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- 18/02/2012 01:00
PANAMÁ. La piratería y la falsificación se han convertido en el cáncer del siglo 21 para la industria discográfica, textil y tecnológica, tanto en Panamá como en el mundo.
Aunque los términos parezcan ser lo mismo, su significado no lo es. La piratería es la violación del derecho de autor, bien sea por la obtención y distribución de copias sin la autorización del autor. Mientras que la falsificación consistente en la creación o modificación de ciertos productos con el fin de hacerlos parecidos al bien original o verdadero.
En la praxis estos negocios clandestinos violan la imagen, ventas, empleos de las empresas formales, así como el derecho de autor e inciden en la evasión de impuestos.
PIRATERÍA
Diariamente los medios de comunicación registran informaciones sobre la aprehensión de personas falsificadoras y piratas, tanto a nivel cinematográfico como también musical, lo que ha llevado a negocios como Panama Music Corp. a enfocar sus ingresos a través de las presentaciones en vivo o shows de sus artistas.
Januario ‘Nayo’ Crespo, presidente del sello discográfico Panama Music, Corp., explicó que la piratería ha afectado de forma directa a los artistas y productores, además de todas aquellas personas que hasta indirectamente se benefician de la industria.
‘En nuestro caso nos hemos enfocado en promocionar a nuestros artistas a través de presentaciones en vivo, en vista de que la piratería sí causa estragos en materia discográfica’, comenta el productor de artistas de reggae en español como Aldo Ranks, Demphra, Makano, Eddy Lover y Josenid, entre otros.
El empresario sostiene que ‘en principio producíamos entre 10 mil a 20 mil discos para la venta, pero con la piratería esa parte del negocio cambió, ya que ha provocado hasta el cierre de diversas compañías, tanto en Panamá como en otras partes del mundo, dejando a gente profesional sin trabajo ni sustento para su familia’.
Mientras tanto, cadenas de alquiler de películas originales han sido golpeadas a tal magnitud por la piratería que han cerrado sus puertas paulatinamente.
FALSIFICACIÓN
Los estragos que causa la piratería no son diferentes a la que provoca la falsificación en la industria textil.
Para Marielena Velarde, gerente de mercadeo de Ben Betesh Internacional, distribuidora en Panamá de la marca francesa Lacoste o el cocodrilo, ‘las falsificaciones las vemos como un cáncer. Es una enfermedad que tienes que curarla, darle quimioterapia, porque eliminarla de raíz es algo muy difícil, debido a que la gente que maneja las falsificaciones por lo general son grupos organizados que tienen fabricantes y distribuidores de todo’.
Nosotros tenemos un departamento que se dedica 100% a este tema y van de la mano con las autoridades, bloqueando fronteras, haciendo operativos en los distintos países y revisando las maletas en los aeropuertos.
Ahora, irónicamente, si la marca Lacoste no fuera caliente, no la falsificaran, porque no van a sacar imitaciones de un producto que la gente no lo está demandando.
REGISTRO
En respuesta a la temática, Ángela Shelton López, directora general de Derecho de Autor del Ministerio de Comercio e Industrias, manifestó que la piratería y la falsificación afectan a todo tipo de negocio. No obstante, en Panamá se promueve el registro de las obras.
La dirección que lidera Shelton tiene registradas un total de 6,341 obras. Solo en el 2011 se apuntaron 521 más. La inscripción la lideran, según su importancia: los software de los equipos fiscales, las obras literarias, las obras musicales y de transferencia de derecho de autor.