Azuero a secas, residentes, autoridades locales y el Idaan responden

  • 17/06/2025 00:00
La falta de planes de ordenamiento territorial, reglas claras y sanciones eficaces han perpetuado el problema por décadas. Los cisternas son un paliativo, pero falta una solución a largo plazo. Segunda parte del reportaje sobre la crisis del agua en Azuero

En Guararé es más fácil conseguir cerveza que agua potable. Hay 77 locales de expendio de bebidas alcohólicas en sus 10 corregimientos. Los más de 11.000 habitantes del municipio pueden conseguir una cerveza fría prácticamente en cada esquina. En cambio, para conseguir agua dependen de que el camión cisterna se acuerde de ellos, o de comprar agua embotellada.

“El agua que nos viene está contaminada. Esto es un desastre. Hasta que no cambien las porquerizas de todas esas cosas, del río La Villa para arriba, Macaracas, todo eso, aquí seguiremos pasando páramo”, cuenta Francisco Díaz desde el garaje de su casa en Guararé. “Tenemos como 25 días que por aquí no pasa el agua. Uno tiene que comprarla.

No podemos tomar del grifo porque yo sé que vamos a contaminarnos”, añadió.

En estos momentos, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) distribuye agua no potable a la región de Azuero. De acuerdo con las autoridades de salud, se puede usar para los servicios sanitarios, fregar los platos o bañarse.

“Estamos distribuyendo como Administración Central, en conjunto con la Junta Técnica y con otros ministerios agua embotellada a las residencias. También estamos distribuyendo agua a través de cisternas. Hemos recibido el apoyo del Gobierno central a través de Presidencia de un gran número de cisternas que están siendo abastecidas a través de las plantas de Capellanía en Aguadulce, adicional a nuestra red de pozos en acueductos cercanos”, aseguró la ingeniera Yauruslaidis Ibarra, gerente del Idaan en Herrera.

Los camiones cisterna representan un negocio millonario. En marzo de este año, el Idaan abrió un acto público para el servicio de transporte, distribución y suministro de agua potable a través de camiones cisterna para comunidades de Bocas del Toro, Chiriquí, Colón, Herrera, Los Santos y Panamá. El precio de referencia era de 4,8 millones de dólares, pero no fue sido adjudicado.

Para responder a la crisis actual en Azuero se han despachado camiones cisterna de distintas sedes regionales del Idaan alrededor del país y se ha contado con apoyo de la empresa privada, aunque no hay más licitaciones publicadas sobre la contratación de cisternas para Azuero en PanamaCompra. El estado de emergencia decretado por el Gobierno nacional contempla unos 10 millones de dólares para responder a las necesidades en la región y permite hacer compras de manera directa.

La Estrella de Panamá visitó Guararé y Macaracas y observó el proceso de distribución del agua. Los residentes salen con garrafones que son llenados por carros cisterna. Muchos son visitados por el camión diariamente, pero otros reportan que sus casas no son visitadas. Piden mejor coordinación y logística.

La señora María Díaz saca un enorme garrafón metálico, diseñado para almacenar leche, pero ahora utilizado para recolectar el agua del cisterna. Está conforme con las acciones para aliviar la situación, pero advierte que permitir el suministro de agua no potable es un riesgo para muchas personas. “¿Por qué no se abren los grifos? No todo el mundo tiene la facilidad de comprar. Si usted cree que esas personas, que no tienen recursos, tienen para estar comprando agua, se equivoca. Van a tomar del grifo. Estamos ampliando más el problema, lo estamos agrandando, y se va a enfermar la gente”, alertó.

Las cisternas y las botellas de agua son solo paliativos. El problema de la contaminación en el río La Villa y el río Estivaná requiere acciones mucho más profundas. “No podemos olvidar que lo primero que hay que proteger es la cuenca hidrográfica. La cuenca es la fuente primaria de agua potable y ninguna planta potabilizadora en el mundo puede potabilizar una cloaca. Es importante que el agua que recibamos en nuestras tomas de agua tengan unos niveles estables para poder potabilizarla”, recalcó Ibarra. Apuntó que no se puede prever cuándo se restablecerá el servicio de agua potable por completo. “Esperemos que el clima nos ayude y que se puedan estabilizar los niveles de carga orgánica para que nuestras plantas puedan trabajar y potabilizar y en el proceso de potabilización se eliminen la carga de microorganismos que están presentes en el agua cruda. Necesitamos empezar a pensar en estrategias de sostenibilidad. No sólo por la situación de contingencia sanitaria o de emergencia sanitaria en la que nos encontramos, sino teniendo visión de país a largo plazo. Hablar de sostenibilidad es algo necesario para todas las instituciones”, concluyó.

Planificación

Una de las grandes tareas pendientes es establecer planes de ordenamiento territorial claros, que garanticen distancia para evitar la contaminación de fincas a los ríos y quebradas.

“Hemos hecho un acercamiento con la diputada Yarelis Rodríguez, quien ha recibido dos anteproyectos de ley que nosotros habíamos elaborado desde el 2019 sobre la preservación de la cuenca hidrográfica del río La Villa y también de la subcuenca del río Guararé, en el cual queremos que se cree una reserva hidrológica que impida que actividades agrocontaminantes, tóxicas, porcinas, constructoras y demás se instalen en la ladera de los ríos y que impida que continúe vertiéndose contaminantes en los ríos”, adelantó el alcalde de Guararé, Amado Franco Bustamante. “Lamentablemente, los planes de los otros distritos pues no están actualizados o no se han hecho. Como ambos ríos colindan con varios distritos, se requiere que los planes sean unificados entre todos los distritos. Y es lo que no se ha logrado, hay mucha resistencia de las comunidades porque la gente quiere continuar haciendo malas prácticas de construcción”, añadió.

Tanto el alcalde como residentes locales coinciden en que el río Guararé se encuentra completamente contaminado. Aunque el Idaan asegura que está cumpliendo con todos los procesos de mantenimiento, el alcalde Franco denuncia fallas por parte de la institución. “Allá hay bacterias de meningitis, hay bacterias ya mortales que existen en el río. Gracias a que el Idaan tiene dos lagunas de oxidación colapsadas que no funcionan y que están tirando todas las excretas y toallas íntimas usadas en la quebrada de La Ermita, el río Perales, el río Guararé, igual lo hacen aquí en Guararé cabecera.

El alcalde espera que se evalúen planes para desarrollar una planta de tratamiento de aguas residuales en la región y así atender parte del problema. Mientras tanto, los ciudadanos son los que sufren las consecuencias.

“Yo como buena guarareña, tengo a mi suegro de 88 años, tengo a mi mamá con alzhéimer de 77 años, y creo que es complicado. Es un gasto adicional, hay que estar comprando agua, esperando que venga el cisterna, la corredera cuando viene”, contó Yasilka Ramos. “El sistema corrupto nos ha llevado a esto, a que cada cosa que plantee el gobierno sea todo de duda, porque las situaciones de la corrupción son así, es el resultado. Pero bueno, albergamos la esperanza de un cambio y que de verdad esto se solucione. Las instituciones de gobierno están allí para prevenir que se den este tipo de situaciones, no manifestarse cuando ya el problema está”.

Las autoridades coordinan esfuerzos a través del Centro de Operaciones de Emergencias. “Hasta el momento hemos tratado de hacer lo posible con cisternas. Vamos a estar mejorando porque nos están llegando más tanques de la ciudad capital, tanques que vamos a instalar en distintos puntos de la región, tanto en Macaracas como en La Villa, en Las Tablas, en Guararé, en puntos estratégicos vamos a estar colocando tanques para llenarlos con agua potable, y además de eso tenemos una flota de unos 54 vehículos, ahora vamos a tratar de ver si llegamos a los 83 con depósitos de agua de unos 200 galones para poder ingresar a las barriadas porque el problema es que con los vehículos, con las mulas, no se puede entrar”, detalló el gobernador de Los Santos, Fernando González. “Este no es un problema de ahora, es un problema de vieja data y mucha gente le dio la espalda. Si nos ponemos a buscar culpables, aquí todos somos culpables. En la mayoría de los distritos no tenemos plan de ordenamiento territorial”, lamentó.

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