de cámara y pantalla táctil…”, va explicando la especialista mientras camina.

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Es casi imposible ignorar que, al fondo, una fila de teléfonos descansa sobre una superficie, mientras dedos robóticos prueban sus pantallas. Aquí hay un ejemplo de que los robots, poco a poco, sustituirán el recurso humano.

Todo termina con cajas enormes en las que se guardan múltiples unidades. El proceso permite que cada 28.5 segundos el técnico que embala tenga en sus manos la caja ya sellada con el celular, listo para conquistar el mercado. Asombra que uno de los tantos robots que transita en los pasillos del luminoso laboratorio, se acerca cuidadosamente a una cinta, donde recoge la caja de diversas unidades idénticas.

La pequeña Europa en China, donde se gesta la evolución tecnológica

Para esta empresa, la investigación es el bastión. A unos cuantos kilómetros de la fábrica de móviles, se encuentra Ox Horn, una pequeña Europa que acoge a los genios digitales de Huawei, como si de un temblo de conocimiento se tratase.

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Caminar por sus calles es repasar a Verona, París, Oxford. Allí, en ese lugar, la creatividad de casi 25 mil empleados se eleva a su máxima expresión. Todas las instalaciones están comunicadas por un curioso tranvía rojo que recorre 7.8 kilómetros.

Unos 4 mil millones de dólares es la inversión a la Investigación y Desarrollo (R+D en sus siglas en inglés), en los últimos cuatro años. “La alta inversión en este sector ha sido una de nuestras estrategias”, sentencia Eric Zhao, ingeniero especializado en 5G. De hecho, esta cantidad impulsa a los 46 centros de investigación de Europa, Rusia, India, y América más los 36 laboratorios abiertos.

5G, el nuevo paradigma de las comunicaciones y el gran 'temor de Estados Unidos'
El presidente, Donald Trump, y el fundador de Huawei, Ren Zhengfei.

El conflicto entre Huawei y el gobierno de Donald Trump va más allá de un simple veto. Hay quien cree que Trump ve a Huawei como una amenaza, por ser la única tecnología que compite con las norteamericanas, una premisa que no acepta del todo Huawei, sin embargo matiza: “Nosotros no sabemos por qué el gobierno de Trump se preocupa tanto. Los norteamericanos eran un ponente en 2G. Era muy competitivo, pero debido a su falta de transparencia y aislamiento, se quedó atrás”, apostilla Jiang Xisheng, secretario de la Junta Directiva de Huawei. “Estados Unidos va perdiendo su control de mercado. Y también su capacidad de supervisión”, agrega Jiang.

“Nosotros somos líderes en tecnología 5G. Esta será compartida con todos, no exclusiva de China. Tal vez los problemas con Estados Unidos nos haga presentar algunos problemas con los dispositivos más viejos, pero en el futuro tendremos resultados muy positivos”, explica el VP que trabaja en la compañía desde 1989.

Washington manifestó que teme que Beijing pueda usar el desarrollo de Huawei para espiar a otros países, pero no ha proporcionado evidencias desde que lanzó el señalamiento. “Huawei es una empresa totalmente privada y cumple las normativas de chinas y del mundo”, dijo el directivo.

“Debido a las restricciones americanas, nuestras cooperaciones han sido afectadas, por ejemplo en piezas, software y de ecosistemas. Hay empresas de Estados Unidos han expresado su voluntad de seguir cooperando con nosotros”, aclara Jiang. “Estamos afectados por esas restricciones, sobre todo el marco operativo de Google y estamos buscando otro ecosistema que lo sustituya”, reconoce en un encuentro con seis medios panameños en China.

La tecnológica del país asiático ha firmado  más de 60 contratos comerciales de 5G con los principales operadores del mundo, incluyendo América Latina, un tipo de innovación que vienen maquinando desde el 2009, según relata Eric Zhao, especialista de la quinta generación. “Con 4G cambiamos nuestra vida, con 5G cambiamos la sociedad”, añade.

Drones, vehículos autónomos, ciudades inteligentes, reconocimiento facial, operaciones dirigidas y hasta coberturas periodísticas inimaginables son parte de las bondades que lleva en sus hombros esta reina de las revoluciones. “1G solo tarda tres segundos en descargarse”, expone Zhao. Mayor velocidad, ahorro de energía y cobertura incluso en aglomeraciones, es lo que se avecina con esta tecnología.

Oportunidad en crisis y foco de atención

La empresa cada vez coloca más móviles por el mundo, 66.8 millones en el último trimestre, según la consultora Canalys. Un dato que supone que el conflicto con los estadounidenses no salpicó considerablemente las finanzas de la compañía china.

Así lo constata Daniel Joseph Kelly, vicepresidente de comunicaciones de Huawei. “Nuestras ganancias han alcanzado un nivel de 24% más alto que el año pasado. Las ganancias totales fueron de más de 100 mil millones de dólares. Estamos trabajando arduamente. No tenemos tantos clientes en los Estados Unidos. Allá nuestro negocio no está mejorando, pero alrededor del mundo sí”, revela.

Para Kelly tampoco ha habido manchas en la reputación: al contrario han encontrado una oportunidad: “Vine a este país (China) a trabajar en Huawei. Mi madre, que está en Europa, jamás había escuchado hablar sobre esta empresa. Tras todo el conflicto con Trump, Huawei no para de exponerse en los medios. Se habla todos los días. Ya ella la conoce”, sonríe con picardía. .

Se avecina la 5G en Panamá 

La revolución de la tecnología de la quinta generación (5G) cada vez está más cerca de implementarse en Panamá y en los países del mundo entero.

Hace apenas unos días, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) informó que “abrió paso a la tecnología 5G para las telecomunicaciones móviles en la república de Panamá, en atención a las recomendaciones internacionales”.

La Autoridad, que regula y fiscaliza los servicios públicos, explicó que a través de la Resolución AN No. 15710-Telco de 4 de octubre de 2019, se identificó la banda de frecuencia de 1427 MHz a 1518 MHz, conocida como Banda L para desarrollar el servicio de telefonía móvil celular y de comunicaciones personales (PCS), definidos globalmente como Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT).

La empresa de telecomunicaciones mexicana Claro, propiedad del magnate Carlos Slim, se comprometió a invertir $300 millones en tecnología y redes móviles de quinta generación (5G), anunció el ministro consejero panameño para la inversión extranjera, José Alejandro Rojas Pardini.

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