La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 23/02/2009 01:00
PANAMÁ. Hay que reconocer algo: los panameños son fiesteros por naturaleza y donde toquen una lata, allí estarán.
Partiendo de esta base, un grupo de empresarios —con visión— trasladó la idea de modificar autobuses para convertirlos en discotecas ambulantes.
Este negocio, que nació en Cartagena, Colombia, ahora forma parte del entretenimiento nocturno panameño.
Se les conoce como “chivas parranderas”, pero realmente es el nombre de la primera empresa que se dedicó a este negocio en Panamá desde 1994. En los últimos años otros han incursionado en el negocio sumando diez compañías, entre reguladas y “brujas”.
Yazmín Panay, gerente general de Chiva Parrandera considera que existe una diferencia entre lo que ellos ofrecen y el servicio de la competencia.
“Mi negocio está enfocado en ofrecer un servicio de recorridos turísticos por la capital, mientras que el resto, solo tienen buses con una pista de baile, nada más”.
Panay tiene una flota de cuatro buses y para eso invirtió 15 mil dólares (3,750 en cada uno). La inversión incluye la decoración tanto del exterior como del interior del bus. Hoy, dice Panay, sus buses podrían costar 3 ó 4 veces su valor original.
Las chivas tienen capacidad para 30 personas y su costo, por cliente, es de 20 dólares. Es decir, 600 dólares por paseo, si está en toda su capacidad.
Los principales atractivos de este entretenimiento sobre ruedas, es la música en vivo y el bar abierto.
Este negocio depende principalmente del sector turístico; ya que 60% de sus clientes son extranjeros y 40% locales. Aunque, desde el año pasado, se ha incrementado la modalidad de las fiestas sobre ruedas, de clientes particulares y corporativos, cada vez se suman más patrocinadores.
La compañía Chiva Parrandera, el año pasado aumentó su demanda en 10%. Pero este año, Panay prefirió ser cautelosa diciendo que “dependemos de las políticas que implemente el gobierno para regular esta actividad porque actualmente hay solo cuatro empresas que cuentan con los certificados del Instituto Panameño de Turismo (IPAT), la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, y el Municipio de Panamá, el resto opera sin certificación convirtiéndose en una competencia desleal”.
La gerente general de Chivas Fiestas Panamá, Victoria Concha, respalda a Panay y asegura que alrededor de seis empresas no cuentan con los permisos.
La empresaria dice que durante 2008 su demanda bajó un 20% en relación a 2007, lo que se le atribuye a la “variada oferta”. Chivas Fiestas Panamá lleva 3 años en el mercado y el costo por paseo oscila entre $350 y $450, por un período de tiempo de tres horas.
Concha prevé que este año será “duro”, sobre todo porque durante el mes de enero y en lo que va de febrero ya la demanda ha registrado una caída de 40%. Si bien es cierto que hay clientes que prefieren una rumba al son de la murga, otros prefieren la exclusividad y para ellos están los paseos VIP. +2C