‘Invasor', recuerdos sublimes de Panamá

  • 04/04/2018 02:00
Uno de los mejores caballos de su época sirve como semental en el prestigioso criadero Cuatro Piedras, en Montevideo

Valentín fue a llamarlo. ‘Oye, ya llegaron...' .

El caballo de 17 años de edad (53 años para un humano) se levantó voluntarioso sobre sus cuatro patas.

El cuidador lo llevó a la parte exterior de la entrada principal del haras Cuatro Piedras de Montevideo, Uruguay, donde se encuentra alojado. Allí, un gran grupo de personas, procedentes de distintos países de Norte, Centro y Sudamérica, lo esperaba para apreciar su majestuosa figura.

‘Invasor' caminó tomado de la brida por Valentín, uno de los capataces del plantel de crianza, donde el portentoso caballo argentino se encuentra para transmitir su linaje a futuras generaciones de pisteros uruguayos.

Entre tanto barullo, el purasangre que deslumbró a los uruguayos y conquistó al mundo en apenas una docena de presentaciones en una pista de carreras, quiso hacer mutis y apartarse de los espectadores.

‘Oye, cómo estás', le pregunté sin muchas esperanzas de una respuesta... ‘Hola, yo muy bien, ¿no se nota?

El caballo estaba dispuesto a conversar. Después de todo, teniendo yo 56 años, solo le llevo tres, así que casi somos contemporáneos.

‘Cómo te tratan por aquí', volví a preguntarle... ‘¡Excelente..!' —respuesta rápida y convincente, como fueron sus grandes triunfos.

Quería saber más... para quien ama la hípica, tener la oportunidad de estar frente a quien puede considerarse un Michael Jordan o un Roger Federer en términos hípicos, es algo que no ocurre todos los días. Llegar a Montevideo y tener este encuentro era para mí un gran privilegio.

‘Invasor' movía la cola como esperando más preguntas. Me ubiqué en su costado izquierdo para que pudiera verme sin problemas. Estaba muy tranquilo, como si no fuera la primera vez que nos cruzábamos en la vida.

‘Vengo desde Panamá', comencé a contarle. ‘Me invitaron a ver el Gran Premio Latinoamericano, y que podría venir a verte. Bueno, aquí estoy. Agradezco esta conversación', le dije.

Observé su lenguaje corporal, y me di cuenta de sus orejas hacia adelante, la cabeza en alto. Tras un leve resoplo, ‘Invasor' movió su cabeza para encontrarme y así, poder hablar mejor.

‘Sé que nací en Argentina, corrí aquí en Maroñas y luego me llevaron a Dubái. Un hombre con mucho dinero, (el Sheikh Hamdan bin Rashid al Maktoum) me compró para llevarme a Estados Unidos. Allí nunca perdí. Me fue excelente', contó siempre con un asomo de nostalgia en su mirada.

Entonces, me atreví a preguntarle: ‘¿Cuál fue tu mejor carrera?'. ‘Invasor' escarbó un poco sobre el pasto con su pata izquierda, como buscando darme la mejor respuesta.

‘Tuve dos. Cuando gané la Copa de Criadores y cuando gané la Copa del Mundo de Dubái. Corrí como nunca, y mi jinete, ese muchacho sí sabía cómo tratarme para ganar'.

Se refería a Fernando Jara, el panameño que en ese momento tenía solo 18 años y resultó el complemento perfecto para que el gran corredor gaucho dejara la huella de su casco en la historia de la hípica mundial.

‘¿Qué es de su vida?'. Ahora, el caballo preguntaba por su jinete. ‘Está muy bien. Monta en Panamá y en los Emiratos Árabes. Allí está ahorita mismo', le contesté.

‘Invasor' resopló levemente, como sintiendo alivio por saber algo de quien fuera un compañero de hazañas sin iguales.

Por un momento, el caballo quedó inmóvil, como pensativo… hasta que Valentín lo devolvía a la realidad. ‘Vamos, ya terminamos aquí'.

El cuidador haló la brida para llevarse al noble descendiente de ‘Candy Ride', por cuyas venas corre la fina sangre de los reproductores argentinos ‘Farnesio', ‘Intérprete' y ‘Cipayo', todos en la línea materna.

‘Invasor' comenzó a despedirse. Moviendo su cabeza de arriba hacia abajo, como diciendo ‘gracias por venir a visitarme al haras Cuatro Piedras'.

CAMPEÓN DE CAMPEONES

‘Invasor' ganó once de sus doce presentaciones sobre las pistas.

En 2006, ganó la Copa de Criadores y al año siguiente, la Copa del Mundo de Dubai con Jara a bordo.

Desde el año 2015, ‘Invasor es la gran estrella del haras Cuatro Piedras en su querido Montevideo.

Camino a su pesebrera, el enorme bayo se detuvo unos segundos a mi lado. Nos miramos unos segundos... y se alejó con tranquilidad, rumbo al establo.

‘Invasor' ganó en once de sus doce presentaciones, en los hipódromos de Maroñas, en Uruguay; Nad Al Sheeba (hoy Meydan), en los Emiratos Árabes Unidos, y los mejores hipódromos de los Estados Unidos: Gulfstream Park, Belmont Park, Churchill Downs, Saratoga y Pimlico.

Ganó la Triple Corona de la hípica uruguaya y las mejores carreras del mundo: el Breeder's Cup Classic, la Copa del Mundo de Dubái, el Pimlico Special, el Donn Handicap, el Whitney Handicap y el Suburban Handicap, todos eventos de Grado I.

El caballo que nació en el Haras Clausan (hoy Haras Santa Inés) en Argentina, y del que por un momento se pensó que no correría sobre una pista por una lesión en el sesamoide, la misma que el 23 de junio de 2007 le impidiera seguir corriendo, solo fue vencido una vez en la pista, y hasta el momento de sufrir la fractura que lo marginó de la competencia, no había rival que le hiciera frente.

El jinete panameño Fernando Jara lo condujo en cinco de las seis victorias que consiguió entre 2006 y 2007, todas ellas de Grado I. Tal vez por este último detalle, ‘Invasor' quiso conversar un poco con este hípico panameño, que tuvo la oportunidad única y tal vez irrepetible de verle en plenitud, y listo para presentar su producción el 26 de mayo en la subasta pública del Haras Cuatro Piedras.

Fue un honor compartir ideas con un gran campeón… un animal extraordinario, cual ‘Seabiscuit' en los tiempos en que los héroes eran necesarios, salió este ‘Invasor' que conquistó a Uruguay, y al mundo entero.

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