Estratificación socioeconómica, punto de partida al estudio de la desigualdad

Actualizado
  • 30/11/2019 00:00
Creado
  • 30/11/2019 00:00
Los estratos sociales retoman su importancia en la definición de la desigualdad y el establecimiento de políticas viables para fijar sistemas que, promuevan oportunidades y sienten las bases del bienestar humano
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La desigualdad, reconocida hoy como debilidad de los sistemas para su desarrollo y crecimiento sostenible, da paso a que se redefinan las perspectivas sobre los estudios económicos y sociales de las regiones y el ámbito mundial. A partir de esta redefinición se marca el estudio de las clases o estratos sociales bajo, medio y alto, estableciéndose subgrupos para cada una de estas clases, dejando de lado las generalizaciones.

Un llamado a la especificación atribuible al detrimento sobre el optimismo que en otras épocas transmitían los reportes de crecimiento de la clases o estratos de ingreso medio y alto sobre oportunidades al desarrollo y crecimiento sostenible. Los hechos en materia de crecimiento, desarrollo y desigualdad son evidencia de que la transición entre clases ya no es una garantía a la sostenibilidad sobre la percepción de mejores ingresos, la reducción de la pobreza o la seguridad a la entrada a las clases privilegiadas o el llamado 1%.

Tal como lo ilustra la región América Latina y El Caribe (ALC), la cual, a pesar de reportar un crecimiento económico considerablemente acelerado versus grupos económicos definidos, se establece como la región de mayores índices de desigualdad y divergencias. Según estadísticas de ingresos y crecimiento, en la región ALC se reportan variaciones significativas en lo que concierne a las composiciones de los estratos. Por ejemplo, en las zonas urbanas de Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá, El Paraguay, El Perú y El Uruguay, menos de la mitad de la población clasificaba en los estratos de ingreso bajo. Mientras, en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaraguas, 70% de la población la representan hogares cuyo ingreso per capita se ubica 1.8 por debajo del índice de pobreza.

El panorama de coyunturas económicas tiene mucha incidencia en la estabilidad y seguridad financiera de los individuos o grupos de individuos. Como resultado de que estas coyunturas se establecen una serie de vulnerabilidades a las cuales están sujetas cada uno de los estratos. Dichas vulnerabilidades que se definen en el marco de los factores con potencial incidencia a que un individuo o un grupo de individuo -hogares- sea reclasificado a deciles más bajos de los cuales se ubicaban.

La tendencia conlleva a que se definan subgrupos en la estratificación del ingreso bajo, como el medio. Según los informes Panorama Económico Social (CEPAL, 2019), se define el estrato bajo en pobreza extrema, pobreza no extrema, bajos no pobres. En lo que respecta la clase media, se define en estrato medio bajo, medio intermedio y medio alto. Mientras el estrato alto solo abarca esta clasificación.

Estas determinaciones de subgrupos dan el paso a que los estudios sociales consideren a mayor amplitud otros factores que son determinantes de las oportunidades y limitaciones a las que está expuesto un individuo o grupo de individuos. Ambas, que enmarcan factores que son concluyentes de los estratos socioeconómicos y por ende los índices de desigualdad.

Consideremos el estrato medio como ejemplo directo; un concepto que ha variado acorde a la evolución de las economías y la determinación de lo que se considera bienestar a nivel sociedad, por lo cual ya no se define solamente a partir de las fuentes de ingresos percibidas, dando paso a otras determinantes como la conducta y capacidad de consumo, aspiraciones y estilo de vida, entre otros potenciales factores.

La inclinación por profundizar sobre el tema es un paso al reconocimiento de que por muchos años se había dejado de lado los estudios sociales de las economías de la región desde otras perspectivas, para así enfocarse en términos que aluden a crecimiento en términos absolutos. Si bien el ingreso es la medida por excelencia, también se debe de reconocer que sus variables representativas como el Producto Interno Bruto (PIB), han desviado la atención que debe de otorgarse a otras medidas como el GINI o índice de igualdad. Según los informes de desarrollo y crecimiento sostenible, el PIB a sido la medida por excelencia para diversas tomas de decisiones dejando de lado los niveles de bienestar de los que goza o debería de más bien gozar una población.

El PIB es una medida que debe de ser analizada en conjunto con otros indicadores. De esta forma, se podría estar en la capacidad de dar respuesta a los contrastes que existen entre desarrollo y crecimiento económico versus los altos índices de pobreza, sistemas de educación ineficientes y el bajo acceso a los sistemas de salud poco atendidos, entre otras debilidades del sistema.

Una vez establecido que la clase social no solo se determina a partir del ingreso económico, surgen otros factores determinantes en dirección a la conducta y capacidad de consumo, las cuales se tornan como un punto de partida para la definición del estrato y su composición por medio del análisis de la satisfacción de necesidades básicas y el poder adquisitivo que elimine las limitantes a otras actividades de entretenimiento u ocio. Es decir que quienes puedan abarcar necesidades como gustos, potencialmente otorgan una idea de la representación del estrato medio bajo, intermedio y alto.

En lo que respecta a aspiraciones y estilo de vida, estos otorgan el espacio a la definición de la clase media por medio del análisis de las posesiones del o los individuos, así como de su capacidad de adquisición.

El estrato medio y lo que se ha aludido en las previas líneas es una ilustración breve de lo que conllevan los enfoques de los estudios sociales actualmente. Por lo que se deduce que la complejidad del estudio es otro reto para el análisis sobre el alcance y manejo de la desigualdad en el ámbito regional como internacional. Dejado esto entre dicho, se considera imperativo el análisis detallado de los estratos socioeconómicos como parte de los esfuerzos al desarrollo y crecimiento sostenible, de lo contrario las transiciones entre clases y sus resultados positivos como los logros en reducción de pobreza son solo temporales.

Laritza del Rosario Lezcano Navarro
FICHA
La autora es asesora en materia financiera.
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