¡Que la violencia no tenga el balón!

Actualizado
  • 17/04/2017 02:00
Creado
  • 17/04/2017 02:00
La de Amílcar Henríquez se une a las varias muertes de jugadores destacados de nuestro fútbol

Todavía estaba por cumplir la mejor etapa de su vida, pero alguien le arrebató los sueños a punta de disparos.

LA VIDA QUE SE PIERDE

Amílcar Henríquez dejó que su fútbol fuera apreciado fuera del país

veces fue el jugador portador de la casaca nacional en distintas competencias.

fue el estreno de Henríquez con la selección mayor de fútbol, en un encuentro ante El Salvador.

Henríquez anotó de penal para que Panamá levantara por primera vez la Copa Centroamericana.

El asesinato del futbolista Amílcar Henríquez se une a por lo menos diez sucesos similares, en los que las balas cegaron toda posibilidad de mantener una carrera deportiva, en la que el éxito estuvo presente. Hoy, la familia del fútbol panameño vuelve a vestirse de negro.

Henríquez, padre de tres niños y con 33 años de edad, murió víctima de los disparos que presuntamente le habrían propinado cuatro personas, tres de ellas menores de edad, en el sector de Nuevo Colón, en la Costa Atlántica.

Los cuatro presuntos asesinos fueron detenidos este domingo; pero su captura es apenas un eslabón dentro de una cadena de violencia que sacude con fuerte estremecimiento a la sociedad panameña.

ANTECEDENTES

Miguel Tello tenía apenas 19 años, cuando era una naciente estrella de nuestro fútbol; la ‘alegría del pueblo' terminó en 1990 en el sector de Barraza, donde el jugador fue asesinado.

Otro placino, Javier ‘Borolo' Castro, fue asesinado de tres disparos el 31 de diciembre de 2004.

Miguel Lasso, uno de los mejores jugadores de fútbol sala del país, quien representó al país la primera selección nacional mundialista de esta especialidad, recibió 14 disparos el 22 de julio de 2013 en La Gran Estación de San Miguelito. Tenía 27 años.

Gilmar Torres, el popular ‘Pirulo', un joven de gran nobleza, espíritu deportivo y amor por el fútbol, arquero de la selección Sub-23, fue asesinado en el sector de Ciudad Radial, cuando después de jugar un partido, iba rumbo a encontrarse con su familia.

Hay muchos nombres más para agregar a esta trágica lista: Gustavino Cisneros, Daniel Pontiles, Abdul Chiari... todos pisaron las canchas panameñas.

Hoy, la muerte de Amílcar Henríquez enlutece nuevamente a nuestro fútbol.

NO MÁS VIOLENCIA

En su página de Facebook, el reputado periodista especializado en fútbol, Gabriel Jesús Castillo, propone un cambio radical en el esquema de formación y desarrollo del talento fútbol futbolístico panameño.

‘Para erradicar la violencia del fútbol hay que trabajar mucho en la formación-orientación de los jóvenes', señala Castillo.

Napoleón ‘Chap' Torres, padre de Gilmar, dedica cada año un convivio con los niños y jóvenes del sector de San Joaquín. Es su forma de decir ‘no más violencia', y de poner en alto a un atleta que representó con dignidad al país.

‘Es un aporte, un grano de arena para que nuestro futuro no quede en manos de gente del mal vivir; así recordamos a Gilmar y le decimos al país que la violencia y el mal vivir no conduce a nada', destacó ‘Chap' Torres.

El propio presidente de la República, Juan Carlos Varela, expresó su condena enérgica por el asesinato del jugador colonense.

Henríquez jugó 83 partidos con la selección nacional, incluyendo participaciones en choques amistosos, eliminatorias mundialistas, la Copa Oro, la Copa Centroamericana torneo que ganó Panamá en 2009, en el que el jugador anotó el penal que consolidó la victoria, y la Copa América Centenario ante los mejores del continente.

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