Pensemos un momento en las nuevas tendencias postcuarentena

  • 28/04/2020 00:00
A nadie le gusta tratar de “adivinar el futuro” en un artículo, sobre todo porque queda en archivo y cuando uno no acierta, siempre pueden reflotarlo y usarlo para mostrar lo desacertado que uno fue.

A nadie le gusta tratar de “adivinar el futuro” en un artículo, sobre todo porque queda en archivo y cuando uno no acierta, siempre pueden reflotarlo y usarlo para mostrar lo desacertado que uno fue.

Yo no temo, pues tengo claro que la única forma de no equivocarse nunca, es no haciendo nada. En vez de repetirme listando los problemas que tenemos que enfrentar, voy a tratar de exponer algunas de las tendencias que hemos venido revisando y en algunos casos trabajando en nuestro think tank. Es momento de exponer ideas nuevas, para así poder incorporarlas a lo que cada uno esté planeando hacer en los próximos meses.

Vamos a vivir una situación muy curiosa, un mundo ultra local en lo físico y ultra conectado en lo digital. Creo que todos esos emprendedores que fabrican cosas a mano, que hacen comida, ropa, servicios y afines localmente, van a tener una oportunidad para mover sus productos. La cadena logística va a estar resentida un tiempo y las personas no van a estar inclinadas a mover mercancías desde lejos. Además, ya se ven algunos países promoviendo la idea de “consumir lo local” para impulsar la economía. Esta ventana hay que aprovecharla para crear productos y servicios de calidad internacional; si los emprendedores piensan que pueden sacar ventaja de la tendencia para venderle “cualquier cosa” al mercado, van a perder los clientes en cuanto la situación cambie.

Las experiencias digitales van a tener una oportunidad, pero ojo, hacer una video conferencia no es una experiencia completa. Hemos visto en estos días a las empresas y conferencistas salir a ofrecer su contenido esperando que las personas se enganchen. Pero aquellos que logren pensar en modelos de negocio, que usen lo digital como parte integral de su diseño y no como un “parche”, van a captar un espacio del mercado. Deberíamos ver surgir opciones de realidad aumentada, con integración al “internet de las cosas”, y así crear servicios realmente digitales y de telepresencia.

La logística de última milla está siendo clave para el manejo de envíos, tales como comida o medicinas. Creo que a este tipo de concepto le cabe más innovación y mejor atención al cliente. Se necesitan nuevas aplicaciones, opciones sin huella de carbono e incluso robots como ya se prueba en algunos países.

La bicicleta está ocupando un espacio importante en el mundo en este momento, no contamina y evita las aglomeraciones de los sistemas masivos de transporte. Creo que pensarse modelos de negocio basados en un ecosistema de movilidad sostenible, abrirá un nuevo compás para emprendedores perspicaces.

El comercio electrónico no avanza a la velocidad que debería, en parte por los problemas del pago en línea. Nuestro país tiene plataformas muy costosas y no tiene facilidades para que las de más uso en el ámbito internacional, puedan aterrizar pagos en cuentas locales. Creo que por fin llegó el momento de cambiar este asunto.

Por último, creo que las personas van a estar más abiertas a modelos de negocio basados en bienestar, lo ecológico, lo que no daña el ambiente, lo socialmente responsable. Esta situación nos ha hecho entender que debemos cambiar nuestros patrones de consumo por unos más sensatos; hay pues un campo inmenso para todos esos innovadores que llevan años impulsando este tipo de ideas. Espero que puedan aprovechar esta ventana de oportunidad.

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