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- 27/11/2017 01:03
La selección nacional de Marruecos, que ha logrado clasificarse para el Mundial por primera vez en 20 años, ha basado su éxito en una serie de jugadores con doble nacionalidad nacidos o formados en Europa, un grupo al que ahora lucha por unirse el hispanomarroquí Munir el Haddadi.
El delantero del Alavés, nacido en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial, debutó con la selección española en 2014, cuando jugó trece minutos en un partido ante Macedonia, pero desde entonces no ha vuelto a ser convocado, mientras que ha manifestado repetidamente su voluntad de enrolarse con Marruecos.
De lograr su objetivo, Munir se uniría a la larga lista de jugadores, generalmente inmigrantes de segunda generación, que optaron por competir con los ‘Leones del Atlas' en vez de con sus países de nacimiento o adopción.
‘Es algo positivo, aportan mucho al equipo', dijo el analista deportivo Mohamed Chraa, en cuya opinión ‘no le podemos quitar la nacionalidad marroquí a los ‘binacionales', tienen los mismos derechos que los jugadores nacidos en Marruecos'.
En su última convocatoria, el seleccionador marroquí, Hervé Renard, llamó a 18 futbolistas nacidos fuera de Marruecos y a dos más en posesión de un segundo pasaporte por haberse instalado en un pais europeo durante su infancia, situación que se repite con asiduidad entre los emigrantes marroquíes. Y el once titular más empleado por Renard contiene un crisol de procedencias: Benatia, Saiss, Belhanda y Boutaib nacieron en Francia; El Ahmadi, Boussoufa, Ziyech y Amrabat lo hicieron en Países Bajos; y Munir y Achraf Hakimi vinieron al mundo en España. .