El papel de la ciberseguridad generacional en el ecosistema digital

Cada generación tiene una labor en el plano tecnológico que puede ser vista desde diversos ámbitos. Y uno de los temas en juego es la seguridad informática o ciberseguridad.

El vicepresidente de ventas para Latinoamérica de Appgate, David López, analizó este tema en una entrevista.

La generación Z (nacidos entre 1997 y 2010), integrada por los centennials, obedece a la “primera generación de nativos digitales”, explicó.

“Antes de ella, quienes participamos en el mundo digital (generación X y millennials) somos migrantes digitales. En este sentido, esta generación es mucho más sensible al mundo digital y a los riesgos digitales que este mundo acarrea. Saben moverse en él, podría decirse que tienen más destreza digital que otras generaciones”.

“En consecuencia, su nivel de exposición es menor porque hay una mayor precaución con respecto a quién puede tener acceso a su identidad digital, así que presentan un alto nivel de habilidades básicas en ciberseguridad. Sin embargo, su sed de consumo digital e innovación los hace propensos a ceder sus datos, renunciar a parte de su intimidad, con tal de disfrutar de productos y servicios”, remarcó.

Por otro lado, los milennials son más propensos a sufrir secuestros de datos; sobre esto, López agregó que “esta generación suele tener un contacto más relajado con las redes sociales, en las que constantemente están compartiendo información, lo que puede facilitar el hecho de que sufran este tipo de ciberataques”.

“Su actitud proactiva hace que el 39% de los millennials esté dispuesto a pagar por el rescate de su información, con el fin de continuar con su trabajo lo más rápido posible, tal y como reveló el estudio de Nippon Telegraph and Telephone Corporation (NTT) sobre la ciberseguridad”, alegó el ejecutivo.

Los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) continúan siendo una parte esencial del sector cibernético. A pesar de que muchos cuenten ya con la edad del retiro, también disponen de “inteligencia emocional y ética laboral; también tienen décadas de experiencia con los grandes cambios tecnológicos, y conocimientos de base sobre los que se construyen muchos de los modelos de ciberseguridad actuales”, argumentó López sobre el papel fundamental que posee esta generación que data de la finalización de la II Guerra Mundial.

La generación X (nacidos entre 1965 y 1980) o conocidos también como 'la juventud de los años 80, “ha tenido un contacto continuo con la tecnología como migrantes digitales, y por ende con la ciberseguridad. Ellos son el puente entre los más viejos y los jóvenes, pues han presenciado la transformación de lo analógico a lo digital, y han visto el surgimiento tanto de las nuevas tecnologías, como de los riesgos que han emergido con ellas”.

La ciberseguridad es un aspecto importante para la protección de datos de una empresa. Con relación a este aspecto, López se refirió a que es importante contar con un modelo que priorice la seguridad informática, ya que “ayuda a reducir considerablemente el riesgo de ataques en cada una de las operaciones”.

“Hemos visto como muchas multinacionales se han visto afectadas por el mal manejo de la ciberseguridad en sus sistemas, aunque la empresa como tal no tenga relación con la creación de productos tecnológicos. Es posible proteger la información de la multinacional y también su reputación al proteger los datos relacionados con sus clientes”, profundizó.

El vicepresidente de Appgate comentó algunas de las claves para tener un método de ciberseguridad confiable y rentable.

“La ciberseguridad es un tema que relaciona una gran cantidad de actores dentro de un mismo sistema, que van desde el uso de equipos óptimos, pasando por conexiones seguras, hasta permisos y privilegios de los usuarios en el uso de la información”.

El ejecutivo recomendó la implementación de la filosofía 'Zero Trust', en la que se vea cada elemento del sistema como una posible amenaza para el ecosistema en general, “con este método, es posible reducir al máximo los riesgos para las operaciones de las organizaciones; tomando como base un modelo preventivo, que evite costos inesperados mucho más grandes derivados de un ciberataque”.

López afirmó que es importante que las multinacionales tengan una ruta de trabajo, para que las diversas generaciones puedan intercambiar conocimientos y entre todas puedan apoyarse.

“Deberían pensar en la mejor manera de transmitir los conocimientos y experiencias para articular a cualquier tipo de trabajador, sin importar a qué generación pertenece, para aprovechar al máximo sus habilidades y afrontar de la mejor manera los retos en la migración de los sistemas heredados”.

Con relación a esta premisa, también argumentó la importancia de la diversidad generacional que debe haber en las empresas dedicadas a la ciberseguridad.

“Creo en la diversidad en todos los sentidos, más allá de las diferencias etarias, es de gran aporte para el mundo de la tecnología. Tener experiencias e ideas desde muchas áreas y perspectivas, abre el panorama a innovaciones, mejoras y creaciones que llevan a la humanidad cada vez más lejos”.

La generación Z puede “tomar dos caminos contrarios”, en cuanto a su impacto dentro de la sociedad.

“Por un lado, al tratarse de una generación ávida de consumir productos digitales puede fomentar que la tecnología profundice irrestrictamente en la recolección de datos y el monitoreo de los usuarios a través de redes sociales, internet de las cosas, juegos en línea, etc. Sin embargo, esta generación le puede dar la vuelta a ese panorama al exigir mejores servicios con un mayor respeto de la privacidad y el tratamiento de sus datos”, apuntó López.

Puntualizó que “estamos hablando de la primera generación que es plenamente consciente de lo que significa habitar un mundo digital, y en consecuencia, de una generación que tiene todas las herramientas para transformar ese mundo en un sitio que sea más respetuoso con los usuarios”.

Para finalizar, añadió que cada generación puede aportar su grano de arena de diferentes maneras, ya sea con la experiencia de los mayores o con los conocimientos renovados de los más jóvenes.

“Cada una de las generaciones tiene cualidades únicas que ayudan al desarrollo de la ciberseguridad. Realmente el trabajo de esta industria se beneficia de la articulación óptima de cada una de las generaciones en distintos cargos y áreas. De esta forma, es posible sacar el mayor provecho de aspectos como la calidad laboral y experiencia de los baby boomers, los conocimientos de la generación Z, y las innovadoras ideas de los millennials”.