Puerto de Calais espera que regrese el 'duty free' tras el brexit

Actualizado
  • 02/02/2020 00:00
Creado
  • 02/02/2020 00:00
A su puerto, a cinco minutos a pie del centro, llega el ferry desde Dover (Inglaterra) y en quince minutos en coche puede tomarse el tren que atraviesa bajo el mar el Canal de la Mancha

Desde Calais, en el noroeste de Francia, apenas se tardan 35 minutos en llegar a Inglaterra. Una cercanía que ha marcado la historia y la economía de una ciudad que ahora reza por que vuelva el "duty free" (tiendas libres de impuestos) y así regresen los ingleses.

La distancia podría ser una razón para que los vecinos de la localidad vivan este primer día de Brexit con melancolía, pero la mayoría responde con socarronería: "¡Hace mucho tiempo que se fueron los ingleses!".

A su puerto, a cinco minutos a pie del centro, llega el ferry desde Dover (Inglaterra) y en quince minutos en coche puede tomarse el tren que atraviesa bajo el mar el Canal de la Mancha.

Los ingleses ya solían visitar la ciudad y sus alrededores antes de que Reino Unido entrara en la Comunidad Europea en 1973 para disfrutar de precios más bajos y comprar bebidas alcohólicas o ropa, pero la adhesión al bloque comunitario levantó los límites y la travesía comenzó a hacerse con más frecuencia.

EL CASO DEL ALCOHOL

"Recuerdo que hace 20 años, el parking se llenaba de autobuses que venían en el día cargados de ingleses para hacer sus compras", dice Manuel García, vecino de la localidad e hijo de inmigrantes españoles, en el centro comercial Cité Europe, a escasos kilómetros de la central del eurotúnel.

Esta vasta superficie comercial abrió sus puertas en 1995, menos de un año después de la inauguración del eurotúnel, esperando beneficiarse del tren y del "duty free", que llevaba a ingleses a llevarse cajas y cajas de vino y a hacer compras gigantescas en Carrefour.

"Este año vinieron muchos a comprar antes de los dos primeros anuncios de un Brexit sin acuerdo. Después, nada. De todas formas, ya han comprendido que el Brexit saldrá adelante pero que no hay acuerdos, así que no sabemos de qué forma vamos a sufrir la salida en el caso del alcohol", señala Guillaume Pigniez, director de la tienda "Terre des Boissons".

Hace tres años, tras el resultado del referéndum, Pigniez reorientó su negocio para ofrecer más calidad en lugar de cantidad, precisamente lo que buscan los ingleses: cajas de vino francés o internacional a un precio reducido.

Los pocos clientes que pasean por las tiendas en este Día 1 posBrexit rememoran colas gigantescas en los establecimientos de bebidas y recuerdan un Calais donde en todos los locales se escuchaba principalmente inglés.

Los comerciantes señalan que la caída del comercio inglés comenzó con el fin del "duty free" en 1999 hasta llegar casi a extinguirse en 2005, con la bajada de la libra esterlina y el auge de los precios del tabaco, una opinión que comparte el propietario de un estanco en pleno centro de la ciudad.

"Hace mucho que se fueron los ingleses, el Brexit no cambia nada. Al contrario, quizás si suben los precios de la importación vuelvan a hacer sus compras por aquí", señala.

LOS POLÍTICOS VEN UNA OPORTUNIDAD

En estos años, la alcaldesa de Calais, la conservadora Natacha Bouchart, que en marzo vuelve a presentarse a las elecciones municipales bajo el ala del partido del presidente Emmanuel Macron para hacer así frente a la extrema derecha que ha ganado en la localidad en las últimas elecciones europeas y presidenciales, ha mostrado su deseo de que vuelva el "duty free".

"Hace veinte años el flujo de ingleses que hacían ida y vuelta en el día servía a la economía local, los comerciantes y hosteleros quieren creer que volverá", señaló Bouchart en una entrevista en "Le Monde", que junto a otros concejales ha trasladado su petición al ministro de Hacienda francés, Gérald Darmanin.

Sin embargo, Darmanin visitó Calais a mediados de enero y manifestó su rechazo al establecimiento de una zona libre de impuestos en el centro de la ciudad

La ciudad ha visto su morfología cambiar para abrir un conducto entre el continente y Gran Bretaña y sus habitantes sienten que solo han padecido los acuerdos internacionales y han perdido su principal atractivo.

Después de tanto varapalo y aun cuando la mayoría se dice contraria al Brexit, no son pocos quienes confían en que los pactos que han de negociarse les sean por una vez favorables, aunque por ahora solo haya especulaciones.

"El Brexit es una oportunidad formidable. Habrá un restablecimiento de las fronteras aduaneras y si las mercancías se mueven con más lentitud necesitarán almacenes para guardarlas, hoteles para la gente... Cuando el poder adquisitivo de los británicos suba vendrán a Calais para beneficiarse de la diferencia entre el euro y la libra", defiende Marc de Fleurian, candidato de la ultraderechista Agrupación Nacional.

Sin embargo, lo sucedido hasta ahora no respalda esos augurios: la libra esterlina, hoy en 1,19 euros, estaba antes de que se anunciara el plebiscito en 1,43.

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