Deuda, ¿una bomba de tiempo?

Actualizado
  • 28/10/2012 03:00
Creado
  • 28/10/2012 03:00
PANAMÁ. El giro que ha tomado recientemente la deuda pública panameña ha sido motivo de preocupación para muchos economistas.

PANAMÁ. El giro que ha tomado recientemente la deuda pública panameña ha sido motivo de preocupación para muchos economistas.

Su comportamiento refleja muy poca capacidad de los gobiernos para controlarla y mucho menos reducirla.

Con excepción del gobierno de Guillermo Endara, los más recientes sólo han impulsado su refinanciamiento, con su consecuente incremento, ya que no logran disminuir el servicio que acarrea. Las alternativas a las que se está enfrentando el Estado panameño son un dilema: o reduce el gasto público con sus consecuencias sociales, o aumenta el endeudamiento, que ya lleva acumulado en 2012, poco más de $14,000 millones.

‘Cuando un país exhibe un buen ritmo económico, el gobierno normalmente reduce el gasto público, pero la actual administración ha hecho todo lo contrario: a pesar de los buenos síntomas de la economía, ha disparado excesivamente el gasto público, lo que ha provocado un peligroso recalentamiento’, sostiene el consultor económico Horacio Estribí, quien señala como grave que el endeudamiento esté paseándose por el 42% de su Producto Interno Bruto (PIB), ‘porque el país podría verse comprometido en caso de surgir algún problema en el mercado internacional’.

En cifras concretas, el Ministerio de Economía y Finanzas reporta que la deuda pública de Panamá cerró el año pasado en $12,814.2 millones, con un aumento, en relación al año anterior, de $1,184.8 millones, es decir, un 10.2%. Con todo y la amenaza que esto representa, el MEF estima un crecimiento del PIB del 10.5%.

Muchos coinciden en que el financiamiento de los actuales estándares de consumo de bienes y servicios de la población panameña por medio del endeudamiento resulta totalmente insostenible, incluso manteniéndose o incrementándose el actual gasto público social, tal y como lo han venido haciendo los últimos dos gobiernos de Martín Torrijos y Ricardo Martinelli. Entonces, surge la pregunta: ¿Más gasto social o venta de activos de las empresas del Estado? Algunos coinciden en que, de no recortarse el gasto público, el camino que queda es el endeudamiento. En caso contrario, con la venta de los activos de las empresas mixtas se obtendrían unos $400 millones para la creación, por ejemplo, de la Autoridad del Agua.

‘La mayoría de las agencias evaluadoras de riesgo sostienen que la deuda es manejable, pero pasan por alto que se trata sólo de la deuda pública registrada, obviando la no registrada, que incluye los proyectos llave en mano. Se estima que para cuando el gobierno de Martinelli concluya en 2014, la deuda pública —registrada y no registrada— habrá llegado a unos $19,000’, advierte Estribí.

Por su parte, Jorge Karica Castillo, economista y docente de la Universidad de Panamá, señala en sus análisis que ‘el desempeño de la deuda pública panameña durante los últimos 60 años ha sido ascendente, y los gobiernos han hecho muy poco por controlarla, mucho menos por revertir su comportamiento’. La agencia de riesgo Fitch se mantiene reacia a mejorar el grado de calificación BBB obtenido por Panamá en 2011 y ello se debe precisamente a la alta carga de la deuda, a la dolarización, a la estrecha base de ingresos fiscales y a una rígida estructura de gastos.

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