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Una dupla sólida que revolucionó el baloncesto en Panamá
- 27/07/2023 00:00

El portal web de la Federación Panameña de Baloncesto (Fepaba) data los inicios del deporte en el país desde comienzos del siglo XIX cuando los norteamericanos y empleados del United Fruit Company Sector Atlántico, iniciaron la actividad dirigida por el señor Bedford.
Esto generó programas y eventos enfocados en el baloncesto que poco a poco permitieron a los aficionados formarse profesionalmente hasta llegar a participar de confrontaciones a nivel internacional dando a conocer el talento panameño y nombres que quedarán marcados como huella de esa dedicación que los panameños dedicaron dentro de las canchas nacionales e internacionales.
Entre tantos nombres y figuras apasionadas por las canchas, se encuentra el exjugador Mario Butler y el jugador Rolando Frazer, dos profesionales del baloncesto que llevaron al país a grandes escalas del deporte.

Mario Alberto Butler Graham, conocido como el “expreso panameño”, nació el 15 de enero de 1957 en la ciudad de Panamá y entró a las canchas de baloncesto con tan solo nueve años de edad. Fue descubierto mientras pescaba por su profesor de matemáticas Cecilio Williams quien lo impulsó a jugar debido a su estatura. Butler se refiere a su profesor como “la razón por la que estoy aquí hoy día”, expresó en el XII foro anual “Cambiando vidas a través del Deporte”.
Obtuvo una beca para estudiar en la universidad de Briar Cliff en Sioux City, Iowa (Estados Unidos) y junto a Rolando Frazer se propuso a llevar a su alma mater al primer lugar del National Association of Intercollegiate Athletics (NAIA).
Jugando con la selección panameña en los VIII Juegos Panamericanos San Juan 1979, se le brindó la oportunidad para ser parte de la Liga Superior de Baloncesto en Puerto Rico. Ganó su primer campeonato en 1987, se convirtió en el Jugador Más Valioso en 1988 y ganó siete veces el mejor jugador defensivo (1984, 1985, 1987, 1988, 1993, y 1994).
Durante 23 temporadas dentro del baloncesto puertorriqueño, Butler registró en total 12.000 puntos y estableció un récord de 8.125 rebotes. “Hasta la fecha ningún jugador ha llegado a más de 2.000 rebotes excepto por Frazer (6.000) y yo”, exclamó durante el evento.

Ganó cuatro títulos de campeón en Puerto Rico junto a los Titanes de Morovis (1987), equipo que calificó como “uno de los más impactantes de mi carrera deportiva” y los Cangrejos de Santurce (1997-1998 y 2000). Además jugó en las ligas de baloncesto de Argentina, Colombia, Ecuador, España, Italia, México, República Dominicana y Venezuela.
Junto con la selección panameña ganó el Centrobasket de 1982 en Puerto Rico y participó en los mundiales realizados en Colombia (1982) y España (1986). “El baloncesto comenzó como un arma para defender a nuestro país y lo hemos hecho con orgullo”, expresó.
En la actualidad se dedica a liderar la Asociación Big Brother, que busca apoyar la sana disciplina del baloncesto entre adolescentes que se encuentran en conflicto con la ley.
“Necesitamos el apoyo del país para encontrar ese talento alrededor del istmo que sabemos que existe, y así poder formarlos y darles la oportunidad de tener esta experiencia”, concluyó.

Rolando Frazer Thorne nació el 3 de julio de 1958 en Ciudad de Panamá. Durante el foro anual dedicado al deporte, bromeó sobre el hecho que sus mayores pensaban que se dedicaría a la iglesia pero no fue así. “Comencé jugando fútbol pero mi pasión cambió por completo una vez conocí el baloncesto”, recordó. “Sabía que a eso debía dedicarme e hice todo lo posible para volver el deseo en realidad”.
Frazer recibió formación de Frank “El Grillo” Holness, leyenda del deporte y gloria del baloncesto panameño, quien dedicó su vida a entrenar a jugadores y formarlos para representar a Panamá en el extranjero y posicionar el nombre del país en las grandes ligas. “Fue todo para mí”, dijo. “Toda su vida fue dedicada a las canchas y aprendí mucho de él”. Frazer describió el amor de Holness por el baloncesto como “patriótico” ya que vivía en carne propia el juego de aro y tablero y como él contó, regularmente se le escuchaba cantando la canción “Básquetbol” como si fuese su himno nacional.
Jugó durante cuatro temporadas con los Chargers de la Universidad de Briar Cliff, teniendo un promedio de 26.2 puntos y 9.4 rebotes por partido. Su carrera profesional la desarrolló en Puerto Rico formando parte de la liga de Baloncesto Superior Nacional (BSN), jugando durante 15 temporadas con los Polluelos de Aibonito, equipo con el que triunfó y ganó la liga en 1986.
Su logro más destacado internacionalmente lo obtuvo en la liga ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto) en la que participó desde el 85 hasta el 87 y después desde el 88 hasta el 89. Durante la temporada 1986-87 superó los 30 puntos promedio por partido, siendo dueño del récord que hasta ahora conserva de la ACB de mejor promedio con 33.2 puntos en 5 partidos disputados.
Los Indiana Pacers lo escogieron en el puesto 83 en la cuarta ronda del Draft de la NBA de 1981 aunque nunca llegó a jugar para la asociación. Fue jugador de la selección de Panamá disputando en Campeonato del Mundo de 1982 en el que tuvo un promedio de 24.4 puntos por partido, convirtiéndolo en el máximo anotador del torneo y elegido como Jugador Más Valioso.
La hazaña la completó nuevamente en el Mundial de España de 1986, siendo el mejor anotador de su equipo y uno de los mejores del campeonato con 19.8 puntos por partido. En 2001 se retiró con 43 años de edad.
“Hasta hoy, ningún jugador en ninguna categoría universitaria de los Estados Unidos tiene un promedio más alto por partido como el señor Ronaldo Frazer”, resaltó Ruben Castillo Gill, expresidente y miembro de la Comisión de Asuntos Deportivos de la APEDE.
Frazer y Butler se han convertido en personajes importantes para el mundo deportivo de Panamá y reconocen que su posición puede impulsar el talento del país.
“Siempre que Panamá nos necesite, ahí estaremos”, exclamó Frazer. Sin embargo reconocen que el baloncesto con el que ellos crecieron, no es el mismo que se vive hoy día en el país. “El baloncesto en nuestro tiempo era una dinastía. Todos comenzamos desde lo más abajo y nuestra meta era siempre ser mejores cada día”, explicó Frazer.
“Ahora, hay muchas cosas que han mejorado pero aun necesitamos más dinero para seguir creciendo y lograr más proyectos y formación entre los jóvenes”.
A esto también añadió que el propósito del baloncesto es juntar a personas sin importar el estrato social y la situación económica. “El baloncesto tiene que juntarnos como comunidad y brindarle oportunidades a toda la población. Antes no era importante si pertenecías a un colegio público o privado, todos jugábamos. Ahora, el panorama es preocupante”.
Butler agregó que el baloncesto solía ser el deporte número 1 del país hasta que llegó el fútbol y que le gustaría ver a Panamá triunfar y disfrutar en las mismas canchas en las que el estuvo. “El baloncesto es para todos y sería increíble recibir ayuda de las empresas privadas e instituciones que puedan ayudar a impulsar el deporte al igual que la juventud interesada”.