La crónica deportiva desde la redacción de La Estrella de Panamá

Actualizado
  • 14/11/2022 00:00
Creado
  • 14/11/2022 00:00
El periodista es de los privilegiados que logran conocer hechos e informaciones, que el común de las personas no obtiene y, en ocasiones, hace de confesor entre personajes con puntos antagónicos
La crónica deportiva desde la redacción de La Estrella de Panamá

El periodismo es una de las profesiones más fascinantes que existen. Es una especie de profesión científica, pero de las letras, la imagen y podría decirse que hasta de la voz.

El periodista es de los privilegiados que logran conocer hechos e informaciones, que el común de las personas no obtiene y, en ocasiones, hace de confesor entre personajes con puntos antagónicos.

Es cierto, las redes sociales han minimizado los márgenes entre quien conoce algo de primera mano y lo lleva a la palestra, pero nunca con el rigor que se exige un experto, marcado por la ética de su propio ser.

Es tan interesante profesión que desde siempre ha sido invadida por tirios y troyanos que, sin ningún tipo de experticia o pudor, van como lobos vestidos de ovejas buscando imponer su criterio.

La crónica deportiva desde la redacción de La Estrella de Panamá

Aún así, es reconocida mayormente como noble e importante en la vida de una sociedad y sus ejemplos de vida, enmarcados en grandes figuras entre educadores y profesionales, siempre serán dignos de imitar para quienes abrazan esta carrera.

Este 13 de noviembre se conmemoró un año más de la muerte del periodista y poeta santanero Gaspar Octavio Hernández, quien falleciera en momentos en que escribía en su vieja máquina en la otrora redacción de, a propósito, La Estrella de Panamá.

El hecho de fallecer mientras escribía, simbolizó el trabajo de los laboriosos periodistas, por lo que se tomó esa fecha para celebrar ese día en nuestro país.

Su más significativa obra poética, en mi opinión, 'Canto a la bandera', da a conocer el orgullo que siente el panameño de a pie de haber nacido en esta Patria y, más precisamente, de nuestra enseña tricolor.

La crónica deportiva desde la redacción de La Estrella de Panamá

Su amor, admiración, entrega y celo por su pequeño terruño, hizo que el cierre de su poema, se convirtiera en una de las piezas literarias más conocida por propios y extraños.

“¡Bandera de la patria! Sube…, sube hasta perderte en el azul…Y luego de flotar en la patria del querube; de flotar junto al velo de la nube, si ves que el Hado ciego en los istmeños puso cobardía, desciende al Istmo convertida en fuego y extingue con febril desasosiego ¡a los que amaron tu esplendor un día!”.

Ripardo, el primero

Ahora, la intención no es la de lanzar loas a Hernández ni mucho menos, aunque el hecho de que tan apreciada fecha coincida con el mes de la Patria, lo hace todo un poco solemne.

No obstante, vamos a la faena sin más dilación.

El detalle de celebrar el día del periodista panameño, nos da pie para hablar sobre quienes alguna vez tomaron este apostolado, pero desde la vertiente del deporte.

No existe en el calendario de celebraciones, una fecha específica para conmemorar al cronista deportivo istmeño, tal como ocurre para celebrar la festividad de la basquiña o del boño preña'o, por ejemplo.

De tal forma, que tomaremos este espacio para hablar de algunos que dejaron huellas, como los siempre recordados Ricardo A. Pardo, Adolfo 'Yen Yen' Pérez, Carlos A. Palomo y Marcos A. Gandásegui (MAG), todos cronistas en La Estrella de Panamá hasta finales de los años 80 y un poquito más.

Pensando en voz alta, quizás podríamos tomar las fechas de nacimiento de alguno de ellos o de algún otro, para dignificar el día del periodista deportivo.

En fin, iniciaremos nuestro imaginario viaje hablando de Pardo, conocido por muchos apelativos a lo largo de su vida periodística, pero el más común fue el de Ripardo.

El colega y catedrático universitario Hermes Sucre Serrano catalogó a Ripardo, como el “mejor cronista deportivo del periodismo escrito de los últimos 100 años”.

Su andar periodístico cubrió varias décadas, enrumbadas sus crónicas, principalmente en asuntos deportivos, aunque en un inicio se dio por atender los de índole política.

Sucre Serrano en su obra, 'Periodismo del Centenario y seis décadas de cronismo deportivo de Ricardo A. Pardo', nos ilustra que “escribió desde 1927 hasta mediados de la década de los 80”, en lo que fue una investigación realizada primero, para presentar su trabajo de grado y que luego, fue condensado y mejorado en el libro citado.

Sucre se dio a la tarea de escrudiñar en la vida profesional de Ripardo durante sus 60 años de actividad, principalmente en La Estrella de Panamá, en los que escribió sobre todo de boxeo, béisbol, atletismo y de la fiebre taurina.

'Yen Yen', Palomo y MAG

Otros periodistas que se convirtieron en leyendas en la redacción deportiva de La Estrella de Panamá, fueron 'Yen Yen' Pérez, Palomo y Gandásegui, todos avezados escritores.

Pérez fue el titular de la sección por muchos años y sus notas, cuando reportero, trataron de boxeo, pero una vez se hizo editor, tuvo que lidiar con todos los deportes.

“Normalmente los editores, al final de cuenta se convierten en un hacerlo todo y escribir de todo, pero principalmente le gustaba mucho el boxeo”, recordó el veterano periodista Luis Lamboglia.

Reflexionó que ese trabajo diario de ver con toda la actividad deportiva, hace perder el sentido y la imagen de que se es especialista en alguna específica.

“Creo que desde siempre trabajó en La Estrella, cubriendo diferentes eventos. Era muy jovial y chistoso”, relató Lamblogia, vinculado a La Estrella por más de treinta años, veinte junto a los mencionados cronistas.

El profesor Sucre coincidió en que Pérez fue un hombre con mucho sentido del humor, además de “excelente educador, templado como un árbol de roble: firme, organizado, responsable y conocedor del acontecer deportivo nacional e internacional”.

“Cuando había alguna crisis seria en el país, lo recuerdo por su pregón (lo lanzaba muy serio): “¡Ay madre, que muero virgen!”.

Lamboglia y Sucre también tuvieron palabras de reconocimiento para Carlos A. Palomo, enamorado del béisbol desde su mocedad, hecho que reconoció la federación de ese deporte al dedicarle un torneo nacional.

“Palomo era de ir a los escenarios, a los juegos, no veía, pero se ponía a agarrar apuntes. Prácticamente no veía, agarrando apuntes día y noche, increíble, pero era así”, destacó Lamboglia.

Sucre, entre tanto, dijo que: “Era una enciclopedia del béisbol. Tenía una pasión apostólica por ese deporte. No se amilanaba por los problemas de visión a la hora de redactar, con su inseparable monóculo: describía los resultados de «un juego de pelota» con pelos y señales”.

“Un día se acercó a su compañero Abdiel Flynn para decirle: “Yo vaticiné el triunfo de Durán”, y Abdiel le respondió: “Bueno, coincidimos, yo vaticiné la derrota de Leonard”, agregó.

“Eran personas grandiosas y muy nobles: jamás las olvidaré”, matizó.

No podría cerrar este artículo sin mencionar a Gandásegui, reconocido como el 'Señor de las Olimpíadas', por su columna diaria sobre temas olímpicos, aunque de joven también escribió crónicas sobre boxeo.

En un par de ocasiones coincidimos en los años 90 y, entre otras cosas, me indicó que algún día escribiría un libro sobre sus múltiples experiencias en la cobertura de los Juegos Olímpicos.

Era un hombre muy educado, respetuoso y diáfano, de la misma forma que hacía sus escritos para su columna, que en ocasiones se convertían en perfectas crónicas de viaje.

“Era muy sabroso y placentero escucharlos hablar. Fueron personas que hicieron deporte y periodismo toda su vida. Si acaso a partir de los veinte años, después de salir de la secundaria, tuvieron casi toda su vida cubriendo deportes”, rememoró Lamboglia.

“Los años que trabajé en la redacción de La Estrella de Panamá no los valoro por la cantidad, sino por la calidad. Nunca olvidaré la nobleza e idoneidad de esos colegas, la mayoría empíricos, pero autodidactas, cultos y conocedores del periodismo, cada uno en su especialidad”, concluyó Sucre.

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