El club de los más pobres

Actualizado
  • 21/03/2019 01:00
Creado
  • 21/03/2019 01:00
El recién nacido club Villas Unidas está conformado por futbolistas provenientes de los barrios más pobres de Argentina, de donde también salieron Maradona, Riquelme y Tévez

Este es el club de los más pobres y a la vez el club con mayor riqueza de ideas, principios y actitudes en todo el mundo. Es una institución que respira sueños inmensos que parecen rozar lo imposible, que utiliza palabras mayores, como inclusión o equidad. Ya el hecho de fundar un nuevo club de fútbol en tiempos en que una innumerable cantidad de instituciones modestas se tambalean asomadas al abismo, resulta de un insólito optimismo. Más aún si consideramos la totalidad de sus objetivos deportivos y sociales. La idea central de Villas Unidas es formar un club que funcione como cantera de nuevos talentos futbolísticos, femeninos y masculinos, provenientes en su totalidad de las zonas más pobres de Argentina. Pero además, se busca que Villas Unidas sea un transmisor de valores humanos, una entidad capaz de mejorar la educación y la salud en los lugares más desprotegidos.

El padrino del audaz proyecto es el veterano y brillante César Luis Menotti, campeón del mundo en 1978, como director técnico de la selección argentina, quien desde enero es, además, el Director de Selecciones Nacionales de la AFA.

El Club Villas Unidas nace de la unión entre la Escuela de Entrenadores que dirige Menotti y un grupo de 17 organizaciones sociales, veteranas en la labor social y deportiva dentro de las barriadas populares del Gran Buenos Aires. El club pretende comenzar a crecer desde las divisiones inferiores y continuar un proceso de desarrollo institucional y deportivo, hasta que en un futuro no demasiado lejano, el club que representa a los más pobres, tenga un equipo en la Primera División. Invariablemente los futbolistas de Villas Unidas serán residentes de los barrios más empobrecidos de Argentina.

Villas Unidas pretende ser un proyecto integral, que incida en la formación educativa y sanitaria de los chicos de las villas y los barrios más pobres. Además desean ser activos transmisores de valores humanos como la solidaridad, la inclusión, el respeto y la igualdad.

En Argentina, apenas basta mencionar la palabra villa para que todo el mundo sepa de qué se habla. Usar el término villero implica señalar peyorativamente a los residentes de los barrios más golpeados del país. Estamos hablando de unos 5 millones de personas repartidos en alrededor de 4,000 asentamientos.

Y sin embargo, de esos polos de pobreza han surgido muchos de los mayores talentos futbolísticos del país. Pero ni un solo centavo ha retornado a sus calles polvorientas y magulladas. Por eso es más que válido preguntarse: ¿De donde piensa Villas Unidas obtener dinero? Evidentemente el club no será sustentado por ningún jeque bañado en petróleo. Ningún magnate ruso se hará cargo del más modesto entre los modestos. La idea de los gestores del club para reunir fondos es novedosa y apuesta por la convicción de que en las Villas Miseria de toda la república argentina, se ocultan los mayores talentos futboleros de ese país. El plan es que el dinero que llegue en el futuro por los derechos de formación o la transferencia de jugadores de Villas Unidas no solo sirva para sostener al propio club sino para mejorar las condiciones de vida en los lugares de nacimiento y crecimiento del nuevo crack. La originalidad del proyecto radica en el mecanismo pensado para recaudar los fondos necesarios para llevar a cabo la propuesta, en la que cada villa de origen del talento vendido al exterior, obtendría una parte del beneficio económico para impulsar proyectos de índole social. Fernando Signorini, preparador físico con una gran experiencia internacional, antiguo entrenador personal de Maradona y ahora uno de los grandes impulsores del proyecto, se preguntaba recientemente:

‘¿Cuánto le tocó a Villa Fiorito de todos los millones que generó Diego? Cero pesos. ¿Y a Fuerte Apache por Carlitos Tevez? Cero. ¿Y a Pacheco por Juan Román Riquelme? ¿Y a Excursionistas por René Houseman?'

Ya Villas Unidas consiguió su afiliación con la AFA, institución que prometió total apoyo al proyecto. El siguiente paso es el escogimiento de los jugadores y jugadoras (existe un departamento de fútbol femenino, algo inusual en Argentina) que formarán parte de los equipos de Villas Unidas, aquellos que disputarán las diferentes categorías infantiles y juveniles del fútbol argentino (las chicas arrancan en agosto de este año y los chicos a partir de marzo de 2020). También se acelera la construcción de los recintos deportivos en los que Villas Unidas disputará sus partidos como local. El enorme espacio fue donado íntegramente al club y anteriormente estuvo dedicado a un frigorífico ubicado entre los barrios de Ezeiza y La Matanza.

Este es sólo el comienzo. El punto de partida de un proyecto deportivo que apunta a lo igualitario, el club de los más pobres entre los pobres, una idea revolucionaria desde su raíz más esencial.

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