El jugo de caña, una alternativa para generar ingresos

En el centro de la ciudad de Panamá, Fabio Villegas enciende el motor de su trapiche de madera mientras su hija, en la otra esquina, ágilmente se ocupa de introducir los pedazos de caña para triturarlos y apañar el dulce jugo que desde hace algún tiempo endulza a los visitantes de La Peatonal.

Villegas es un venezolano que hace cinco años llegó a Panamá y, junto a su familia, ha encontrado en el tradicional jugo de la caña de azúcar una forma de generar ingresos s para su sustento diario.

La venta del concentrado de caña, cuenta Villegas, es un negocio familiar que emprendió su prima hace más de 20 años, y el cual les ha dado grandes satisfacciones, no solo en lo monetario, sino también en lo emocional, pues considera que con su trabajo está contribuyendo con un granito de arena ‘a este hermoso país que me abrió sus brazos'.

Y es que, además de ofrecerle a los locales y foráneos un dulce y refrescante jugo para apaciguar el sofocante sol citadino o como remedio diurético, el curioso trapiche artesanal también es visto por los visitantes como un atractivo turístico más que envuelve a esta importante zona comercial de la ciudad de Panamá.

‘Muchas veces las personas se toman el jugo por las propiedades medicinales, como se conoce que el jugo de caña tiene propiedades depurativas; y otros lo piden solo porque les gusta para ver el proceso del sacado de jugo de caña', indicó Villegas, quien asegura que pagan los impuestos por su operación y se ha comprometido todos los domingos en ofrecer veinte platos de comida a los orates que deambulan por la zona.

‘Sentimos que la venta de jugo de caña con este trapiche ha tenido muy buena acogida, tanto del nativo como de los turistas que visitan la ciudad. Hay muchos (niños, estudiantes y adultos) que se acercan a probar el jugo y otros que piden permiso para filmar el trabajo que hacemos o tomarse una fotografía para llevársela a su tierra y contar lo que vieron en Panamá', agregó el negociante venezolano.

A la fecha, la familia Villegas cuenta ya con dos máquinas de exprimir caña, cuyos acabados y tono color madera son muy originales, diferentes a los que hemos estado acostumbrados a ver desde antaño. Fueron fabricados en Colombia con la valiosa madera cocobolo y sus motores son engrasados con grasa de sábila, según Villegas.

‘La máquina es una copia genuina del trapiche artesanal que era movido por caballos. Pero en este caso es movido por un motor a gasolina. Los bolos y en sí todo el trapiche es igual al que utilizaban nuestros ancestros', comentó Villegas, mientras explicaba el proceso de extracción del jugo de la caña.

Las cañas conque elaboran el jugo que ofrecen es seleccionada de una manera muy especial. ‘El producto, traído desde Chiriquí, regularmente dos veces a la semana, es de primera calidad. Son cañas maduras y frescas para ofrecerle a nuestra clientela un producto fresco y de buena calidad', dijo Villegas.

La familia trabaja seis días a la semana en la venta de jugo de caña y para su elaboración utilizan, semanalmente, un promedio de 700 cañas.

El costo del vaso del concentrado es de $1 y en el proceso para sacarlo se selecciona la caña en el momento, para ‘evitar que alguna vaya deteriorada o enferma y que salga todo de buena calidad. Todo es un proceso cien por ciento natural'.

En estos momentos cuentan con dos trapiches, que también rentan para eventos en escuelas o en ferias. Están en la página de Facebook ‘trapichespanama.com'.

De acuerdo con la última Encuesta de Hogares de la Contraloría General de la República, el número de trabajadores informales se incrementó en 29,908 personas durante el período de agosto de 2014 al mismo mes de 2015.

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DATOS

Costo del vaso de jugo de caña y cantidad de producto utilizado.