¿Se estableció la Gran Moderación 2.0 en EEUU?

Actualizado
  • 07/06/2014 02:00
Creado
  • 07/06/2014 02:00
La Gran Moderación 2.0 podría ser sólo un hecho casual. Un periodo como este podría involucrar una suavización en la actividad económica

¿Ha vuelto la Gran Moderación? Quizás. La Gran Moderación —un término popularizado por los economistas— se refiere al período desde mediados de los años 80 (1983 o 1984 son puntos de inicio comunes) hasta 2007, cuando la economía gozaba de un relativo crecimiento y prosperidad. Hubo sólo dos recesiones históricamente suaves y breves (1990-91 y 2001). El mercado de valores vivió un auge. Los gastos del consumidor y la compra de viviendas se elevaron. El desempleo cayó; en 2006 y 2007, promedió un 4.6%.

Como saben los lectores de esta columna, yo considero que la Gran Moderación es la causa fundamental de la crisis financiera y de la Gran Recesión. Inspiró complacencia por la creencia de que la economía había entrado en un estado semipermanente de estabilidad, marcado por largas expansiones de breves recesiones. Un ciclo comercial domado implicaba menores riesgos. Los consumidores podían adquirir más deuda —y las entidades crediticias podían prestar con mayor abundancia— porque las perspectivas de pagar las deudas habían mejorado. Los banqueros, economistas, reguladores gubernamentales, directores ejecutivos, consumidores —todos adoptaron esa lógica.

Sabemos que fue una ilusión. Cuando la resultante burbuja de crédito explotó, la economía cayó abruptamente. Y aún sigue rengueando.

Entonces, ¿cómo puede haber vuelto la Gran Moderación? La pesada economía actual parece ser lo opuesto. He aquí por qué.

La Gran Moderación involucró una suavización de la actividad económica. En términos estadísticos, las desviaciones del promedio menguaron; la volatilidad se redujo. Ahora, algunos economistas detectan patrones similares en años recientes, a pesar de que se trata de una economía cuyo desempeño es bien inferior a su potencial.

En un discurso de abril, Jason Furman —director del Consejo de Asesores de la Casa Blanca— señaló que ‘un número de series de datos clave han demostrado un alto grado de coherencia y estabilidad desde que se inició la recuperación a mediados del 2009’. Un informe de economistas de Goldman Sachs llegó a una conclusión similar. La revista The Economist, en su ejemplar del 24 de mayo, publicó un artículo que proclamaba ‘la volatilidad ha desaparecido de la economía y de los mercados’.

Traducción: Aunque el crecimiento económico es débil, la recuperación de la Gran Recesión, aún exhibe la regularidad estadística de la Gran Moderación. ¿Qué está pasando?

La Gran Moderación 2.0 podría ser sólo un hecho casual. Refleja unos pocos años de datos después de la crisis financiera (la que, por supuesto no fue en absoluto suave ni predecible) y podría desaparecer con el agregado de datos de unos años más. Las teorías que explican la causa por la que la economía podría haberse vuelto más estable en el largo plazo son endebles y —obviamente— tienen que lidiar con las importantes excepciones de la crisis financiera y la Gran Recesión.

Mi presentimiento es que la Gran Moderación 2.0 es resultado, principalmente, de la psicología de masas —pero con un clima opuesto al anterior. Mientras la Gran Moderación original involucró una creciente confianza y optimismo, su sucesora encarna un obcecado pesimismo y una persistente cautela. Casi todos sufrieron los daños y el temor de la crisis financiera y el consiguiente bajón. Los consumidores no sólo se están ‘des-apalancando’ (pagando sus deudas) sino que están tratando también de ahorrar contra posibles reveses futuros. Las empresas son renuentes a invertir en expansiones importantes porque no están seguras sobre la demanda futura.

La regulación gubernamental más estricta, particularmente de bancos e instituciones financieras, refuerza esa renuencia. Presionando por el otro lado está la política de crédito fácil de la Reserva Federal. Tomadas en su conjunto, todas esas fuerzas producen un crecimiento lento pero constante, por el momento. Hasta ahora, hay pocos indicios de la complacencia contraproducente que precedió a la crisis financiera, aunque a los funcionarios de la Fed les preocupa esa posibilidad. Pero me siento escéptico en cuanto a la entrada en una fase renovada de mayor estabilidad, menos volatilidad y menos sorpresas. Lo que más intriga es: ¿Qué vendrá después?

ECONOMISTA

Lo Nuevo
comments powered by Disqus