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- 08/06/2009 02:00
- 08/06/2009 02:00
PANAMÁ. Los altos costos de producción y los bajos precios que reciben por sus cosechas está asfixiando a los productores panameños.
Se trata de un viejo problema, al cual nadie aún le ha podido encontrar solución. En la cadena de comercialización, los productores y los consumidores siguen siendo los más sacrificados.
El último estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) destaca que este año no habrá crisis alimentaria como ocurrió en el 2008. La recesión económica, sostiene la FAO, ha provocado un descenso en las demanda de los productos agrícolas y en consecuencia los precios han caído. En Panamá, los precios también se han desplomado, pero al parecer sólo para los productores.
Al menos esto es lo que piensa el presidente de la Asociación de Productores de Tierras Altas, Virgilio Saldaña. El productor sostiene que hay suficiente producción, pero el problema es que están vendiendo a precios irrisorios, que apenas cubren los costos de producción.
Y la cifras lo respaldan. En el caso de la lechuga el costo de producción ronda los 2,200 dólares por hectárea. Una hectárea produce entre 300 y 400 quintales. La libra de lechuga en Tierras Altas se vende entre ocho y diez centavos (ver cuadro). Eso le deja a los productores una ganancia de dos mil dólares por hectárea, vendiendo toda la producción.
Pero esto no está ocurriendo. Saldaña dijo que en ocasiones se pierde hasta el 30% de la producción. “Nosotros vendemos barato, pero a los consumidores se les cobran precios exorbitantes”, lo que no incentiva el consumo, destacó.
S e trata de una situación que se repite en todos los rubros agrícolas.
El presidente de la Federación de Arroceros de Panamá, Héctor Ortega, expresó que el periodo de siembra marcha de acuerdo con lo establecido. Pero su principal preocupación es que no podrán sufragar los costos si no logran vender el quintal en campo a 21 dólares.
Y es que el precio del combustible se redujo en un 60% en relación al año 2008, pero los costos de producción sólo bajaron un 10%.
La meta para este año es sembrar 70 mil hectáreas. Ortega sostiene que los productores son los que invierten y arriesgan y son los que menos ganan. Denis Miranda, presidente la Asociación de Productores de Arroz de Chiriquí, cifra sus esperanzas en que las nuevas autoridades que regirán el sector agrícola a partir del primero de julio tomen las medidas para evitar que los intermediario sigan quedándose con la mayor tajada del negocio. Fuentes de la Asociación Nacional de Molineros (ANALMO) sostienen que se trata de un mercado rígido por la libre oferta y demanda, por lo que puede no haber cabida para los acuerdos de precios entre los agentes económicos.