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- 08/07/2016 02:00
Si Carlos Correa es en su segundo año como pelotero de Grandes Ligas uno de los mejores torpederos de la Liga Americana, ¿por qué no está en el Juego de Estrellas de este año?
Hay dos respuestas para esto: una, es que no obtuvo los votos de sus propios fanáticos, y la otra, que un principio de ‘representatividad por equipos' lo ha dejado por fuera.
Correa mantiene números muy buenos en su segunda campaña con los Astros de Houston: .265 de promedio al bate, 13 jonrones y 52 remolques, en 81 partidos.
Con apenas 21 años de edad, el puertorriqueño es sin dudas el campo corto estrella del futuro en las Ligas Mayores; sin embargo, no jugará el partido de estrellas.
El escogido para suplir en esa posición al titular Francisco Lindor, también de Puerto Rico, fue el dominicano Eduardo Núñez, quien atraviesa su mejor temporada, después de dar algunos tumbos en las Grandes Ligas.
El caribeño está lejos de la espectacularidad de los dos boricuas, principalmente de Correa, pero su equipo, los Mellizos de Minnesota, se habrían quedado sin representación en el Juego de Estrellas, de no haberse tomado la decisión de incluirlo en el banco de suplentes.
¿Es un premio para Núñez, o un castigo para el talento de Correa? En su carrera, Núñez promedia 69 partidos por temporada; hasta la actual campaña, no había bateado más de cinco cuadrangulares ni empujado más de 30 carreras.
En 2016, promedia .316 al bate, 11 jonrones y 36 remolques, sus mejores cifras históricas; pero, ¿es mejor que Correa? La respuesta es no.
Solo una lesión de alguno de los escogidos para integrar el plantel de estelares de la Liga Americana abriría una puerta para que Carlos Correa juegue el partido del próximo martes en el Petco Park de San Diego.