Michael Kozak 'Ninguna opción está fuera de la mesa en el caso de Venezuela'

Actualizado
  • 23/10/2019 13:58
Creado
  • 23/10/2019 13:58
La agenda oficial no decía nada estremecedor. Pero la historia del visitante decía mucho; al menos en el tema de Venezuela. ​

Michael Kozak es un viejo conocido para Panamá. Hace cuarenta y ocho años el actual subsecretario interino del Departamento de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, llegó a Panamá para trabajar en los acuerdos que darían vida al Tratatado Torrijos-Cartes. Luego volvió en la dictadura de Manuel Antonio Noriega para 'convencerlo' de dejar el poder. Cuando éste se negó, Estados Unidos invadió Panamá con un saldo -aún desconocido- de muertos y pérdidas económicas y materiales. De eso hace 30 años. Kozak, diplomático de larga carrera, regresó durante la Cumbre de las Américas junto al ex presidente Barak Obama en 2015. La semana pasada volvió a Panamá para inaugurar la planta de GNL de AES en Colón y de paso, se reunió con el presidente Laurentino Cortizo, el ministro de Seguridad, Rolando Mirones y el Canciller, Alejandro Ferrer. 'Una agenda abierta', describió. Con la Estrella de Panamá habló sobre migración, Venezuela, China, seguridad jurídica, inversiones y justicia. No se salió del guión diplomático en ningún momento. Al finalizar la entrevista, recordé una frase que espetara el presidente Cortizo en días pasados: “Los golpes no se anuncian, se ejecutan”.

Usted se reunió con el presidente y el Canciller y habló sobre Venezuela y Nicaragua. ¿Cuál es la posición de los Estados Unidos y cuál es la conexión de Panamá con esos temas?

La razón central de la visita fue la inauguración de la planta de gas de AES que es una de las inversiones privadas estadounidenses más grandes en la región y Panamá se está convirtiendo en líder de generador eléctrico en Centroamérica y queríamos ayudar a celebrar eso. . Como dijo el presidente, tuvimos una reunión sin agenda, pero sí discutimos lo que está ocurriendo en la región. Nicaragua y Venezuela son preocupación para ambos países y para casi todos los países en la región. El nivel de sufrimiento en Venezuela, la gente está reprimida por un gobierno corrupto que roba miles de millones de dólares y no está cubriendo las necesidades básicas de la población. Así que estamos trabajando duro para conseguir una solución pacífica y diplomática a ese problema, una que esté basada en valores democráticas.

¿Hay una fecha de cumpleaños para la diplomacia? ¿Habrá una invasión militar?

Nuestro presidente dijo que ninguna opción está descartada y esa es usualmente para cualquier caso. Pero lo que estamos avanzando por ahora es una solución diplomática usando herramientas económicas y diplomáticas para logar el cambio. Panamá, como la mayoría de los países en Latinoamérica, tenemos la misma visión en cuanto a lo que debe ser el resultado y estamos viendo que se puede hacer para lograrlo. Fue una oportunidad para ponernos al día en esas estrategias y ver que otras opciones adicionales tenemos. Pero no estábamos tratando de llegar a ningun pacto ni nada de eso.

¿Y esas opciones están funcionando en el tiempo?

Yo diría que sí en el sentido de que por ejemplo en enero cuando hubo una grave crisis en Venezuela porque el término de Maduro había terminado y fingió reelegirse en el cargo. Nadie lo reconoció y bajo su constitución, la Asamblea Nacional es la que toma el poder y ahora tenemos una situación bipolar donde dos personas claman ser presidentes. La mayoría de los países, entre ellos Panama y Estados Unidos, reconoce a uno (Juan Guaidó) pero el otro (Maduro) es el que tiene el poder físico dentro y fuera del país. En ese momento recuerdo que me dijeron que si Maduro no se iba en 30 días la oposición se iba a venir abajo, iba a empezar a tambalearse. Y no fue así. Han pasado varios meses y la oposición, digo, el gobierno legítimo, está de pie llevando adelante sus planes. Maduro no ha encontrado apoyo internacional a excepción de los sospechosos usuales, (Cuba, Rusia), pero en el mundo democrático está bastante aislado. Tiene sobre él mucha presión diplomática y económica. Creemos que la correlación de fuerzas va a favorecer una salida democrática.

Con la planta de gas inaugurada recientemente, una inversión privada, ¿ven otras empresas estadounidenses un terreno fértil en Panamá para invertir en obras públicas y privadas?. ¿Sienten seguridad en las licitaciones públicas los inversionistas?

Sí. AES está aquí por 20 años e hicieron esta nueva inversión. Mientras más transparente y más claras las reglas, los empresarios estarán más inclinados a invertir. Y Panamá ha hecho un buen trabajo atrayendo inversionistas. Siempre se puede hacer mejor. Cada paso que se toma para hacer el sistema judicial mas independiente, transparente y con reglas y leyesclaras. Que las reglas estén sobre la mesa y no bajo la mesa. Que no haya favoritismos por pagos de coimas o por haber financiado una campaña, por ejemplo, que se ve en muchos lugares. Para en otros países que siguen modelos de negocios imperialistas del siglo XIX donde se toman territorios y nada de eso es visible hasta mucho después, cuando el país se da cuenta de que perdió un puerto o un tranvía. Los inversionistas estadounidenses quieren un ambiente limpio, abierto y basado en reglas. Y Panamá ha sido exitoso en eso.

¿Entonces por qué las empresas estadounidenses se han abstenido en los últimos años de licitar en proyectos del Estado?

Probablemente deberías hablar con ellos para saber porqué no han querido. Quizás por distintas razones. Pero estamos acá por una gran inversión que Panamá tuvo éxito atrayendo.

¿En qué áreas quiere invertir Estados Unidos, además de energía?.

El gobierno de Estados Unidos no decide en que áreas van a invertir las compañías. Lo que sí hacemos es pedir a otros gobiernos que nivelen la cancha a todos los competidores, que todos puedan ver todas las cartas sobre la mesa. Panamá es un gran modelo.

¿Temía Estados Unidos que el acercamiento de Panamá con China le quitara impulso en América Latina?.

No tanto como miedo. Los Estados Unidos comercia con China, es un intercambio muy robusto. Pero lo que vemos con China es que ellos tienden a ir a los países y comprometerlos a tomar deuda que no es sostenible. Por ejemplo en Birmania, donde construyeron un puerto y despues fue que se dieron cuenta que ya no le pertenecía a Birmania, sino a China. Lo que tratamos de hacer es advertir a esos gobiernos que cuando traten con China, no les permitan aplicarles su métodos comerciales del siglo XIX. Panamá es un país con negociadores comerciales muy inteligentes y los instamos a insistir en transparencia y reglas claras. No estamos temerosos de competir con China pero en las mismas condiciones y no queríamos ver a China tomarse activos de los países y comprometer su seguridad o independencia económica. Apoyamos el hecho de que este gobierno haya revisado los tratos con China para ver que de verdad beneficien a Panamá y que no sean trampas de deuda insostenible o que los activos del país se pierdan.

¿Hubo una solicitud abierta del Gobierno de Estados Unidos a Panamá de revisar esas inversiones de China?

Puedo asegurar que durante esta visita no. Sabemos que Panamá está revisando algunas inversiones chinas y los apoyamos en eso. Pero no hubo una solicitud abierta. El Gobierno panameño, por sus propias razones, está revisando si esas inversiones van a beneficiar de verdad a los panameños. Nosotros pensamos que esa es la movida más inteligente a diferencia de otros países que no lo han hecho.

Migración. ¿Panamá como tercer país seguro?

Solo tenemos ese acuerdo de tercer país seguro con Canadá, creo que con nadie más. Se ha especulado mucho. La migración es un gran problema en toda la región, incluso Panamá enfrenta este fenómeno, aunque no es un país emisor de migrantes, pero tienen muchos inmigrantes tratando de entrar a Panamá. Cuando tienes grandes flujos descontrolados de migrantes, tu sistema colapsa. Quieres asegurarte de que los migrantes con razones legítimas como los refugiados, por ejemplo, se les procese lo más pronto posible. Pero si tienes miles de personas, o como nosotros, que nos llega un millón de personas cada año, no se puede ser justo con todos. Lo que estamos tratando de hacer es trabajar con gobiernos de la región que son emisores para ver cómo combatimos las razones que hacen que esas personas quieran salir de sus países para reducir las olas de migración a números más manejables. Panamá tiene algo similar y estamos tratando ambos de reforzar las fronteras, de combatir el tráfico humano, los que lucran con los migrantes y los ponen en riesgo. Un tercio e las mujeres que llegan a Estadops Unidos ilegalmente son violadas en el camino, eso es algo preocupante. Eso es lo que hablamos con el gobierno de Panamá.

Sobre el estado de la justicia en Panamá. Hay casos ilustrativos y reportes de una débil gestión en justicia. El caso del ex presidente Martinelli también fue muy polémico. Él fue extraditado desde Estados Unidos.

Queremos que todos los países, incluyendo el nuestro, tengan un sistema legal justo, independiente, transparente, sin corrupción, porque esa es una gran parte de cómo se avanza como país. Muchos emigran porque ven que no pueden cumplir sus aspiraciones por sistemas fallidos donde las personas que han tenido oportunidades económicas, están usando el sistema legal corrupto para mantenerse en esa posición de poder en detrimento del resto. Eso no solo no es bueno para esos países. Y si hablamos de migración, es una de las principales causas. Nosotros apoyamos esas gestiones de mejora.

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