El Banco Central turco consigue estabilizar la lira

Actualizado
  • 15/08/2018 02:00
Creado
  • 15/08/2018 02:00
Tras varias semanas de incertidumbre ante la inflación de la lira turca, el Gobierno ha logrado frenar la devaluación de la divisa

El desplome de la lira turca registrado durante la última semana parece haberse frenado con las medidas tomadas por el Banco Central de Turquía, pese a que se mantiene la tensión diplomática entre Ankara y Washington.

La moneda turca ganó ayer en pocas horas un 8%, colocándose alrededor de las 7,5 liras por euro y 6,5 por dólar, valores cercanos a los que mantuvo durante el fin de semana pasado.

Recuperó así prácticamente todo el territorio perdido la mañana del lunes, cuando se llegaron a cambiar ocho liras por un euro y siete por un dólar, las marcas más bajas de la divisa turca desde la reforma monetaria de 2005.

La subida tuvo lugar al anunciar ayer el Banco Central turco el lanzamiento de una oferta para comprar liras a dos semanas vista, depositando dólares en cambio, y ofreciendo un tipo de interés del 19.25 %, por encima de los tipos regulares que desde junio están en el 17.75%.

El volumen total de la oferta es de 1,500 millones de dólares, según la agencia local Anadolu , y la medida se añade a las inyecciones de liquidez de más de $10,000 millones realizadas el lunes al bajar los límites de reservas exigidas a los bancos.

CRISIS DE LA LIRA

A juicio de los economistas, la crisis actual de la moneda turca no es solo consecuencia de los aranceles de EE.UU.

Si bien exacerbada por la tensión con Washington, la crisis tiene sus causas en el crecimiento acelerado de Turquía en los últimos años, alimentado por el consumo interno, con un alto déficit comercial, que se ve equilibrado solo por las inversiones extranjeras.

La estabilización de la lira se produjo pese a que el Gobierno de Turquía mantuvo su discurso desafiante frente a Estados Unidos, alimentando una tensión que parece haber influido en el desplome de la lira, con una depreciación del 25% en solo una semana.

Así, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, volvió a denunciar ayer un ‘obvio ataque económico' contra su país y pidió dejar de comprar productos tecnológicos de fabricación estadounidense.

‘Aplicaremos un boicot a los productos electrónicos de Estados Unidos. Si ellos tienen el iPhone, en otras partes existe el Samsung. En nuestro propio país está el Venüs Vestel', dijo Erdogan, en referencia a un teléfono móvil (celular) de marca turca.

‘Nosotros mismos nos bastamos. Lo que no hay lo produciremos. Todo lo que antes pagábamos para traerlo de fuera lo haremos ahora, aún más bonito, y lo venderemos fuera. Esta nación es capaz de hacerlo. Nuestra economía funciona como un reloj', aseveró.

No parecían del todo de acuerdo la mayor patronal turca, Tüsiad, y la Unión de Cámaras de Comercio y Bolsas de Turquía (TOBB), que instaron ayer al Gobierno a adoptar medidas de austeridad para sanear la economía a largo plazo.

‘Además de los pasos positivos que tomó el Banco Central ayer (lunes) para la gestión de la liquidez, se debe adoptar una política monetaria más estricta para la estabilización monetaria', señalan Tüsiad y la Unión de Cámaras de Comercio y Bolsas de Turquía en un comunicado, en el que piden una subida de tipos.

Los expertos consultados por Efe coinciden en que una drástica subida de los tipos de interés, hasta el 30 o incluso el 40%, sería la única vía de frenar la inflación, que este año ha escalado hasta el 15%, y estabilizar la moneda.

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