Ricardo Hausmann cuestiona el manejo de la migración en Panamá

Actualizado
  • 28/10/2019 00:00
Creado
  • 28/10/2019 00:00
En una visita a Panamá, el economista dijo que la principal desventaja de las leyes migratorias es su falta de apoyo para aumentar la competitividad y mientras no se modifiquen, el país no podrá crecer más rápido

En el encuentro “El Estado y el mercado: cómo organizar una relación productiva”, realizado el viernes 25 de octubre, el economista Ricardo Hausmann cuestionó el manejo migratorio que el país ha enfrentado en los últimos años.

De acuerdo con Hausmann, Panamá no solo creó leyes migratorias con la intención de “cerrarle” la puerta a la migración en general, sino también a toda la mano de obra calificada que desde el exterior desea incursionar en el mercado panameño.

“Creo que las normas migratorias de este país deben evolucionar hacia un mayor apoyo a la competitividad, porque los extranjeros calificados son complementos y no sustitutos de los panameños”, afirmó el economista, exjefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En ese mismo contexto, Mercedes Eleta de Brenes, presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), coincidió en que el país debe mirar el tema migratorio como una opción de “atraer” recursos y talentos que puedan fortalecer y complementar y no como opción de “sustitución”.

“Debemos entender que si no tenemos el suficiente personal o talento local para atender todas las oportunidades de crecimiento, debemos optar por buscar alternativas. De no hacerlo solo contribuiríamos a no crear más puestos laborales”, sostuvo la presidenta de Apede.

Eleta expresó que toda esta situación se debe mirar de forma integral, pues el tema está relacionado a una reforma del sistema educativo.

“Mientras se desarrolle una educación de calidad y relevante, deberán pasar 20 años para tener a esos jóvenes dentro del mercado laboral. En ese periodo se espera complementar el talento humano”, pronosticó la empresaria panameña.

Eleta reconoció que la prioridad siempre debe ser el panameño. “Pero si no existe la mano de obra calificada se deberá importar”, advirtió.

Hausmann, quien también es profesor de Harvard Keneddy School, en Estados Unidos, señaló que las personas no deben sentirse amenazadas, más bien orgullosas de que los extranjeros quieran “compartir sus conocimientos académicos y profesionales”.

El docente indicó que con una modificación a las leyes la persona lograría una “disminución” de los costos de procesos migratorios, al mismo tiempo que crearía un ambiente laboral “más competitivo”.

En esta línea, el economista reveló que actualmente hay una propuesta de reforma migratoria para Panamá, cuyo objetivo principal, reiteró, es aumentar la “competitividad” del país.

“Creo que es un tema en el que el país debería insistir, porque es de esta forma como podrá ser más competitivo y tener una crecimiento más rápido”, expresó.

Por su parte, la presidenta de Apede exaltó la analogía de Hausmann, y destacó que “es interesante” cómo, a través de una modificación a la norma migratoria, se podría complementar los activos del recurso humano que se tiene para poder potenciar la economía y el desarrollo sostenible del istmo. “Desde este concepto notamos que es una propuesta interesante para evaluar” arguyó.

Discusiones legislativas

La diputada Zulay Rodríguez, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), se ha caracterizado por liderar los debates de la Asamblea Nacional en relación a los anteproyectos sobre los temas migratorios.

Desde el 2015, ha buscado la aprobación de las reformas a la ley migratoria, pero estas no fueron discutidas.

Para este año, la diputada presentó dos tipos de modificaciones. La primera, en julio 2019, donde creó un anteproyecto de ley para modificar los artículos del Decreto Ley de 2008 sobre el Servicio Nacional de Migración.

En el documento se contemplan normas relacionadas a la realización de un censo para los extranjeros, el pago de impuestos y la revisión de las visas y las categorías asignadas al momento del ingreso al país. Además, se incluía deportación para los extranjeros que realizaran alguna ofendan o actos delictivos en el país.

En octubre, la diputada nuevamente propuso la iniciativa y durante el primer bloque de las discusiones de las reformas a la Constitución Política de Panamá, trajo a colación las modificaciones al artículo 9, específicamente el capítulo II, que trata sobre los tema de nacionalidad y extranjería.

Durante su propuesta la perredista fue enfática al asegurar que con este nuevo proyecto pretendía acabar el “relajo” con el denominado “crisol de razas”.

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