Presidente sudafricano: Inhumano cuidar a mascotas más que a gente

El perro no debe ser el mejor amigo del hombre, dijo el presidente sudafricano.

El mandatario Jacob Zuma hizo declaraciones críticas sobre el cuidado de animales que resonaron en las delicadas relaciones raciales en Sudáfrica, que fue dominada por blancos hasta que terminó el régimen de segregación racial hace casi dos décadas, dijo el jueves el diario The Star.

Zuma dijo en un discurso que la idea de tener una mascota es parte de la "cultura blanca" y que la gente debería enfocarse en la familia, de acuerdo con el reporte.

Durante su discurso en KwaZulu-Natal, la provincia natal de Zuma, el presidente dijo que las personas que aman a los perros más que a las personas "carecen de humanidad" y que algunos tratan en vano de emular a los blancos, reportó The Star. Las declaraciones desataron una ola de controversia.

La presidencia sudafricana manifestó en un comunicado que, con su declaración, Zuma estaba tratando de "descolonizar la mente africana" después de independizarse del dominio blanco, y que la mayoría de los africanos deben abrazar su propia cultura en lugar de adoptar las costumbres de minorías culturales. Insinuó además que lo divisivo fue la forma en que fueron reportados los comentarios, no éstos.

El mandatario trataba de convencer a los africanos de sentirse orgullosos de su herencia y no sentirse presionados a adoptar costumbres de culturas minoritarias, agregó el comunicado.

El mensaje de Zuma fue que se puede cuidar a los animales, añadió el comunicado, pero no a expensas de las personas.

Los comentarios de Zuma causaron una ola de respuestas críticas de los amantes de los animales en Twitter y otros medios sociales.

"¿Me volveré más africano si pateo a mi perro, presidente Zuma?", comentó una persona, mientras otra lamentó que "él sigue dividiendo al país".

Y un humorista escribió: "Bueno, eso básicamente descarta una foto con Zuma, los Obama y su perro Bo en la Casa Blanca".

El trasfondo del debate es el legado del colonialismo occidental en África y la amarga lucha contra el apartheid en Sudáfrica, que culminó con las primeras elecciones democráticas en el país en 1994. La pobreza y la desigualdad económica continúan siendo fuentes de profunda discordia en la nación de 50 millones de habitantes.