The Best: carencias y agujeros del premio de la FIFA

Actualizado
  • 24/12/2020 00:00
Creado
  • 24/12/2020 00:00
¿En realidad el mundo del fútbol necesita otro premio anual? Cualquiera pensaría que con el prestigioso Balón de Oro que se entrega desde 1956, habría suficientes galardones. Eso sin contar con que la obtención de títulos, medallas o campeonatos es el premio definitivo para cualquier deportista. Sin embargo, desde 2016 la FIFA entrega The Best en medio de polémicas, críticas y situaciones que rozan el absurdo
Una premiación que ha estado marcada por la polémica.

En este, el año más atípico para el fútbol, todo parecía indicar que el premio The Best , que entrega la FIFA desde 2016, navegaría por aguas menos turbulentas que de costumbre. Un equipo dominó absolutamente el fútbol (me refiero, claro está, al Bayern Munich) y todo indicaba que se vería recompensado en diversas categorías.

Pero la FIFA siempre está dispuesta a sorprendernos, sobre todo cuando menos lo esperamos. Dimitri Bervatov, exjugador búlgaro del Manchester United lo resumía de esta manera: “Estoy sorprendido de que Cristiano Ronaldo y Messi estén entre los finalistas. No tengo muy claro que deberían ocupar esos puestos. Pero por desgracia el fútbol es un negocio y tras bambalinas hay un trabajo de agentes, de prensa... hay mucho más allá de las cámaras y de lo que vemos”.

Ya todos sabemos que el título de mejor jugador se lo llevó sin mayores polémicas el ariete del Bayern Munich Robert Lewandoski. Pero los conflictos igual se hicieron presentes en otras categorías. Recordemos que cada año se elige al mejor jugador, los mejores entrenadores, y los mejores oncenos, tanto a nivel masculino como femenino. Los votos se dividen del siguiente modo: 25% de los capitanes de las selecciones nacionales, otro 25% de los entrenadores de las selecciones nacionales, 25% de 200 periodistas elegidos por la FIFA y 25% del público que esté inscrito y sea usuario del sitio web de la FIFA.

Cada votante elige a tres jugadores, otorgándole cinco puntos al primer clasificado, tres al segundo y uno al tercero. Se exige que los votantes no puedan escoger a jugadores de su misma selección nacional. Además, se indica a los votantes que deben considerar los méritos de los jugadores tanto en sus clubes, como con sus selecciones nacionales.

¿Criterios o falta de criterios?

Es inevitable que cuando se entregan galardones de cualquier índole surjan polémicas, producto de criterios dispares y divergentes. Resulta más que difícil ponerse de acuerdo a la hora de escoger a los mejores. Y sin embargo, en ocasiones solo parece bastar un poco de sentido común, que como se ha afirmado en innumerables ocasiones, es el menos común de los sentidos.

Esto fue notorio en la escogencia del mejor entrenador. El premio se lo llevó Jürgen Klopp, director técnico del Liverpool, por segundo año consecutivo. Lo extravagante de la selección es que Hans Flick, entrenador del Bayern Munich, había ganado todos los torneos en los que compitió (un total de cinco) y era inmensamente favorito. El célebre José Mourinho, actualmente entrenador del Tottenham, hizo público su irónico disgusto: “Flick ganó Champions League, Bundesliga, Copa, Supercopa y Supercopa de Europa. Ganó todo. Pobre Flick, tal vez solo tenga la oportunidad de ganar The Best si inventan dos o tres competiciones más para ver si él también puede ganarlas. Si eso sucede, tal vez gane el premio”, se mofó Mourinho.

Otro entrenador que quedó con las manos vacías fue Thomas Tuchel, del PSG, subcampeón de Champions y rey de Francia. El entrenador del Lyon, Rudi García, dijo irritadamente al respecto:

“Pese a que tenemos una relación un poco tensa, Tuchel es un gran profesional, es un escándalo que no esté entre los cinco mejores para The Best. La FIFA está dormida, no entiende nada”.

Un entrenador que estuvo entre los cinco finalistas, también generó controversias, aunque por motivos contrarios. Se trata del muy elogiado Marcelo Bielsa que integró la lista de 5 finalistas por el muy relativo mérito de haber ganado la segunda división en Inglaterra.

El caso Rapinoe

Recordemos algo esencial en las reglas de The Best. Según la FIFA: “a la hora de votar se tendrán en cuenta los méritos contraídos por los jugadores tanto en la trayectoria llevada a cabo con sus clubes, como con sus selecciones nacionales”.

Un año después de ganarlo todo a nivel femenino, el Mundial, el The Best y el Balón de Oro femenino, Megan Rapinoe solo disputó 3 partidos entre su club y su selección nacional. Pese a su escasísima participación motivada por lesiones, la jugadora estadounidense fue elegida entre el mejor 11 del fútbol mundial femenino. La situación resultó tan anómala, que hasta la propia jugadora quedó aturdida: “No puedo evitar sorprenderme de ser seleccionada, ya que no juego desde marzo”.

Es inevitable preguntarse, ¿cuántos méritos pudo acumular la estelar Rapinoe a lo largo de apenas tres partidos? Se trata de “irregularidades” como afirmó la propia jugadora desconcertada ante su elección en el mejor once femenino. En su cuenta de Twitter, Rapinoe agradeció el reconocimiento, aunque se manifestó algo perpleja por haber sido seleccionada:

“Me sorprendió saber que cubría los requerimientos para ser elegida ya que no he jugado desde marzo. Tenemos tantas jugadoras fenomenales en el mundo y todos tenemos que hacer lo necesario para reconocerlas”.

Escandalosas sospechas

No solamente la absurda falta de criterios hierven de dudas y suspicacias. Durante la votación en la edición 2019 del premio, surgieron las primeras desconfianzas, teñidas de cierto tono escandaloso. Durante la entrega de The Best 2019, al menos dos personas denunciaron que sus votos habían sido adulterados. Se trató del capitán de la selección nicaragüense y del entrenador de la selección de Sudán. Ambos se quejaron de que sus votos habían sido amañados, y en el caso del jugador nicaragüense con el agravante de que él ni siquiera había votado.

Juan Barrera se enteró de su voto a través del perfil en redes sociales de un canal deportivo. Entonces, negó haber votado para los premios que entrega la FIFA. Luego, su club, el Real Estelí, publicó un comunicado ratificando la falsedad del voto recogido en la lista para The Best. Según la FIFA, Barrera sin votar escogió a Lionel Messi en primer lugar, Cristiano Ronaldo en segundo y Sadio Mané en tercer lugar.

En cuanto al seleccionador de Sudán, afirma que él sí votó, pero su voto fue adulterado. Según la FIFA, el voto de Zdravko Lugarisic fue para Messi en primer lugar, acompañado de Van Dijk y Sadio Mané. Pero según el propio entrenador, su voto había sido para Mohamed Salah. Incluso dos periodistas publicaron una foto del voto original de Lugaristic.

El alemán Jürgen Klopp, técnico del Liverpool, ha sido galardonado por segundo año consecutivo con el premio The Best de la FIFA al mejor entrenador de 2020.
Algo de historia

The Best es un premio individual que la FIFA creó en 2016 para reconocer a los mejores jugadores del mundo de cada temporada.

Antes, en 2010, la FIFA se había asociado a la revista France Football, para entregar en conjunto el Balón de Oro, creado por la publicación en 1956. Por un breve lapso (entre 2010 y 2015), el premio se llamó FIFA Balón de Oro. Luego de seis ediciones y una innumerable cantidad de desacuerdos, se disolvió irremediablemente la sociedad entre France Football y la FIFA. A partir de ese momento la organización que rige el fútbol mundial sacó su propio premio, extremadamente parecido al original Balón de Oro.

Para distanciarse del Balón de Oro, la FIFA en la segunda edición de The Best, modificó la fecha de entrega. Las dos primeras ediciones fueron ganadas por Cristiano Ronaldo, la tercera por Luka Modric. Luego lo obtuvo Lionel Messi, y en este año, Robert Lewandoski.

Una nota positiva

Me gustaría cerrar este breve recorrido por The Best con un punto positivo para sus organizadores. Me refiero al premio especial que se les otorga anualmente a los aficionados, reconociendo que representan el verdadero espíritu del juego. En 2016 se entregó de manera conjunta a las hinchadas del Liverpool y el Borussia Dortmund por la profunda unidad mostrada durante su enfrentamiento en cuartos de final de la Champions. Juntas, ambas aficiones cantaron el emblemático himno You´ll Never Walk Alone y hermanadas evocaron a las víctimas de la tragedia de Hillsborough.

El año siguiente fue la impetuosa hinchada del Celtic escocés, por sus impresionantes mosaicos que conmemoraban el cincuentenario de la victoria del club escocés en la Copa de Europa de 1967.

En 2018 fue premiada la afición peruana, que siguió a su selección al campeonato mundial de Rusia, luego de 36 años de ausencias. Fueron 40,000 peruanos los que realizaron el largo recorrido hasta Rusia y se convirtieron por su contagiosa alegría en los más queridos, tanto para los anfitriones, como para las hinchadas rivales.

Para 2019 quizá se entregó el premio más emotivo de todos. Lo obtuvo Silvia Grecco, aficionada del Plameiras de Sao Paulo. Silvia es una madre que lleva a su hijo ciego y autista a cada partido del Palmeiras. En medio del ambiente fervoroso de la tribuna, ella le narra con amplio sentido del detalle las acciones del partido a su hijo: “Lo que da más placer a Nickollas en esta vida es el fútbol y seguirlo en el estadio. Le explico al detalle el ambiente y las características de cada jugador. Narrarle los goles es, sin duda alguna, lo más emocionante“.

En esta última entrega de The Best, también ganó el premio un aficionado de Brasil. Se trata de Marivaldo Francisco da Silva que recorre a pie, en 11 horas, los largos 60 kilómetros que lo separan del estadio donde juega su equipo: el Sport Club de Recife.

Por eso, pese a todo, el fútbol continúa siendo un vehículo poderoso. Capaz de unir. Capaz de crear y multiplicar la pasión, la pertenencia y el más profundo sentido de colectividad.

FELIZ NAVIDAD.

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