Procesos judiciales y arrestos hunden dinastía Fujimori

Actualizado
  • 04/11/2018 01:00
Creado
  • 04/11/2018 01:00
La detención de Keiko Fujimori podría significar el inicio del fin de la hegemonía de una de las familias más poderosas de la historia reciente del Perú

De ser una de las familias más poderosas de Perú, hoy los Fujimori viven su momento más negro, luego de que un juez ordenara 36 meses de prisión preventiva para la líder del partido opositor Fuerza Popular (FP), Keiko Fujimori, en medio de investigaciones por lavado de dinero.

La detención de Keiko, congresista y dos veces candidata presidencial, se convierte en el segundo gran golpe que recibe el clan Fujimori en menos de un mes, luego de que el Tribunal Supremo declarará como inaplicable el indulto otorgado al expresidente Alberto Fujimori el año pasado, condenado por delitos de lesa humanidad y además, ordenara su captura e ingreso inmediato a la cárcel.

La otra figura del fujimorismo, el menor del clan, Kenji, hermano de Keiko, y quien fuera el legislador más votado en los comicios de 2011 y 2016, actualmente está separado de su cargo en el Congreso por encontrase bajo investigación tras la revelación de unos videos donde presuntamente ofreció favores políticos para salvar de la destitución al entonces exmandatario Pedro Pablo Kuczynski.

LA CAÍDA

Fue precisamente la crisis política en la última fase de la gestión de Kuczynski, en la que se podría encontrar el momento en que lo hilos del poder de la dinastía Fujimori empezaron a romperse.

Para diciembre de 2017, Keiko, entonces a la cabeza de FP y con una amplia mayoría parlamentaria, inició un proceso de vacancia (destitución) contra Kuczynski, que para ese momento registraba bajos índices de popularidad y se enfrentaba a un Congreso dominado por la oposición.

No obstante, lo que parecía una salida inminente del expresidente peruano, dio un giro impredecible, luego de que Kenji y un grupo de legisladores de FP, se abstuvieran en la votación de la vacancia, dando como resultado la salvación in extremis de Kuczynski y evidenciado una ya vieja guerra interna dentro del fujimorismo, que se saldó con la salida de Kenji y otros 10 congresistas el 31 de enero de este año. Con esto, FP perdió su mayoría parlamentaria.

Doces días después, Kuczynski otorgaría un perdón para Alberto Fujimori, al cual aún le quedan por cumplir 14 años de condena por su participación en la matanza de La Cantuta (1992) y de Barrios Altos (1991), en donde murieron 25 personas a manos de grupos paramilitares ligados a las Fuerzas Armadas.

Gobernando entre 1990 al 2000, Alberto Fujimori dirigió el país con puño de hierro luego de disolver el Congreso el 5 de abril de 1992 e intervenir el Poder Judicial, siendo considerado esto como un ‘autogolpe' fraguado en conjunto con su entonces jefe de inteligencia y consejero, Vladimiro Montesinos, quien también purga 25 años de prisión por crímenes contra la humanidad.

El indulto, duramente crítica dentro y fuera del Perú, fue calificado por la oposición no fujimorista como un ‘pago político' de Kuczynski a Kenji.

La puesta en libertad del patriarca del clan, casi como un símbolo del poder aún vigente de los Fujimori, estuvo marcado por el fuego cruzado entre Keiko y Kenji, este último acusando el 31 de enero pasado a los dos principales asesores de su hermana de ‘conspirar' contra la libertad de su padre.

El 20 de marzo, desde FP se harían públicos los ‘kenjivideos', donde supuestamente Kenji ofrecía acceso a inversión del Ejecutivo para rechazar la segunda vacancia para Kuczynski, esta vez pedida por la bancada de izquierda del Congreso.

‘Existe sospecha grave sobre la existencia de una presunta organización criminal creada al interior del Partido político (de Keiko Fujimori) Fuerza 2011‘,

RICHARD CONCEPCIÓN C.

JUEZ DE LA CORTE SUPREMA

Al mismo tiempo, la prensa peruana daba a conocer sobre la filtración de un informe de la Justicia en el cual se vinculan a empresas del exmandatario con la constructora brasileña Odebrecht, registrando movimientos de fondos entre el 2004 y 2017, fechas que coinciden en momentos en que Kuczynski fungía como Ministro de Economía bajo la administración de Alejandro Toledo (2001-2006) y durante sus primeros meses de su presidencia.

Acorralado, Kuczynski presentaría su renuncia siendo sustituido por el vicepresidente Martín Vizcarra.

Pese a que Keiko consiguió una clara victoria al asilar a la facción disidente liderada por su hermano y el debilitamiento del oficialismo, el triunfo duraría poco.

La máxima líder de FP vería en el frente judicial, su principal problema, tras concretarse su detención preliminar el 10 de octubre, como parte de las pesquisas del fiscal José Domínguez Pérez en el marco del proceso por lavado de activos durante su campaña presidencial en 2011.

A partir de entonces, la suerte de Keiko iría cuesta abajo al fracasar los recursos interpuestos en el Supremo para evitar la prisión preventiva, que terminaría este jueves con la orden de detención de la congresista.

Según el juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria del Supremo peruano, Richard Concepción Carhuancho, existen ‘graves sospechas' que desde la cúpula de FP, al mando de Keiko, se lavó dinero.

‘Existe sospecha grave sobre la existencia de una presunta organización criminal creada al interior del Partido político Fuerza 2011 (sic), bajo el programa criminal de cometer delito graves como es captar activos ilícitos para acceder al poder político y una vez que acceda al poder político, cometer delitos de corrupción', subrayó Concepción durante la lectura de la resolución judicial, difundida por los medios peruanos.

Frente a esto, Carlos Turbino, vocero de FP, calificó la dicha solicitud como ‘operación política' contra Keiko por parte del juez Concepción, mismo letrado que hace poco más de un año pidió una medida similar para el expresidente Ollanta Humala, igualmente investigado por presuntos aportes millonarios de la constructura Odebrecht. Entonces, los dirigentes de FP respaldaron la decisión del juez.

En medio de estos convulsos meses para FP, el colectivo recibió una fuerte derrota en la pasadas elecciones regionales y municipales del 7 de octubre. Sin poder alcanzar algún gobierno regional y con a penas tres alcaldías de 196, fue el peor resultado desde la fundación del partido en 2010, que pretendía ser la ‘vuelta' del fujimorismo a la presidencia.

Aunque nos sería la primera vez que el clan Fujimori ‘resurge' luego de quedar relegado del poder; con Alberto Fujimori, de 80 años, enfermo y a la espera de ingresar a prisión; Keiko detenida y Kenji investigado, una de las dinastía más poderosas de Perú parece avanzar hacía su ocaso.

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