'La lucha de descolonización panameña es referente para Argentina en la causa Malvinas'

Actualizado
  • 18/02/2022 00:00
Creado
  • 18/02/2022 00:00
La Decana habló con Guillermo Carmona, secretario de Estado de Malvinas sobre la histórica reivindicación de soberanía de Argentina sobre las islas del Atlántico Sur, controladas hoy por el Reino Unido
El diplomático argentino Guillermo Carmona, secretario de Estado de Malvinas.

Este año se cumplen cuatro décadas después de la guerra del Atlántico Sur, conflicto que enfrentó en 1982 al Reino Unido y Argentina por el control de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. El momento más cruento de una disputa territorial que tiene sus raíces en el siglo XIX y que sigue abierta con un control británico de facto británico sobre el archipiélago y el reclamo argentino de su soberanía sobre dicho territorio. El diplomático argentino Guillermo Carmona, secretario de Estado de Malvinas -quien recién estuvo de paso por el país- conversó con La Estrella de Panamá sobre la situación actual del conflicto en aquel extremo austral del continente y uno de los últimos reductos coloniales de Europa en América Latina.

En abril serán ya 40 años de la guerra de las Malvinas, ¿cuál es el balance hoy?

Si, no solo el aniversario de la guerra, también se cumplen más de 40 años de la decisión unilateral de Reino Unido de congelar las negociaciones, entre 1965 y 1981 existieron distintas instancias de negociación, siempre con una marcada displicencia del Reino Unido a avanzar con las conversaciones. Este año no solo conmemoramos una guerra sino también la últimas negociaciones con el Reino Unido, que esperamos que se reabra. También es la oportunidad para reconocer, homenajear y agradecer a los caídos en la guerra de Malvinas. Además el próximo año vamos a conmemorar los 40 años de la recuperación de la democracia, eso es muy importante. Las Malvinas es una causa de la democracia argentina, que de alguna manera abrió el proceso democrático en el país e inició una etapa donde la reivindicación de soberanía pasó a recuperar un eje que nunca debió haber perdido, el de la diplomacia.

El Reino Unido tiene una postura inamovible de no negociar el tema Malvinas, pese a los llamados de la ONU. ¿Cómo esperan cambiar esa postura?

Sumando conceso y apoyos internacionales, haciendo que Malvinas esté presentes y que nuevos países expresen su apoyo a la soberanía argentina sobre las islas. El Reino Unido incumple sistemáticamente las resoluciones de Naciones Unidas cuando se trata de las Malvinas (…) esa reticencias de incumplir con el derecho internacional tiene un costo de reputación para ellos. La Argentina insiste en que esa reticencia a terminar con los últimos vestigios del colonialismo tiene que modificarse en función del respeto del derecho internacional y en eso estamos embarcados. Recientemente estuve en la Unión Europea hablando con distintos funcionarios y parlamentarios europeos (…) está creciendo la convicción de que Reino Unido se encuentran en una situación de incumplimiento de la normativa internacional, además hemos recibido en los últimos meses apoyos de la Organización de Estados Americanos y el apoyo de todos los países latinoamericanos y de otros países.

Vivimos tiempos complejos geopolíticamente, hay una disputa abierta entre EE.UU. y China. ¿Qué representa hoy el respaldo de Pekín al reclamo Malvinas?

Desde que la República Popular China estableció relaciones diplomáticas con Argentina hace 50 años, reconoce la soberanía argentina sobre las Malvinas. Evidentemente las expresiones del presidente XI Jingping han tenido trascendencia debido al eventual escenario geopolítico, provocando incluso una reacción destemplada, no habitual por parte de la Cancillería británica. Creo que este tipo de expresiones denotan la situación de aislamiento internacional en la que se encuentra el Reino Unido en relación a la cuestión Malvinas y denota un tono intempestivo y belicista de parte de un gobierno que no tiene argumentos para justicar su presencia ilegítima en Atlántico Sur. Creo que estamos en un momento en que se evidencia la fortalece la posición argentina, nosotros frente a eso no respondemos con belicismo ni declaraciones altisonantes (…) lo hacemos respetuosa e insistentemente por respeto del derecho internacional.

Reino Unido es parte de la OTAN, que dirigidos por EE.UU. sostienen una escalada de tensiones con Rusia. ¿Qué efectos tiene esto en la situación de Malvinas? Siendo el Atlántico Sur un punto geopolítico importante y con presencia militar británica.

Reino Unido incumple las reglas del derecho internacional desde el momento en que usurpó las islas en 1833. Incumplió igual al introducir armas nucleares durante la guerra de las Malvinas. Ya desde el año 2003 lo sabíamos, el Ministerio de Defensa británico lo reconoció lo que habían hecho pero se negaron a dar declaraciones. Recientemente, en una desclasificación de archivos que el gobierno británico realizó se tuvo conocimiento de la magnitud de ese armamento nuclear en cuatro buques de guerra. Para que tengan una idea, esas 31 armas nucleares equivalen al poder destructivo de casi 20 bombas de Hiroshima. ¿Qué hacían esas armas en la guerra del Atlántico sur? es algo que el Reino Unido aún no ha contestado. El Atlántico Sur es una zona de paz y libre de armas nucleares, la sucesión de hecho y la gravedad de lo que describo da cuenta de la magnitud del incumplimiento del derecho internacional que protagoniza el gobierno británico. En cuanto a lo que preguntas, Argentina tiene una posición de no hacer propio el conflicto que están fuera de nuestra región, aboga por la paz y por la salida negociada de los conflictos. Lo que visualizamos es que hay tensiones que se producen en escenarios marítimos (…) la Argentina trabaja para que estas tensiones no se trasladen al Atlántico Sur.

Pareciera que América Latina se está inclinando un poco a la izquierda con la elección reciente de varios gobiernos desde ese lado del espectro político-ideológico. ¿Influirá esto en el avance o no del reclamo argentino?

La causa Malvinas no es una causa de izquierda ni de derecha. En el caso de Argentina es una causa que moviliza al conjunto de la sociedad, en la región pasa algo similar. Nosotros conseguimos solidaridad y apoyos de gobiernos de distintos signos ideológicos, lo que sí creo es que nuestra región está viviendo un momento importante del florecimiento de los proyectos integracionistas y allí si hay un compromiso más marcado desde gobierno de corte popular. Son gobiernos que tienen dentro de sus convicciones y programas la unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños (…) eso da un impulso mayor a nuestra reivindicación latinoamericana, es mucho más potente esa postura con una Latinoamérica unida e integrada.

A Panamá le tomó casi 100 años expulsar el enclave colonial de Estados Unidos de su territorio. ¿Se mira Argentina en el espejo del proceso de descolonización panameño?

La vinculación de la cuestión Malvinas con el caso del Canal de Panamá es muy grande, fuerte y potente. La canciller panameña, Erika Moynes mencionó esta frase histórica de que “el Canal es de Panamá y las Malvinas son argentinas”, como una frase que expresaba una coincidencia entre los países en función de terminar las situaciones de colonialismo y dominación de potencias extraregionales. Sin duda el proceso de lucha y descolonización exitoso que desarrolló Panamá es una referencia; creo que todavía hay muchas lecciones por aprender de parte de los argentinos en relación a ese proceso que hizo Panamá. Los panameños sostuvieron una resistencia y su reivindicación sumó solidaridades de pueblos en la región y el mundo (…) encontró una oportunidad y supo aprovechar esa oportunidad para concretar el acuerdo. Esta es la hoja de ruta que nos hemos dado en el gobierno argentino (…) Panamá cazó la oportunidad y fue capaz de aprovechar esas oportunidades internacionales y de un momento en la política estadounidense que quizás era irrepetible, para concretar la recuperación del ejercicio de soberanía. Es lo mismo que nosotros estamos haciendo desde Argentina. El tema Malvinas nos une en una causa contra el colonialismo (…) pero hay otras causas que también merecen nuestra unidad latinoamericana como la lucha contra las profundas desigualdad (…) para nosotros Malvinas es unas invitación a asumir la conciencia de que somos un mismo pueblo con temas comunes.

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