Yarmarie Correa: 'Las mujeres también podemos brillar en un mundo de hombres'

Actualizado
  • 08/09/2020 00:00
Creado
  • 08/09/2020 00:00
La jinete panameña hace un repaso por los momentos más memorables de su carrera; habla del empoderamiento femenino y recuerda la importancia de impulsar a los nuevos talentos

Yarmarie Correa es una joven de 26 años que vive al galope. Se define como una persona humilde, honesta y dedicada a su profesión.

Correa ha competido en 283 carreras en Thistledown.

La panameña cuenta que toda su vida ha sido amante del deporte y asegura que ha logrado destacar en cada una de sus facetas.

A temprana edad dio sus primeros pasos en el fútbol, luego incursionó en el flag football y ahora se dedica a la hípica; en esta última disciplina ha recibido múltiples reconocimientos.

Una anécdota que recuerda la jinete corresponde al día en que ganó su primera carrera en Estados Unidos. “Fue el 21 de enero de 2020 en el hipódromo de Mahoning Valley, en Ohio; la yegua se llama Miss International”.

Recientemente Correa protagonizó una carrera brillante, en donde obtuvo cuatro victorias. “Mi último triunfo fue muy emocionante, ya que le pude exigir a mi ejemplar al máximo. En ese momento fui al galope desde atrás y logré pasar al caballo que estaba adelante, gané a la raya”.

Hasta el momento, la jinete presume de 57 primeros lugares, se ha ubicado en 36 ocasiones en el segundo puesto y 50 veces se ha quedado con el tercer lugar en el podio. Estas hazañas las ha logrado ejecutar en 283 carreras en Thistledown.

Cimientos y preparación

Su pasión y afinación por la hípica no son casualidad. Este deporte lo lleva en la sangre, ya que su tío Eduardo Núñez es jinete. “Tengo otro tío y un primo que son narradores de hípica”.

Pero más allá de su influencia familiar, Correa siempre ha denotado su gusto por los caballos.

La historia de cómo Yarmarie se inició en este deporte se remonta a su etapa universitaria. En aquel momento optó por formarse en el área de banca y finanzas, pero aquella chispa e ilusión por la hípica la llevaron a tomar una decisión de la cual no se arrepiente. “Dejé mis estudios superiores para inscribirme en la escuela de jinetes Laffit Pincay Jr. Apenas empecé, quedé fascinada de todo el movimiento dentro del hipódromo”.

Desde entonces, la panameña no ha dejado de entrenarse y ser constante para conseguir unos de sus mayores objetivos, que es destacar en este sector. “En las mañanas galopo, luego voy al gimnasio a correr alrededor de una hora, después me dirijo a las carreras en la tarde, y cuando terminan las competencias regreso al gimnasio para alzar pesas, y así fortalecer mis brazos”.

Un hecho que comparte la jinete es que al momento de disputar un torneo, procura estudiar bien las carreras y elevar una oración al Creador.

“En los concursos de alto nivel competitivo, uno de los retos es tratar con personas que muchas veces no se sienten convencidas de que una mujer monte sus caballos”, apunta Correa, quien agrega que con ímpetu y valentía le ha hecho frente a las críticas. “En este ámbito lidiar con los malos comentarios es algo que le ocurre a los hombres tanto como a las mujeres. Pero más allá de todo eso, considero que el desafío más grande que he superado, ha sido lograr que las personas crean en mi talento”.

Otra de las barreras que ha afrontado Yarmarie ha sido el machismo en la hípica, lo que dice “es normal en un deporte de hombres, pero siempre hay personas que dan la oportunidad”.

Con pocas mujeres en esta industria deportiva, la jinete sostiene que ha conseguido destacar gracias a su trabajo arduo, dedicación, fuerza y entusiasmo.

“Las mujeres debemos empoderarnos porque somos fuertes, inteligentes e independientes. Podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos en la vida. Debemos aprender a ser unas guerreras y a no depender de nadie”, asegura.

Un llamado

La jinete hace un contraste entre la hípica local y la extranjera. “La hípica en Panamá solo la conocen los locales y algunas personas de otros países”. Argumenta que para elevarla es necesario brindar más oportunidades a los aprendices que van surgiendo año tras año. “El gobierno debe apoyar más para que los premios sean mejores, y de esta forma los jinetes no tengan que buscar un trabajo adicional para tener una mejor calidad de vida”.

La primera victoria de la panameña en Estados Unidos fue este año en el hipódromo de Mahoning Valley en Ohio.

En cuanto a los jóvenes que desean incursionar en esta disciplina, Yarmarie les aconseja que se esfuercen. “Si tienes un sueño y quieres hacerlo realidad, la clave está en luchar y dedicarse plenamente a lo que se hace y de esa manera se verán los resultados”.

Asimismo, la jinete expone que entre sus metas está viajar por todo el mundo, y trascender en la historia de la hípica panameña. “Quiero resaltar que las mujeres también podemos brillar con luz propia en un mundo de hombres”.

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