El estratega de los italianos

PANAMÁ. Dos Ligas de Campeones, dos Super Copas Europeas, un Scudetto, una Copa y Super Copa italiana y una Copa del Mundo. El italiano de 30 años ha ganado todo en su país y con su país.

Indiferentemente de los distintos equipos para los que ha jugado (Brescia, Inter, Regina y Milan, actualmente), su habitat natural siempre fue la mitad de la cancha, como contensión o creación.

Consagrado como uno de los mejores ejecutores de tiro libre del mundo, Pirlo es una excepción al prototipo del “jugado italiano”.

A pesar de no contar con un físico fornido, el volante del Milan ha sabido mezclar el fútbol de marca y de creación, con pases milimétricos y entrelíneas o regates de atrás para recuperar el balón.

Con la selección italiana, en cambio, suele tomar una posición más ofensiva, que lo convierte en el creador y transportador del equipo, siempre manteniendo el balón al ras del césped.

En la Copa del Mundo de Alemania 2006, donde los italianos levantaron su cuarto trofeo mundialista, Andrea Pirlo fue uno de los responsables para que su equipo haya llegado al partido decisivo ante Francia.

En el primer juego ante Ghana, por el Grupo E, el nacido en Flero abrió el marcador y dio la asistencia para que Iaquinta marcara el 2-0 final. Tras los 90 minutos, fue elegido Jugador del Partido, galardón que se repetiría en la semifinal ante Alemania y la victoria final sobre Francia.

Luego de un mes de competencia, Pirlo fue votado como el tercer mejor jugador del certamen.

En Sudáfrica los italianos saldrán a defender el título conseguido en tierras germanas, con un plantel con experiencia y su estilo característico.