• 22/03/2021 14:00

Los medicamentos: Una tragedia Cubana

Si pudiéramos unirnos, articularnos todos en una sola voz para exigir nuestro derecho, acoplarnos en un gran coro ecuménico

Los medicamentos: una tragedia cubana. La epidemia del coronavirus ha relegado a la categoría de secundarios, un conjunto de problemas, que no por menos álgidos o mediáticos, han dejado de existir. 

Uno de esos problemas, es el de los medicamentos, o mejor dicho el de la escasez crítica de medicamentos, que desde mucho antes de la aparición de la pandemia ya era un problema acuciante, y también desde ese entonces, la actitud del gobierno era: optimismo, justificaciones, promesas que no se concretaban y persistencia del problema. 

Pongamos por caso, la diabetes, una enfermedad cuya incidencia en nuestro país es elevadísima y que entraña un riesgo significativo para las personas que la sufren, sin embargo, la medicación para su control desaparece de las farmacias durante períodos prolongados, dejando abandonados a su suerte a esas personas. 

Un panorama similar observamos con los antibióticos, los antihistamínicos, los psicofármacos. Hablo desde mi experiencia personal: mi hermana sufrió un infarto cerebral y hemos estado hasta dos años sin el fármaco que tiene indicado, la Olanzapina; un joven de mi barrio que padece quistes cerebrales, vive a dos cuadras de mi casa, pues bien, cuando todos en la vecindad escuchamos sus gritos de dolor, sabemos que no tiene sus medicamentos; mi vecino padece de artritis y pasa meses sin poder adquirir analgésicos en el establecimiento estatal, el esposo de mi sobrina padece de lupus y enfrenta la misma situación... Si considero mi entorno como representativo, tengo que concluir que la incidencia de las enfermedades de la piel alcanza proporciones epidémicas. Y también sin medicamentos. 

Es muchas veces la misericordia de alguien lo que permite conseguir un medicamento; pero, increíblemente, el gobierno apuesta a ese factor: escuché al moderador de la Mesa Redonda decir sonriente:” la gente tiene un colchón de medicamentos. "En las comparecencias públicas de los funcionarios el gobierno, estos señores hablan de la pandemia, del llamado “ordenamiento” (léase ajuste estructural),y de omni re scibili, pero no de los medicamentos. Decididamente, el tema no figura en su agenda. Se hace evidente que esta penuria forma parte de una” nueva normalidad” que nos quieren imponer. 

De una manera silenciosa, están vulnerando un derecho humano fundamental, el derecho a la salud, pues este derecho incluye el acceso a los medicamentos, lo que muchas veces, es imposible en Cuba. Y la inseguridad de poder adquirirlos, obliga a los más vulnerables a aglomerarse en las interminables colas en las farmacias. 

El gobierno abandona un espacio que es de su competencia con el talante neoliberal que tanto censura en otros; es ni más ni menos, un recorte presupuestario que pone al desnudo una vez más, su esencia mezquina y deshumanizada. Son los mismos que cobran unos mililitros de cloro en época de pandemia. 

Si pudiéramos unirnos, articularnos todos en una sola voz para exigir nuestro derecho, acoplarnos en un gran coro ecuménico, como en el poema “Masa”, de Vallejo, entonces tendrán que escucharnos, la indiferencia criminal tendrá que cesar. Se trata de nuestras vidas.

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