Panamá enfrenta el reto de sostener un crecimiento que cierre brechas sociales y territoriales

Actualizado
  • 28/04/2023 00:00
Creado
  • 28/04/2023 00:00
Las más recientes proyecciones del Banco de Desarrollo de América Latina sostienen que el país aún presenta pobreza y un índice de desigualdad mayor que el de la región, por lo que para 2023 estima un crecimiento del 3%
Carolina Camacho, economista del CAF, durante su participación en la clausura de CADE 2023.

Pese a la desaceleración mundial, Panamá mantiene un desempeño favorable gracias al compromiso con la regla fiscal, la gradual reducción de las presiones inflacionarias, el cierre del déficit de cuenta corriente, la resiliencia de los flujos de inversión y la solidez del sistema financiero.

En todo caso, el margen fiscal es menos holgado y acota tanto la inversión pública como el alcance de los programas dirigidos a los más vulnerables

Revertir las pérdidas acumuladas en los indicadores sociales seguirá siendo un reto en el contexto de menor crecimiento económico y para afrontarlo es necesario reforzar los motores de crecimiento de largo plazo.

Estas fueron las principales conclusiones de las proyecciones económicas que presentó el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) este jueves, en la clausura de CADE 2023.

Carolina Camacho, economista de la CAF, explicó que “claramente Panamá es privilegiada con un crecimiento que es excepcional, con mejoras en bienestar porque tuvo crecimientos muy elevados durante todo este siglo, incluso por encima de la región, ya que durante todo ese tiempo aprovechó no solo las diferentes inversiones en la economía, sino el auge externo que le permitió crecer bastante bien y alcanzar niveles de PIB per cápita que se tradujeron en la reducción de un 30% de la pobreza”.

“Todo este dinamismo se debe a los sólidos pilares institucionales que sitúan a Panamá como un hub internacional, un centro regional de servicios financieros, una dolarización y baja inflación, que hacen que después de crisis como la pandemia no acumule desequilibrios macroeconómicos, como sí tienen otros países”, puntualizó.

De 2000 a 2014 el crecimiento de Panamá fue “muy destacado” con proyecciones a largo plazo del 6%. Sin embargo, a partir de 2015 hasta 2019 comenzó a desacelerarse.

CAF estima que entre los desafíos hacia adelante para Panamá está el que “enfrente el reto de sostener tasas de crecimiento que le permitan continuar cerrando tanto las brechas sociales como territoriales que persisten”, ya que aún mantiene números de personas pobres y la desigualdad es más elevada con respecto a los de la región.

A mediano plazo

Camacho recordó que la caída del crecimiento que se vivió en Panamá durante la pandemia fue una de las más severas, sin embargo, tuvo una rápida recuperación con niveles de 15%, 10% y 8%.

Aun con la desaceleración global, se estima un crecimiento de 2023 entre 3,8% y de pronto 5% a 2025, “eso, favorecido con la continua expansión del cobre”.

La CAF espera que la industria de servicios, incluido el turismo y las actividades del Canal de Panamá, también le den cierto dinamismo al crecimiento, porque el continuo desarrollo de la infraestructura pública no necesariamente está tan dinámico como antes de la pandemia, pero sí mantiene un rol importante.

Otros aspectos que el banco espera lograr son la dinamización gradual del mercado laboral, una tendencia a la baja del déficit externo y una sostenibilidad de la deuda .

Los riesgos para el país se centran en la fragmentación comercial, condiciones financieras externas más apretadas de lo esperado, mayores presiones del gasto público, encarecimiento de la deuda externa en niveles superiores a los esperados, y deterioro de las condiciones de fondos externos.

A largo plazo, la CAF sostiene que la moderación del crecimiento económico se basará en tres ejes: reducir las barreras en la formalización, apoyar las capacidades del Estado, e invertir en capital humano.

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