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- 09/08/2011 02:00
- 09/08/2011 02:00
PANAMÁ. Es un hombre de muy pocas palabras, pero eficiente en su trabajo y los resultados lo demuestran.
En muy poco tiempo, el técnico argentino Leonardo Pipino se ha ganado el cariño y el aprecio de la exigente afición del San Francisco de La Chorrera.
A un año de haber asumido el mando del equipo, el argentino ha hecho olvidar a su predecesor, Gary Stempel.
El año pasado sorprendió a propios y extraños del fútbol nacional al conquistar el torneo Clausura 2010 y este año, el San Francisco marcha con una marca impecable de cuatro triunfos, en igual número de salidas, y como si fuera poco, el equipo no ha recibido goles en contra.
Leonardo no llegó al banquillo de los ‘Monjes’ como un técnico improvisado ni nada por el estilo.
Cuando en el 2010 asumió el mando del San Francisco, tenía la difícil misión de reemplazar a Gary Stempel, quien se marchó a Guatemala a atrabajar con las divisiones inferiores de aquel país.
Fue una decisión bien pensada por parte de la directiva del equipo chorrerano, pues Pipino ya venía de ser campeón con el equipo Sub-19, y por esa razón era el hombre indicado.
Y los directivos no se equivocaron, pues en su primer año, Leonardo logró el título del torneo Clausura.
El argentino de 34 años se convirtió en el segundo técnico de ese país suramericano que lograba un título en la primera división del fútbol panameño
En el 2002, ya lo había logrado Sergio Giovagnolli con el Plaza Amador.
La clave del éxito del entrenador argentino es que ha sabido combinar la experiencia.
Hace 10 años llegó a Panamá y siempre trabajó con las categorías menores, sobre todo en el Chorrillo con la Sub-11 y Sub-13.
Ahora su meta es seguir ganando títulos con el San Francisco.