América Latina calcula bajo crecimiento económico por El Niño; Panamá ya enfrenta ciertos desafíos

En un nuevo estudio, el Banco Mundial muestra el escenario que han vivido algunos países. Recalcó la importancia de que los gobiernos implementen un conjunto de medidas para enfrentar de forma efectiva los desafíos que supone este evento climático
Por el fenómeno de El Niño, el Canal de Panamá ha experimentado una sequía que lo ha obligado a reducir el tránsito de buques.

Los efectos del fenómeno de El Niño parecen no ser parejos a lo largo de América Latina y el Caribe (ALC). Normalmente este evento climático trae consigo lluvias y tormentas en la parte sudoriental de América del Sur entre diciembre y febrero, así como condiciones más calurosas y secas al noroeste de ese continente.

Entre junio y agosto de 2023, El Niño registró condiciones más calurosas y secas en el Caribe y América Central, temperaturas más cálidas en los países costeros del este y oeste de América del Sur y un clima más lluvioso en el centro de Chile.

El Banco Mundial (BM) en su nuevo informe “Conectados: Tecnologías digitales para la inclusión y el crecimiento” calculó que entre los efectos que El Niño puede tener en ALC una reducción de 0,8% en el crecimiento de aquellos países ubicados en áreas tropicales y húmedas, así como una reducción de 0,7% en aquellos países ubicados en áreas templadas y áridas.

Por ejemplo, mencionó que en vísperas de El Niño y sus condiciones más áridas de lo normal, Colombia aumentó sus importaciones de gas natural licuado (GNL) para conservar sus operaciones hidroeléctricas. Al mes de agosto, el país ya había importado un 60% más de GNL que el año pasado, triplicando los niveles de 2021. En Chile, las fuertes lluvias asociadas con El Niño llevaron en agosto al gobierno a declarar el estado de catástrofe en cuatro regiones: O'Higgins, Maule, Ñuble y Bío-Bío.

En Perú, actividades primarias como la agricultura y la pesca, así como las actividades de procesamiento asociadas se vieron afectadas por El Niño, llevando a una caída en el Índice de Producción Pesquera de 68,93% en junio de 2023.

Mientras que la sequía histórica que vive Panamá obligó a la Autoridad del Canal a reducir el volumen y el número de buques que cruzan, afectando las exportaciones de los países de la región y el comercio mundial.

En conferencia de prensa virtual, el economista jefe del BM para América Latina y el Caribe, William Maloney, informó que Panamá enfrenta ciertos desafíos y problemas vinculados con el Canal y sus afectaciones por el fenómeno de El Niño. “Aunque el país tiene que lidiar con esto, eso no afecta en términos generales al resto de la región”, comentó.

Acciones

Cabe recordar que el Canal de Panamá tomó medidas preventivas para garantizar el suministro de agua dulce tanto para el consumo de la población panameña como para los tránsitos durante la próxima temporada seca, que se prevé empiece en diciembre y se extienda hasta abril de 2024. Estas acciones se tomaron para satisfacer las demandas de consumo humano en Panamá, donde 2,5 millones de personas dependen del suministro de los reservorios del Canal.

Por ello, el Canal aprobó la disminución de 36 a 32 el promedio de tránsitos diarios por las esclusas panamax, sin afectar el calado de estos buques. En el caso de las esclusas neopanamax, mantendrían el calado máximo disponible de 44 pies durante los próximos meses. Otras medidas incluyen llenado cruzado, trasvases.

A partir del 1 de noviembre transitarán por la vía acuática solo 31 barcos por día y se mantendrá un calado de 44 pies. Se ofrecerá un máximo de 30 espacios de reserva, 8 en las esclusas neopanamax y 22 en las esclusas panamax, de acuerdo con la circular No.A-43-2023 que fue enviada a todas las navieras el pasado 19 de septiembre de 2023 por la Autoridad del Canal Panamá (ACP).

La ACP consideró necesario implementar cambios adicionales al sistema de reservas de tránsito y se basó en la reducción de la capacidad de tránsito diario.

Existe una probabilidad del 90% de que el fenómeno de El Niño continúe durante la segunda mitad de 2023, previendo que alcance al menos un nivel moderado, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En este contexto, el BM recalcó que los gobiernos deberían implementar un conjunto de medidas para enfrentar de forma efectiva los desafíos que supone El Niño. Estas incluyen el uso de herramientas predictivas para anticipar patrones meteorológicos, facilitar una mejor asignación de recursos para fortalecer la infraestructura hídrica, y reforzar estructuras vulnerables. Asimismo, dijo que las autoridades también deben centrarse en mejorar la resiliencia a través de estrategias a largo plazo, sopesando la recuperación a corto plazo con una preparación sostenible ante futuras ocurrencias de El Niño.

“Un factor que eleva la incertidumbre en torno al crecimiento es el fenómeno de El Niño. ALC está particularmente expuesta a los eventos climáticos extremos que El Niño puede traer consigo, dado que la región depende de las exportaciones agropecuarias y ya es vulnerable a un aumento de la temperatura”, sostuvo el BM.

Crecimiento

Por el momento, el informe estima que el producto interno bruto (PIB) regional crecerá un 2,0% en 2023, ligeramente por encima del 1,4% proyectado anteriormente, pero aún por debajo del de todas las demás regiones del mundo.

Se pronostican tasas del 2,3 y 2,6% para 2024 y 2025. Estas tasas, similares a las de la década de 2010, “no son suficientes para lograr los avances tan necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza”.

Para esta actualización, el banco aumentó de 5,7% a 6,3% el crecimiento económico de Panamá para 2023. De esta forma, el país sigue manteniendo el crecimiento más alto en comparación con sus pares, como Guatemala (3,2%), Honduras (3,2%), Nicaragua (3,1%), Costa Rica (4,1%), El Salvador (2,8%) y República Dominicana (3,1%).

También estimó que para 2024 Panamá mantendrá cifras por 6,4 y 6,5% en 2025.

Según el reporte, la región llevó adelante reformas macroeconómicas apropiadas en las últimas tres décadas, que proporcionaron una mayor resiliencia ante shocks, como las presiones inflacionarias, la incertidumbre derivada de la guerra en Ucrania, los bajos precios de las materias primas y la creciente deuda en la etapa pospandemia.

La pobreza y el empleo han vuelto en general a sus niveles previos a la crisis y la inflación, excluyendo a Argentina y Venezuela; ha caído a un promedio regional del 4,4%, por debajo de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Después de seis meses, el BM ve que el contexto global sigue siendo adverso, marcado por altas tasas de interés, bajo crecimiento en las economías avanzadas y perspectivas inciertas para China.

Prevé que los gobiernos también seguirán enfrentando restricciones fiscales, ya que si bien la relación deuda-PIB se estima en 64%, frente al 67% de hace un año, todavía está por encima del 57% registrado en 2019 y las altas tasas elevaron la carga que representa el servicio de la deuda.

Maloney informó que América Latina y el Caribe logró importantes avances en resiliencia macroeconómica en las décadas anteriores y atravesó por las múltiples crisis de la pospandemia con relativo éxito. Sin embargo, su crecimiento sigue siendo insuficiente para reducir la pobreza y crear empleos, mientras las restricciones fiscales limitan la posibilidad de hacer las inversiones necesarias.

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