Gran jurado para ‘trama rusa' complica a Trump

Actualizado
  • 07/08/2017 02:05
Creado
  • 07/08/2017 02:05
La posibilidad de que el fiscal especial Robert Mueller designe un tribunal especial para investigar los vínculos con Moscú preocupa a la Casa Blanca

El presidente de EE.UU., Donald Trump, tendrá que asumir un enorme coste político si decide despedir al fiscal especial que investiga la trama rusa, Robert Mueller, tras conocerse que sus pesquisas han adquirido entidad suficiente como para merecer la formación de un gran jurado.

MEDIDAS DEL CONGRESO

El Congreso de EE.UU. ya presentó dos proyectos de ley para evitar que Trump despida al fiscal especial Mueller de manera injustificada

Las especulaciones sobre un posible despido evocan el caso de Richard Nixon, cuando cesó al fiscal especial que investigaba el escándalo del Watergate.

La noticia, revelada el pasado jueves por The Wall Street Journal , ha sido interpretada en Washington como una señal clara de que la investigación rusa es más amplia y puede ser más larga de lo que a Trump y a su entorno les gustaría.

Si Mueller y su equipo no hubieran encontrado nada sustancial, no habrían tomado la decisión de formar un gran jurado, la herramienta que les permite requerir documentos, tomar juramento a los testigos y formular cargos si hay evidencia de la comisión de un delito, según coinciden expertos.

Desde el principio, el presidente ha tratado de desacreditar el trabajo de Mueller como una ‘caza de brujas', críticas que han ido en aumento desde que trascendió en la prensa que el fiscal también está investigando las finanzas y negocios del magnate y su familia previos a su llegada a la Casa Blanca.

Trump le advirtió enseguida de que, de ser así, estaría violando su mandato, que es investigar la presunta injerencia rusa en las elecciones del año pasado y si la campaña del magnate colaboró con el Kremlin.

Algunos observadores interpretaron estas palabras como una indicación de que el presidente podría estar buscando argumentos para apartar a Mueller de la investigación, algo que por ley tiene que hacer a través de la cadena de mando del Departamento de Justicia.

Con el fiscal general, Jeff Sessions, inhibido de la trama rusa, Trump necesitaría que el vicefiscal general, Rod Rosenstein, ejecutara el despido, algo que éste ya ha dicho que no hará si, como hasta ahora, no hay una causa justificada. La maniobra que podría usar Trump es despedir a Sessions para nombrar a un fiscal general que sí estuviera dispuesto a apartar a Mueller de la investigación.

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