Tormenta política en EEUU por declaraciones de congresista demócrata sobre Israel

Actualizado
  • 18/02/2019 13:01
Creado
  • 18/02/2019 13:01
Ilhan Omar, de origen somalí, se disculpó por sus declaraciones a través de la red social Twitter

La congresista demócrata Ilhan Omar, una de las primeras mujeres musulmanas en ocupar un escaño en el Capitolio (congreso estadounidense), se ha tenido que disculpar recientemente por sus comentarios en Twitter sobre el apoyo republicano a Israel, el cual a su juicio está movido por intereses económicos.

"El antisemitismo es real y estoy agradecida a mis aliados y colegas judíos que me están educando sobre la dolorosa historia", indicó Omar, natural de Somalia. Sin embargo, agregó que su intención "no era ofender a las personas que represento ni a los americanos en general".

El señalamiento de Omar, representante de un distrito del Estado de Minnesota, consistía en denunciar el "problemático papel de los lobbis en nuestra vida política, sea el AIPAC, la Asociación Nacional del Rifle o la industria de combustibles fósiles", informa el diario español la Vanguardia.

AIPAC, un grupo de presión estadounidense en favor de mantener una estrecha relación entre Israel y Estados Unidos (EEUU), ha sido acusado en el pasado de invertir millones de dólares para que Washington modifique su política exterior en favor del Gobierno israelí.

En 2018, reporta el portal RT, los lobbies israelíes enviaron más de $22 millones de dolares durante las pasadas elecciones para elegir a senadores y representantes de la Cámara Baja. Sin embargo la posición de Omar ha sido calificada de antisemita, tanto dentro de su partido como en la oposición republicana. 

En este sentido, la presidenta de la Cámara Baja de EEUU, la demócrata Nancy Pelosi, llamó a la congresista musulmana por sus comentarios "antisemitas" y señaló que durante su conversación la instó a "seguir avanzando y rechazar el antisemitismo en cualquiera de sus formas", informa la agencia Efe.

Otros no concuerdan con esta posición, porque bajo esa misma lógica criticar la influencia de Arabia Saudí en la política estadounidense podría ser calificado de anti-musulmán.

Un ejemplo de esta influencia fue el reportaje de Washington Post, en el cual se señalaba que Riad rentó unos 500 cuartos en el hotel internacional de la familia Trump en la capital estadounidense luego de las elecciones de 2016.

Al año siguiente, la administración de Trump aprobaba un millonario contrato armamentístico con Riad, armas que según senadores como Bernie Sanders, habrían sido utilizadas en el conflicto de Yemen.

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