Comienza la batalla

Actualizado
  • 05/09/2008 02:00
Creado
  • 05/09/2008 02:00
ST. PAUL.La convención que terminó anoche sirvió como un curso rápido para conocer mejor al partido republicano de hoy. Para empezar, lo...

ST. PAUL.La convención que terminó anoche sirvió como un curso rápido para conocer mejor al partido republicano de hoy. Para empezar, los republicanos son patriotas: lo demostraron cuando el impertinente huracán “Gustav” les hizo actuar bajo agenda mínima en la primera jornada y provocó que el presidente Bush —que no podía permitirse otro Katrina— y los gobernadores de varios Estados, estuvieran ausentes. “El país primero”, pudimos leer en miles de pancartas.

Por otro lado, para los republicanos el ejército es sagrado: quizás sea ésta la única vez que la principal baza electoral de un candidato es la condición de “héroe de guerra”. Las referencias a la captura de McCain en Vietnam figuraron una y otra vez en todos los discursos de los oradores en St. Paul.

Los republicanos también son prudentes: si el recurso del “prisionero de guerra” llamó la atención por repetitivo, las referencias a los ocho años de presidencia Bush llamaron la atención por inexistentes. Salvo los minutos en los que el presidente apareció en la pantalla del Xcel Energy Center dirigiéndose a sus copartidarios desde la Casa Blanca, cualquiera que asistió a la Convención pudo haber pensado que los demócratas están en el poder.

Los republicanos son impredecibles: para la noche del miércoles tenían guardada su arma secreta, la flamante candidata a vicepresidenta Sarah Palin, que se encargó de robarse el protagonismo para bien —con un poderoso discurso-debut— y para mal —el embarazo de su hija de 17 años y su escándalo de abuso de poder fueron la comidilla del evento— y contribuyó a ”electrizar” una Convención en las que los discursos, el suyo incluido, han estado más llenos de ataques a los candidatos demócratas que de propuestas concretas para el país. En Sarah Palin, no obstante, los republicanos han encontrado un valioso activo.

Finalmente, los republicanos saben compartir: Barack Obama reportaba ayer que su campaña ha recibido más de ocho millones de dólares en donaciones desde que Palin habló en la noche del miércoles.

La convención sirvió para conocer mejor a los republicanos. En 60 días sabremos si esas cualidades les alcanzan para gobernar por cuatro años más.

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