¡Pero qué falta de respeto!

Siempre van a existir las selecciones favoritas y las débiles. Por algo solamente ocho han ganado los 18 Mundiales que se han disputado ...

Siempre van a existir las selecciones favoritas y las débiles. Por algo solamente ocho han ganado los 18 Mundiales que se han disputado y son, casi siempre, las mismas que se codean en las fases finales.

Pero en las últimas tres ediciones, los llamados equipos ‘chicos’ han comenzado a hacerle frente a aquellos que los intimidaron toda la vida.

Algo así como cuando al niño desconocido que ingresa a una nueva escuela le pegan y le roban el almuerzo aquellos más ‘viejos’, hasta que éste decide hacerse respetar y poner fin a la incesante tormenta.

El presente Mundial, con sus empates soporíferos y estrellas que terminan abucheadas, ha sido un claro ejemplo de esto.

Puede ser que este cambio de actitud sea producido por el cansancio de un azotado orgullo patriótico, o por el técnico extranjero que mueve las fichas de ajedrez. Sea cual sea la razón, los resultados son los que importan. Con espectáculo o no. Merecidos o no.

Cuando España cayó ante Suiza, la prensa mundial resaltó los errores de los súper favoritos, de la misma manera que sucedió con Inglaterra ante Argelia y Francia con México.

En la cancha hay dos equipos que luchan por el mismo cometido durante 90 minutos, por lo menos. Entonces ¿por qué restar mérito a aquellos ‘débiles’ cuando son los que sonríen tras el pitazo final?

El fútbol evoluciona con el mundo y cada vez más personas lo juegan. Espero que estos ‘tirones de orejas’ sirvan para que la prensa europea, sobre todo, aplauda una falta de respeto.

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