La cordura de un loco por el fútbol

PANAMÁ. El 2 de julio de 2010, el delantero Sebastián ‘El Loco’ Abreu se hizo famoso a nivel mundial tras ‘picar’ aquel quinto penal de Uruguay ante Ghana que le dio a la ‘celeste’ la clasificación a las semifinales de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.

A sus 34 años, el nacido en la ciudad de Minas, en el sur de Uruguay, ha jugado en 17 equipos desde su debut profesional en 1994. Su auténtica personalidad le dio el apodo de ‘Loco’, pero eso viene de mucho antes de ser jugador de fútbol.

DEL ARO AL MARCO

Desde muy pequeño, Abreu siempre fue el más alto de su clase y de sus amigos (hoy en día mide 6’ 2’’), por lo que, además de practicar fútbol, jugaba al baloncesto en un club de su ciudad.

Como buen atleta que nace con un don para el deporte, el ‘Loco’ jugaba tan bien al fútbol como al baloncesto. Su destreza desencadenó en que fuera convocado para la selección uruguaya de baloncesto sub-16, pero una falta de disciplina acabó con su carrera como canastero.

La noche previa a que el entrenador del equipo nacional diera la lista de convocados final, él y un compañero se escaparon de la concentración, a la que volvieron recién a las cuatro de la mañana.

Al único que pillaron fue al mismo Abreu, por lo que su carrera en el baloncesto se terminó de manera prematura. Pero lejos estaba él de saber que esa noche le cambiaría drásticamente el curso de su vida como deportista.

FÚTBOL Y PERIODISMO

Cuando tenía 15 años y su carrera deportiva completamente a la deriva, Abreu ejerció como periodista del diario El Serrano, para el que cada fin de semana escribía crónicas deportivas de fútbol y baloncesto de los campeonatos estatales.

Un día le tocó cubrir un partido donde él jugaba, para el que el periódico le había encomendó una entrevista a quien fuera el mejor jugador del partido. Casualmente, el elegido fue él, por lo que el ‘Loco’, fiel a su deber, se hizo una ‘autoentrevista’, la cual fue publicada.

Meses después de que fuera dado de baja de la selección uruguaya de baloncesto, lo llamaron para la sub-17, pero de fútbol.

En ese momento, las locuras de Abreu se depositaron completamente sobre la grama de las canchas del fútbol mundial.

El delantero Sebastián Abreu ha hecho desde canastas, notas periodísticas y un centenar de goles, pero si hay algo de lo que no se ha cansado de hacer es dar de qué hablar en todo el mundo con sus innumerables ‘locuras no tan locas’.