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- 13/07/2014 02:00
- 13/07/2014 02:00
No es una casualidad que la selección de Alemania esté en la final, luego de 12 años de larga espera, pues se trata de un equipo que fue cultivado poco a poco por su técnico Joachim Löw para este esperado momento.
Desde el Mundial de Corea -japón 2002, cuando perdieron la final ante Brasil 2-0, los alemanes soportaron muchas frustraciones, incluso en su casa, en el Mundial de 20016.
Alemania se ha mantenido fiel a su estilo, combinando la velocidad, la potencia del juego aéreo y el pelotazo a los espacios vacíos.
Es una selección sólida en todas sus líneas, contundente y capaz de liquidar un partido en poco tiempo, tal como lo hizo ante Portugal (4-0) y en la semifinal frente a Brasil (7-1). Cuando equipos como Ghana, Argelia y Francia los complicaron, se las arreglaron para salir adelante.
Löw ya sabe como enfrentar con éxito a los argentinos. Recordemos que con esta misma base de jugadores, venció a los argentinos 4-0 en los cuartos de final de Sudáfrica 2010.
Ahora, con un equipo más maduro y mejor preparado, tiene todo para repetir la victoria. Aunque en una final nada está escrito, el factor anímico puede ser determinante.
El contundente triunfo sobre Brasil, y el buen nivel que han alcanzado en el Mundial, le da al equipo de Low la fortaleza mental necesaria para un partido de este calibre.