Josh Hamilton, al margen de Texas y de las Grandes Ligas

Es posible que Josh Hamilton haya tirado a la basura un contrato multimillonario, y su futuro como persona y como deportista.

Hamilton admitió que ha tenido una recaída en el consumo de alcohol y drogas, en medio de un contrato con los Angelinos de Los Ángeles, en el que todavía tiene en juego 83 millones de dólares.

Recientemente, el propietario del club, Arturo Moreno, admitió que existe un sentimiento de ‘frustración’, ante la conducta ‘poco ética’ del pelotero.

Aunque Hamilton finalmente no recibirá una sanción de parte de las Grandes Ligas, su inconsistencia fuera del terreno, y las veces en que su rendimiento no se compadece con el millonario contrato que tiene, aunado ahora a esta recaída, lo ponen en una lista de posible cambio, de la que tal vez le será muy difícil zafarse.

Hamilton, de 33 años, es un jugador ‘todos estrella’ que ganó el premio Jugador Más Valioso de la Liga Americana con los Vigilantes de Texas en el 2010.

No obstante, fuera del terreno de juegos, se trata de un hombre que tiene un historial bien documentado de uso y abuso de sustancias prohibidas desde sus días en las ligas menores.

Hoy, el futuro de Hamilton es tan oscuro, como sus días metido en situaciones de drogas y alcohol.