- 24/10/2014 11:52
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, destacó hoy las ventajas que tiene su estado al conocerse el primer caso de ébola respecto a la situación que vivió semanas atrás Texas cuando surgió el primer diagnóstico de la enfermedad en Estados Unidos.
Las autoridades de Nueva York confirmaron anoche que un médico que había estado trabajando en Guinea, Craig Spencer, fue diagnosticado con ébola en una prueba preliminar, y desde que sintió los primeros síntomas quedó aislado en un hospital.
Cuomo, en unas declaraciones al canal de televisión MSNBC, dijo que Nueva York "llevaba semanas preparándose" y se había tomado "muy en serio" la posibilidad de que surgiera un primer caso en la ciudad o en el resto de estado. "Hemos hecho uno de los esfuerzos más completos en el país" para afrontar la situación, dijo Cuomo.
El gobernador señaló que en el estado hay 200 hospitales y ocho de ellos han sido elegidos para tratar posibles casos de ébola. En uno de ellos, el Bellevue, es donde quedó internado el jueves el primer paciente diagnosticado en Nueva York. Los profesionales que lo atendieron siguieron el procedimiento que estaba fijado, agregó Cuomo, quien destacó que las autoridades llevan semanas formando a los empleados de unidades sanitarias para afrontar la emergencia.
Cuomo destacó que, en el caso de Nueva York, el primer diagnosticado es un profesional que había estado tratando enfermos de ébola en Guinea al servicio de Médicos Sin Fronteras (MSF) antes de regresar a la ciudad, el pasado 17 de octubre.
En sus declaraciones, Cuomo dijo que, desde que se conoció anoche el primer diagnóstico en el estado, no se han notado señales de "ansiedad ni pánico" entre los ciudadanos de Nueva York.
"El metro funciona normal", insistió Cuomo refiriéndose al masivo sistema de transporte público de la ciudad, el mayor de Estados Unidos, en el que viajó el médico desde que regresó de Guinea y hasta que fue ingresado en un hospital.
El caso de Nueva York es el cuarto diagnosticado en este país. El primero afectó al ciudadano liberiano Thomas Duncan, quien murió el 8 de octubre en Dallas (Texas), días después de llegar a esa ciudad para una visita familiar. Una enfermera que trató a Duncan y que quedó infectada superó el pasado miércoles la enfermedad, y otra está en vías de recuperación.
Además hay otros tres casos de estadounidenses diagnosticados con ébola fuera del país. Se trata de tres personas infectadas en Liberia, un periodista, un médico y una enfermera, que fueron repatriados a Estados Unidos para recuperarse en su país de origen.